(Minghui.org) ¡Saludos, Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Nací en una familia campesina muy pobre en las montañas. La miseria me acompañó desde el momento en que nací. Una de mis hermanas mayores murió. Mi abuela creía que estaba poseída por un fantasma. Para asegurarse que yo viviera hasta la edad adulta, me pusieron un nombre horrible. Sobreviví, pero sufría de bronquitis, meningitis, baja presión sanguínea, enfermedades del corazón, hemorroides, etc. Al siguiente día de cada Año Nuevo Chino, estaba tan enferma que no podía levantarme de la cama.

De niña, a menudo veía cosas que los demás no podían ver. Había una foto de una niña pequeña en la pared. Siempre que estaba muy enferma, ella bajaba a jugar conmigo. Cuando tenía cinco años, estaba muy enferma y vi que salía con ella. Subí volando, a través de las nubes rosadas, a través del cielo azul, y llegué a un enorme jardín, lleno de flores y árboles con fruta fresca. Dije: "No los recogeré". Apenas dije eso, apareció un hombre mayor con barba blanca, sosteniendo un plumero Daoísta. Después de un rato, dijo: "Tiene que regresar". Un fénix vino y me llevó de vuelta. Cuando volví, todavía estaba acostada en la cama con dolor.

Después de casarme, alguien le dijo a mi marido que se había casado con un "cadáver". Quemaba incienso, me inclinaba ante los dioses y le rezaba a Buda. En cualquier lugar donde había una feria del templo, no importaba lo lejos que estuviera, iba a adorar a esos "dioses" y "Budas".

La adoración no curaba mis enfermedades, pero podía tratar las enfermedades de los demás. "Curé" las enfermedades de muchas personas. No era codiciosa por el dinero, y no quería nada. Más y más gente venía a buscar tratamiento. Después del tratamiento, se sentían bien, pero mis enfermedades seguían empeorando. Me sentía miserable y a menudo perdía el conocimiento. Una vez, cuando me desmayé, mi familia pensó que realmente había muerto y se prepararon para mi funeral. Una hora después, me desperté. Sufrí durante 45 años.

Soy muy afortunada por aprender Falun Dafa.

Shifu dijo:

“Tal vez las amarguras que soportaste en la primera parte de tu vida han sido con el motivo de obtener este Fa. Ésa es la parte que sabes. Todavía hay cosas de las cuales no sabes; tal vez has estado sufriendo y experimentando amarguras en tus vidas anteriores y, aún hasta por un tiempo más largo, para poder obtener este Fa. También hay personas que han experimentado un sufrimiento todavía más intenso para poder obtener este Fa, esto es lo que no sabes" (Exponiendo el Fa en la Conferencia Internacional de Intercambio de Experiencias en Beijing, 2 de noviembre de 1996).

Aprecio mucho las palabras de Shifu. Esto me iluminó hacia un profundo despertar espiritual. Cada vez que leo este Fa, me dan ganas de llorar.

Shifu me rescató de la muerte

Falun Dafa se hizo público en nuestra zona en la década de los noventa. Incluso la gente de las montañas oyó hablar de él. Alguien me dijo: "Falun Dafa es muy bueno. Mucha gente se ha curado de sus enfermedades después de practicarlo". No lo creía. Pensaba: "He orado a todo tipo de dioses, y nadie se preocupa por mí. He intentado todo tipo de cosas, ninguna ha funcionado. No tengo ninguna esperanza. Ya me estoy muriendo". Pero fue difícil morir.

El segundo día del Año Nuevo Chino de 1999, un familiar me animó a practicar. "Se está realizando una clase de Falun Dafa en la parte inferior de la montaña. Mucha gente está asistiendo y todos dicen que es buena. Vaya a intentarlo". Mi familia también me animó a intentarlo. Me acosté en la cama, mirándolos débilmente. Desesperada, les prometí que lo intentaría. Pensé que de todos modos me estaba muriendo, así que no podía hacer daño.

Ocho días después, acompañada por mi familia, bajé la montaña para aprender Falun Dafa. La clase ya había comenzado; quedaban tres días cuando llegué. Apenas entré al lugar, sentí que una fuerza poderosa me daba energía. Me sentí revitalizada.

