(Minghui.org) Tengo 77 años. Conocí a mi marido cuando íbamos a la escuela secundaria. Al graduarse, fue aceptado en una escuela técnica de construcción, y después de la graduación se le asignó un trabajo en ingeniería de defensa. Se volvió mecánico en un aeropuerto en el sur de China. Yo asistí a la escuela secundaria y fui aceptada en una universidad. Después de la graduación me asignaron un trabajo como maestra en un área rural. Haciendo caso omiso de las objeciones de mis familiares, me casé con mi marido. Después de siete años de vivir separados, finalmente pudimos estar juntos y comenzar nuestra vida como una familia.

Debido a que nuestros trabajos eran tan diferentes, no teníamos mucho de qué hablar. A menudo discutíamos y peleábamos, tanto verbal como físicamente. En un momento dado caminé hasta el lago para ahogarme, pero después de pensar en mis padres, que eran ambos ancianos, y en mi hijo y mi hija, no pude terminar con mi vida. Solo podía aguantar por el bien de la familia. Mi ira y tensión me causaron muchas enfermedades.

Empiezo la práctica de cultivación de Falun Dafa

Mis colegas de la escuela se preparaban para sus clases a finales de febrero de 1996. Yo había estado de baja por enfermedad durante seis meses. Durante la hora del almuerzo, una joven profesora se me acercó y me dijo: "Iremos a la biblioteca para practicar Falun Dafa. Este sitio es muy frío. ¿Por qué no vienes con nosotras?". Así que arrastré mis pesadas piernas y fui con ellas a la biblioteca del cuarto piso.

Cuando la relajante música comenzó, seguí a los otros y comencé a hacer los ejercicios. Sentí que Falun Dafa era realmente bueno. Durante el segundo ejercicio, vi la siguiente escena: estaba subiendo las escaleras de una alta montaña. Cuando llegué a la cima, había grupos de personas vestidas con trajes tradicionales chinos, sentados en un pabellón. El lugar era reconfortante, y me hizo sentir relajada y feliz.

Después de hacer los ejercicios, esa visión se quedó conmigo. Un practicante me dio el libro Zhuan Falun. Cuando volví a la oficina, no podía esperar para empezar a leer. Cuando lo abrí y vi la imagen compasiva del Maestro me sentí muy cerca de él. Después de leer las nueve lecciones, entendí muchas cosas que siempre me había preguntado.

Unos días después, conseguí una gran imagen del Maestro y me disponía a exhibirla en la pared. Mi marido no estaba de acuerdo, así que puse la imagen plana sobre un armario. Cuando abrí el armario, fue como si un viento soplara la imagen y esta flotó hacia abajo. Pensé: "No hay viento dentro de la casa, ¿cómo es que flotó hasta abajo?”. Eso fue tan asombroso. Pensé que el Maestro debía ser especial. Sentí que la imagen no podía ser colocada allí para acumular polvo, así que le pregunté a mi marido: "¿Por qué no me dejas colgar la imagen en la pared?". Él dijo: "Puedes colgarla en la sala de estar".

Asistí a ver las conferencias en video de nueve días del Maestro ese abril. Durante esos nueve días el Maestro siguió purificando mi cuerpo, y vomité varias veces. Después me sentí ligera y libre de enfermedad. Decidí ir al sitio de práctica cerca de mi casa para los ejercicios matutinos. Cuando me levanté la primera mañana, me sentí muy somnolienta en cuanto me senté, así que me recosté. Entonces, un Falun dorado giró desde mi pecho hasta mi cabeza y me desperté de un sobresalto. Me di cuenta de que el Maestro me estaba recordando que me levantara para hacer los ejercicios. Me levanté rápidamente y fui al parque. Practiqué los ejercicios con las otras dos practicantes. No teníamos un grupo de estudio del Fa, así que decidí abrir mi casa e invitarlas a iniciar un grupo de estudio del Fa. Nuestro grupo de estudio del Fa continúa hasta el día de hoy.

Una mañana me fui a casa para cocinar después de hacer los ejercicios. Mirando alrededor de mi casa, de repente me sentí triste y empecé a llorar. Me di cuenta de que había cultivado un corazón de compasión. Cuando abrí el refrigerador, vi el pollo y el pescado que dieron en el lugar de trabajo de mi esposo. Miré a mi alrededor y pensé: "Este es el apartamento de mi marido. Cuando mis padres estaban enfermos, él los llevó al hospital. Venía cada vez que lo llamaban. ¿No son todos estos los beneficios que mi marido ha proporcionado para mí y mi familia? Entonces, ¿por qué siempre siento que soy la salvadora de su familia y nunca veo sus virtudes?". Me sentí muy egoísta y que había tratado a mi marido injustamente. Me sentí muy mal.