Mucha gente estaba sentada en todo el lugar, escuchando la grabación de las conferencias de Shifu Li (fundador de Falun Dafa) en la ciudad de Jinan. El coordinador me pidió que me sentara y cruzara las piernas. No tuve ningún problema en cruzar las piernas en la posición de loto. Shifu estaba hablando de las consecuencias de matar vidas. Mientras escuchaba, me iluminé: "Debí matar muchas vidas antes. ¿Estos seres vienen a mí para que les pague? ¿Estoy pagando mi deuda con toda esta enfermedad?". Cuanto más escuchaba, más quería oír. Me olvidé de todo y estaba completamente inmersa en la enseñanza de Shifu.

El coordinador me preguntó más tarde qué pensaba. Le dije: "¡Es maravilloso! ¡Pero llegué demasiado tarde!". Dijo que había libros y cintas, y que podía aprender en casa. Hice varias preguntas y hablé con él durante mucho tiempo. Me invitó a comer en su casa.

Esos tres días fueron mejores que cien años para mí. Era como una persona nueva; ya no estaba triste, débil, enferma y desesperada. Me sentía con energía. Mi mente y mi cuerpo cambiaron drásticamente y sentí felicidad. Compré doce copias de Zhuan Falun para llevarlas a mi pueblo para que más gente supiera de Falun Dafa.

Nunca fui a la escuela y no pude leer ni una sola palabra. Le llevé el libro a mi cuñado y le pedí que me lo leyera. Cuando llegó a la palabra Shakya Muni, dijo: "No conozco estas palabras". Yo dije: "Déjame ver". Dije: "¿No es Shakya Muni?". Mi cuñado estaba asombrado. ¡Cómo podría yo, una persona analfabeta, leer después de escuchar las enseñanzas de Shifu durante tres días! ¡Fue un asombroso regalo de Shifu!

Al poco tiempo, todas mis enfermedades desaparecieron. Sabía que Shifu se las había llevado. Estaba muy contenta porque Shifu me había salvado de la muerte. No podía encontrar palabras para expresar mi alegría.

Sucedieron cosas increíbles, una tras otra

Aprendí los cinco ejercicios en la casa del coordinador. Cuando regresé a mi casa, hice los ejercicios todos los días. Una vez, cuando estaba empezando a meditar, levité sobre el suelo. Estaba un poco feliz y asustada al mismo tiempo. Experimenté el fenómeno del que hablaba Shifu: Estuve fuera del suelo por un tiempo y luego tuve miedo y volví a bajar. No importaba lo ocupada o cansada que estuviera, siempre hacía los ejercicios. Incluso durante los años más duros de persecución, seguí practicando.

Todos en nuestro pueblo sabían que estaba muy enferma. La historia de mi asombrosa recuperación se difundió rápidamente. Dejé de tratar las enfermedades de los demás. A cualquiera que acudiera a mí por su enfermedad, le enseñaba Falun Dafa. La gente de la montaña es curiosa y sincera. Mucha gente vino a verme.

Los caminos de la montaña son ondulados, y las casas están construidas a lo largo de las colinas. Lleva algún tiempo visitarlas. Nuestra aldea está dispersa en varias colinas. A pesar de esto, más de treinta personas de nuestra aldea vinieron a verme para aprender Falun Dafa, y otros de aldeas cercanas también vinieron.

Yo no estaba bien económicamente, pero estaba decidida a contarle a todos sobre Falun Dafa. Pedí prestado dinero y compré un reproductor de cintas. También llevé algunos libros de Dafa a la base de la montaña. No me importaba ninguna dificultad, siempre y cuando pudiera promover esta práctica. De esta manera, Falun Dafa se extendió como un incendio forestal en nuestro profundo pueblo montañoso, y casi todos lo conocieron. La cantidad de practicantes de Falun Dafa aumentaba exponencialmente cada semana. No les costó ni un centavo y se volvieron saludables. ¿Quién no querría practicar?

La gente de la montaña es pobre y es difícil obtener atención médica. Incluso si se tiene el dinero, no es fácil salir de la montaña para buscar tratamiento. Así que la gente literalmente no podía costear una enfermedad. Las personas venían a aprender Falun Dafa de a dos o de a tres, como un arroyo interminable.

Después que empezó la persecución a Falun Dafa el 20 de julio de 1999, mis compañeros practicantes y yo salíamos a menudo por la noche para distribuir materiales de aclaración de la verdad sobre Falun Dafa. Una vez, fuimos a otro pueblo de montaña. Cuando regresamos, ya eran las tres de la mañana. Mientras caminaba, un practicante masculino no me podía alcanzar. Él dijo: "¿Qué está pasando? ¿Por qué no la puedo alcanzar?". Caminé como si estuviera volando, nadie podía seguirme el ritmo. Esta cosa asombrosa me pasaba de vez en cuando.

Salvando a la gente, siguiendo el camino divino

Jiang Zemin, el exlíder del PCCh (partido comunista chino), lanzó una brutal persecución contra Falun Dafa el 20 de julio de 1999. No estábamos preparados mentalmente para este repentino y sangriento ataque. Destruyeron los lugares de práctica y dispersaron a los practicantes. La policía se me acercaba repetidamente, exigiendo que entregara mis libros y materiales de Dafa. Me negaba, diciendo: "Esa es mi vida. ¡Nunca se los daré!". La policía se quedó en mi casa durante una semana y no me dejó salir. Finalmente, se fueron. Luego continué estudiando Dafay y practicando los ejercicios como de costumbre.

Tuve síntomas de bronquitis en 2002. Permanecía acotada en la cama día y noche, exhalando fuertemente. Cuando se enteraron de esto, vino la policía. Querían usar mi "enfermedad" para calumniar a Shifu y desprestigiar a Dafa. Se reunieron doce policías a mi alrededor y trataron de llevarme. Inmediatamente me senté, levanté la palma de la mano y dije: "Con la palma recta, agitando Cielo y Tierra" (El gran Iluminado, Hong Yin). Quise erradicar los elementos malignos detrás de ellos. Mi palma derecha emitía una intensa luz blanca y golpeaba los factores malignos. La mayoría de los policías huyeron, solo se quedaron dos. Al final ellos también salieron corriendo y la policía no regresó.

Bajaba de la montaña ocasionalmente para buscar materiales de aclaración de la verdad. La gente decía que me veían caminar muy ligera, como si tuviera veinte años. Estaba sana, así que la gente sabía que todavía practicaba Falun Dafa. Esta era una condición favorable para poder hablarles sobre Falun Dafa.

Shifu dijo:

“Los Dafa dizi del mundo juntos abarcan todo el mundo, cada persona tiene cierto alcance” (Enseñando el Fa en la reunión de La Gran Época, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. X).

Me di cuenta que crecí en esta área montañosa, y mi misión era salvar a la gente de allí. La región es muy grande y dispersa, y el transporte no es muy conveniente. Mi misión es enorme. Necesito terminar mi misión, no importa lo difícil que sea la tarea. Este es mi voto prehistórico a Shifu.

A menudo salía apenas oscurecía. Me llenaba los bolsillos con materiales que aclaraban la verdad y me iba a todas las aldeas a distribuirlos. Al principio, salía sola. Después, algunos expracticantes volvieron a practicar. Salíamos en parejas para distribuirlos. Por los estrechos senderos solo puede caminar una persona a la vez en las aldeas de las montañas, y si no se tiene cuidado, se caerá en una zanja.

Una vez, mi vaca saltó y puso sus dos patas delanteras sobre mis hombros. No estaba preparada y me derribó. Los dedos de mi pie derecho quedaron mirando hacia atrás. Me llevó mucho tiempo sentarme. Tuve que luchar con los dedos del pie hacia atrás con mucho dolor, pero no pude reacomodarlos. Tuve que caminar sobre mis talones. Aun así, esa noche, seguí a los otros practicantes para distribuir los materiales como de costumbre. Estaba cojeando detrás de ellos en un duro camino de montaña. Era casi el amanecer cuando terminamos de repartir los volantes. Cuando regresé, recordé mi pie herido. Estaba completamente normal y sin dolor.

Mientras la rectificación de la Fa avanzaba, pasé de repartir secretamente materiales de aclaración de la verdad a repartirlos públicamente, de repartir los materiales a hablar con la gente sobre Falun Dafa cara a cara. Conocí a varias personas, incluyendo gente educada, policías de la aldea, y a veces funcionarios de la policía. Hablaba con ellos basándome en su capacidad de aceptar la verdad.