Con lágrimas en los ojos, me acerqué a él y le dije: "Lo siento. ¿Puedes perdonarme?". Vi que él también estaba llorando, dijo: "No menciones la palabra 'perdonar'. Simplemente no me trates así nunca más". Le agradecí al Maestro porque al practicar Falun Dafa mis nociones preconcebidas fueron eliminadas. Había cultivado la bondad y la compasión. El Dafa del Maestro me salvó, y salvó a mi familia que estaba deshecha. También fui testigo de lo que dijo el Maestro:

“Por lo tanto, siendo un método de gong en el cual el Fa refina al individuo, algunos estados emergen desde el gong y desde el Fa” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Una vez, mientras estaba sentada en mi cama leyendo Zhuan Falun, mi nieta de tres años, que sostenía un palo de madera, comenzó a golpear la cama, arrojando mucho polvo al aire. La regañé con fuerza para que se detuviera, pero ella solo golpeó con más fuerza. Inmediatamente pensé en las palabras del Maestro:

“Hay personas que cuando educan a los hijos también se enfadan, los regañan haciendo tanto ruido que casi voltean el cielo; cuando educas a tus hijos no tienes que actuar de esa manera, no debes enfadarte realmente, debes educar a tus hijos con más racionalidad, así podrás educarlos verdaderamente bien. Si ni siquiera puedes sobrepasar las pequeñeces sin enojarte, ¿aún quieres hacer que tu gong crezca?” (Novena Lección, Zhuan Falun).

Le dije con una sonrisa: "Lanzar tanto polvo al aire nos hará toser. No quise regañarte". Fue como si la niña me entendiera, y tiró el palo. Esta es una situación pequeña, pero muestra que la compasión puede cambiar el corazón de una persona.

El 1 de diciembre de 2000, quise ir a Beijing para apelar por justicia para el Maestro y Dafa. Cuando llegué a la estación de tren para comprar un boleto, vi a un oficial de policía, y mis piernas comenzaron a temblar. Tenía tanto miedo que no compré el boleto y me fui a casa. No pude dormir bien durante muchas noches después de eso. Me daba vueltas y vueltas mientras pensaba en las consecuencias de ir a Beijing. Entonces pensé, si no hubiera sido por el Maestro que me salvó y Dafa que me guió, yo ya habría muerto y mi familia perfecta tampoco habría existido. Todo lo que tengo me lo ha dado el Maestro. Ahora que el Maestro ha sido calumniado, Dafa está siendo perseguido, la gente está siendo engañada, los practicantes están siendo perseguidos y yo ni siquiera tengo las agallas para hablar. ¿Cómo podría yo enfrentar al Maestro? Decidí ir a Beijing.

En la mañana del 5 de diciembre de 2000, mientras encendía incienso para el Maestro, dije: "Maestro, voy a Beijing para salvaguardar Dafa. Por favor, ayúdeme a eliminar mi miedo". Ese día, calmadamente compré los boletos de tren a Beijing con otra practicante. Solo quedaban dos boletos de tren con camas.

Antes de salir de casa, para evitar que mi familia me buscara, le dije a mi esposo y a mi hijo que iba a Beijing. Les dije que no serían capaces de convencerme. No dijeron nada y me dejaron ir.

Después de llegar a Beijing la otra practicante y yo nos dirigimos a la Plaza Tiananmen. Nos arrestaron de camino allí y nos llevaron a una estación de policía. Recité el Fa del Maestro:

"Dafa nunca abandona el cuerpo,
el corazón contiene Zhen-Shan-Ren;
un gran luohan en el mundo,
espíritus y fantasmas temen más".

(Poderosa virtud, Hong Yin).

Después de llegar a la estación, no quise dar mi nombre, así que me llamaron "No habla B". Un joven policía me llevó a una celda y me preguntó si tenía hambre. Se ofreció a comprarme un poco de pan. Al día siguiente, antes de terminar su turno, me dijo que debía hacer los ejercicios si hacía frío por la noche. Dijo que tenía libros de Dafa en su casa. Me di cuenta de que el Maestro había hecho arreglos para que me protegiera.

La noche del segundo día, otra oficial me envió al centro de detención. Antes de partir, le dije al oficial de policía que me estaba escoltando acerca de lo grandioso que era Dafa. Me dijo: "Que la historia sea el testigo". Después de llegar al centro de detención, me interrogó y me preguntó: "¿Qué estás haciendo aquí?". Le dije que el Maestro me salvó y que los discípulos de Dafa estaban salvando a la gente. Le dije que una práctica tan grandiosa no debería ser prohibida. “Vine a Beijing para restaurar el buen nombre de mi Maestro y de Dafa”. Él dijo: "La persecución fue la decisión de Jiang Zemin (exlíder del PCCh ), no podrás verlo".

Me preguntó si tenía dinero. Le dije: "Traje más de mil yuanes, pero me los quitaron cuando llegué". Me preguntó: "¿Te dieron un recibo?". Le respondí que no. "Echaré un vistazo", me dijo. Le di las gracias. En ese momento pensé, si es mi dinero, no lo perderé. El Maestro lo está cuidando por mí.

Después de llegar al centro de detención, pensé en no mirar ni escuchar nada. Ignoré la televisión y me senté allí con los ojos cerrados, y recité el Fa del Maestro. Cuando recité la primera frase de Lunyu, mi mente estaba en blanco. Luego, al recitar la primera línea de "El corazón sabe", no podía recordar la siguiente línea. Al recitar Hong Yin, no podía recordar ni una sola palabra y me di cuenta inmediatamente de que esto se debía a que tenía una mente débil. ¿No nos dijo el Maestro "La conciencia principal debe ser fuerte" (Sexta Lección, Zhuan Falun) y "El corazón definitivamente debe ser recto" (Sexta Lección, Zhuan Falun)? No puedo ser así.

Mientras estaba acostada en la cama por la noche, pensé en lo que había hecho mal estos últimos días y cómo debería cambiar. En ese momento, un cráneo de un metro de alto apareció ante mis ojos. El Maestro dijo:

"Si tienes miedo, te capturan
Al rectificar los pensamientos, los perversos se derrumban
Cultivadores, conteniendo el Fa
Enviando pensamientos rectos, fantasmas podridos han de explotar
Dioses en el mundo, validen el Fa"

(Por qué temer, Hong Yin (II)).

Sé que cuando miré hacia adentro, el Maestro eliminó el mal.

Un día la cabecilla de las reclusas me preguntó mi nombre. Yo dije: "No habla B". Me preguntó mi verdadero nombre. Le dije: "¿De qué sirve eso? Los nombres son para diferenciarnos a ti y a mí de los demás. Todos aquí saben que yo soy No habla B". Ella dijo: "Eres una maestra". Señaló a una practicante con heridas en la cara y dijo: "Mira cómo la golpeé. Soy muy hábil para golpear a la gente. Si no me lo dices, te golpearé a ti". Me quedé tranquila y le dije: "Niña, si pegándome te dejan ir y reducen tu sentencia, entonces puedes pegarme. No te odiaré". Inmediatamente puso su brazo alrededor mío y dijo: "No te golpearé. Tienes casi la edad de mi abuela. No te golpearé". El Maestro nos dijo en el Fa:

“Frecuentemente, digo que si uno actúa completamente por el bien de otros sin el más leve propósito o entendimiento personal, lo que uno dice hará que los oyentes se conmuevan a derramar lágrimas” (Conciencia lúcida, Escrituras esenciales para mayor avance).

Ella me cuidó después de eso. Nueve días después, la oficina de Changchun en Beijing me llevó de vuelta a Changchun. Al salir del centro de detención, la persona que me recogió me preguntó si tenía dinero. Le dije que me lo habían quitado todo, así que fue a la persona que hacía la entrega y le dijo que devolviera nuestro dinero. La persona se fue. Menos de un minuto después regresó y dijo que no había dinero. El otro hombre dijo: "Espera, no te preocupes". Llamó a otra persona para que le ayudara a encontrar el dinero. No mucho después, nos devolvieron el dinero. Cuando salimos del centro de detención, la persona que nos recogía se volvió hacia mí y me dijo: "Usted era la profesora de física de mi hijo. Cuando mi hijo hizo sus exámenes para el instituto, su nota de física fue del 99 por ciento". En la superficie, me ayudó porque sabía quién era yo, pero yo sabía que en realidad era el Maestro quien me protegía.