Cuando me reunía con los policías de la aldea, a menudo les contaba una historia: un secretario de la aldea en el fondo de la montaña sabía que todos los practicantes de Falun Dafa eran buenas personas. Cuando el pueblo le informaba que venían personas a acosar a los practicantes, él inmediatamente les avisaba: "Alguien viene. Empaquen sus cosas". Una vez el municipio no llamó y solo llegaron y dijeron que querían ir a la casa de un practicante cuyo nombre era Xiangmei. La secretaria los llevó a la casa de Jiangmei (otra persona). Luego dijo que tenía que usar el baño inmediatamente. Llamó al marido de Xiangmei en el baño. Después de regresar del baño, la gente del pueblo le dijo que la persona que buscaban se llamaba Xiangmei, no Jiangmei. Cuando fueron a la casa de Xiangmei, ella ya se había ido de forma segura.

Esta secretaria ahora goza de una vida próspera. Porque protegió a los practicantes, fue bendecida.

Durante la persecución, muchas personas violaron la ley. Les hablé del Artículo 39 de la Constitución y dije que muchos funcionarios de la aldea estaban violando esta disposición, lo que significaba que estaban infringiendo la ley. Si los ciudadanos (incluidos los campesinos) los demandaran y los llevaran a juicio, se enfrentarían a tres años de cárcel. Si se aprovecharan de la ignorancia de los campesinos y aprovecharan las lagunas legales y actuaran ilegalmente, tendrían problemas. Les dije que esperaba que trataran bien a los practicantes y que tuvieran un futuro brillante y que toda su familia fuera bendecida.

Shifu dijo:

“No puedo abandonar a ningún Dafa dizi, cada persona es un familiar mío. ¿Cómo pueden tratar a diferentes miembros de mi familia de manera diferente?” (Exponiendo el Fa en la conferencia de estudiantes de la región Asia-Pacífico, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. VI).

Hice mi prioridad ir a buscar a mis excompañeros de práctica porque todos tienen relaciones predestinadas con Dafa. En los últimos años, más y más expracticantes volvieron a practicar de nuevo. Dos de nuestro pueblo empezaron a practicar hace unos años y formamos un grupo de estudio, estudiando Dafa y haciendo los ejercicios juntos todos los días. Con la ayuda de nuestros compañeros practicantes en la parte inferior de la montaña, instalamos la televisión New Tang Dynasty para ver directamente los programas de aclaración de la verdad y escuchar las voces de la justicia y la bondad. Estamos especialmente contentos por poder ver la actuación de Shen Yun cada año.

Lo que nos hizo aún más felices fue cuando los practicantes nos trajeron computadoras e impresoras y nos ayudaron a conectarnos a Internet. Esto fue muy bueno. Pudimos entrar en la página web de Minghui. Empezamos a producir materiales para contarle a la gente sobre Falun Dafa. Esto nos ahorró mucho tiempo de viaje para conseguir materiales al tener que ir a la parte baja de la montaña.

Beneficios para la familia

Practicar Falun Dafa ha mejorado mi salud, y no he tomado ni una sola píldora desde que empecé a practicar. No importa que tan fuerte el partido comunista chino difame a Falun Dafa, toda mi familia cree en Dafa. Ellos apoyan mi práctica y saben que Falun Dafa es bueno. Tengo una familia armoniosa.

Mi esposo no practica, pero me ha acompañado a distribuir materiales de aclaración de la verdad durante los años más severos de la persecución. En una ocasión, cuando el portavoz de la aldea estaba calumniando a Dafa, dije: "Deben recibir una copia del material de aclaración de la verdad". Mi esposo dijo: "Les daré una". Así que se fue. Cuando la persecución era severa, mi esposo no me dejaba salir, y se iba a distribuir información por mí.

Mis dos hijos y mis nueras creen en Dafa. Tienen buenos trabajos y viven en paz. A veces, cuando los compañeros practicantes vienen y yo no estoy en casa, mis nueras son muy amables y cocinan para ellos. Mis cuatro nietos son encantadores, saludables y nunca se enferman. Todos saben que "Falun Dafa es bueno".

El siguiente poema resume mi camino:

Media vida de sufrimiento y enfermedad, recé a Dios y adoré al Buda.

Cuando encontré a Falun Dafa, Shifu me salvó la vida.

Aprendí Dafa y cultivé mi corazón, mi verdadera naturaleza salió a la superficie.

Salvar a la gente es mi misión, cultivando firmemente y asistiendo a Shifu.