Eliminando el apego al interés propio

Durante el proceso de cultivación, el Maestro me dio pistas sobre las cosas a las que debía iluminarme, me protegió y me animó a seguir adelante. Después de retirarme en 1997, fui a ayudar al editor de una revista a conseguir anuncios con un compañero practicante. Los dos fuimos a una clínica operada por un viejo médico de medicina china. La esposa del dueño dijo: "Tantas agencias de prensa quieren hacer anuncios para nosotros, los rechacé a todos. Ustedes dos parecen honestos, así que les dejaré hacer la publicidad".

Después de que el anuncio fue completado, fuimos a la clínica para obtener el pago. La señora dijo: "El dinero ha sido recogido por el guionista. No se lo habría dado, pero no se quería ir. No había nada que pudiera hacer, así que le di el dinero". Le dije al otro practicante: El dinero fue recogido por el guionista de la compañía de la revista. Esto sucede para que los dos dejemos de apegarnos al interés propio. El Maestro dijo:

“Entonces nosotros, los cultivadores, aún menos debemos comportarnos de este modo; nosotros los cultivadores hablamos de seguir el curso natural: si algo te pertenece, no lo pierdes” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Los dos decidimos que no queríamos el pago. Fuimos al editor de la revista y le dijimos al gerente: "Somos practicantes de Falun Dafa. Ya no queremos el dinero. Si no cultiváramos Dafa, no aceptaríamos ni un centavo menos de lo que nos deberían pagar. Tendrían que pagarnos".

Aunque perdimos el dinero, abandonamos el apego al dinero y al interés propio. Unos días después, la señora me llamó y me dijo: "El pago debe ser suyo. Yo lo recuperaré para ustedes". Pensé que esto trataba de alimentar mi propio interés, así que le agradecí y le dije que no quería el dinero. Había mejorado mi xinxing en este sentido, y eso es mejor que cualquier riqueza.

Dejando de lado el apego a la fama

En marzo de 1999 fui a las zonas rurales para contarle a la gente sobre Falun Dafa. Antes de irme, le pedí a un practicante de mi grupo de estudio del Fa que viniera a mi casa un poco más temprano en la noche para prepararse para que los demás vinieran al estudio del Fa.

Regresé unos días después y tuve un sueño. Soñé que era la temporada de cosecha, y vi montones de repollos y zanahorias. También había montones de alubias verdes en el suelo y un gran camión de carga pasó por encima de ellos. Fue doloroso ver cómo las alubias verdes eran aplastadas. Cuando el conductor vio mi expresión facial de disgusto, no se disculpó. En lugar de eso, me habló de manera grosera. Cuando me desperté, pensé: "¿No es esto sobre pelear y tramar contra otros?" (Nota del traductor: En chino, los caracteres para alubia verde -DOU JIAO- son homófonos para parte del término “pelear y tramar”, que es GOU XIN DOU JIAO)

Las coles y las zanahorias tienen raíces, y la nueva conferencia del Maestro "Excavar las raíces" acababa de ser publicada. Sentí que el Maestro me estaba insinuando, pero no sabía por qué.

Fui al sitio de práctica esa mañana como de costumbre, y alguien me dijo que fuera a la sala de turno para una reunión. Justo cuando llegué a la puerta, una practicante del centro de asistencia me preguntó muy seriamente: "¿Qué estabas haciendo ayer? La gente de tu grupo fue a todas partes buscando el grupo de estudio del Fa". Le contesté: "Pedí a tal y tal para llevar a cabo el estudio del Fa". Ella continuó regañándome. Fue bastante vergonzoso, pero también pensé que esto estaba sucediendo para ayudarme a dejar el apego a la propia estima. Debería darle las gracias, pero sentí que estaba siendo tratada injustamente.

Dos días más tarde, en una reunión para los líderes de los grupos de estudio del Fa, me señaló y dijo a todos que no fueran como yo. Pensé: "La situación ya pasó. ¿Por qué sigues hablando de ello?".

Unos días más tarde, unos cuantos coordinadores de sitios de prácticas y líderes de grupos de estudio del Fa, que sumaban más de veinte personas, se congregaron para una reunión. Ella comenzó a criticarme de nuevo y repitió lo que pasó. El egoísmo de mi corazón y mi verdadero yo comenzaron a entrar en conflicto entre sí y al final me pregunté: "¿Por qué ella repite esto una y otra vez? ¿Es mi apego a la propia estima, y que me siento tratada injustamente? Mi búsqueda de la fama es tan fuerte, que la tuve que eliminar de raíz. Cuando miré sinceramente hacia adentro y descubrí que cuando me fui, no se lo dije a los otros practicantes de nuestro grupo, esto creó dificultades para el estudio del Fa de estos practicantes. Fue mi culpa.

Durante el brote de SARS en 2003, un practicante que hizo materiales de aclaración de la verdad fue arrestado. Muchos practicantes no pudieron obtener materiales. ¿Qué se podía hacer? En ese momento, otro practicante y yo compramos computadoras y las llevamos a la casa de un practicante. Le pedimos que nos enseñara a imprimir. Aprender esto nos llevó un día entero. Lo aprendí dos veces pero aún no sabía cómo imprimir los materiales. Pensé que tal vez era por mi miedo, y que mi xinxing era pobre.

Más tarde llevé la computadora y la impresora al apartamento vacío de la hermana de una practicante. Cuando su hermano se enteró, tuvo miedo, así que se negó a dejarnos guardar el equipo allí. Me pregunté qué podía hacer. Fui a casa y se lo conté a mi marido. Nunca pensé que mi marido me diría que los trajera a casa. Podría hacer materiales de aclaración de la verdad en casa. Estoy agradecida al Maestro. Así es como abrí una pequeña imprenta de materiales para la aclaración de la verdad.

Un corazón para los demás

Al mirar atrás en estos años de cultivación, al aclarar la verdad, mantengo un corazón de querer salvar a la otra persona. No dejo pasar ninguna oportunidad. Cuando hice refacciones en el apartamento, no dejaba escapar ni a un solo trabajador. Les aclaré la verdad a todos ellos. Renunciaron al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Algunos dejaron de fumar, y otros tuvieron buena suerte después. Todos estaban muy agradecidos.

Cuando la gente vino a ver cómo quedaron las refacciones, no dejé pasar la oportunidad para aclarar la verdad. Por ejemplo, el joven que vivía en el piso de arriba y trabajaba en la oficina de seguridad pública municipal vino a ver las renovaciones. Abrí mi puerta y lo invité a entrar. Mirando a su alrededor, vio el vídeo de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista en mi televisión. Me dijo que tuviera cuidado. Antes de que se fuera, le dije que había practicado Falun Dafa durante más de 20 años. Él dijo: "Está bien, practica en casa y ten cuidado con la seguridad". Le dije: "Gracias por su preocupación". Más tarde lo ayudé a renunciar al PCCh.

Cuando mi vecina terminó de renovar su apartamento, nadie vivía allí, así que me dio la llave. Abrí las ventanas para que circule el aire. Cuando se mudó, su primera comida se cocinó en mi apartamento. Estaba muy conmovida. Más tarde, cuando tenía algo bueno para comer, lo compartía conmigo. Cuando salía de la ciudad, siempre me daba la llave de su apartamento. Decía que no podía confiar en sus propios hermanos con las llaves, pero confiaba en mí. Le dije que debía agradecer al Maestro y a Falun Dafa.

Cuando llegaban paquetes para mis vecinos, me confiaban que los recogiera y los guardara para ellos. El comité de administración del vecindario me dio una botella de aceite de soja y un pareado al final del año. Les escribí una carta de agradecimiento y le di al gerente cien Yuanes. Les dije que recordaran: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". También ayudé al guardia de seguridad del edificio y al plomero a renunciar al PCCh. En resumen, ayudé a mucha gente del vecindario a renunciar al PCCh, y muchos de ellos saben que practico Falun Dafa. Sé que la gente que tiene relaciones predestinadas conmigo están esperando que los salve.

El Maestro me anima continuamente. Cuando leo los libros de Dafa con una mente enfocada, a veces, sin saberlo, me pongo a llorar. Varias veces, he visto los caracteres de Zhuan Falun convertirse en toda clase de colores. También vi las palabras de Lunyu en colores. Vi los tres caracteres de "Zhen Shan Ren" rotando. Una vez, después de reproducir los videos de la conferencia del Fa del Maestro en las áreas rurales, un gran Falun apareció sobre mi cabeza esa noche. Giró continuamente durante diez minutos. Sabía que el Maestro me estaba animando.