(Minghui.org) Cuando mi esposo llegó a casa del trabajo un día de octubre de este año, noté que su ojo izquierdo estaba más pequeño que el derecho y parpadeaba. Me preguntó por qué no podía llevar la comida a su boca desde el plato y se quejaba de un dolor de cabeza y cuello.

Yo me liberé de mis enfermedades practicando Falun Dafa, así que urgí a mi esposo a que intentara ahora porque parecía tener los síntomas de un derrame. No me respondió.

Falun Dafa es una práctica de cuerpo y mente basada en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Mi esposo es testigo del poder de Falun Dafa

Yo solía sufrir de una miríada de problemas de salud, entre ellos dolor de cuello, dolores de cabeza, y problemas de tiroides, pero todos desaparecieron poco después de comenzar a practicar Falun Dafa en 1996.

Mi esposo fue testigo de los enormes cambios y también leyó Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, y hacía los ejercicios ocasionalmente. Reconocía a Falun Dafa y seguía los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Cuando el partido comunista chino lanzó la persecución a Falun Dafa en 1999, mi esposo dejó de cultivarse. Todavía seguía los principios y apoyaba mis esfuerzos para generar consciencia sobre la persecución. Pero dejó de estudiar las enseñanzas y de hacer los ejercicios. Siempre que se lo recordaba, se enojaba. Luego dejamos de hablar del tema.

Aprendiendo a mirar hacia dentro

Los síntomas de mi esposo empeoraron los días siguientes. El ojo izquierdo seguía haciéndose más grande que el derecho. No podía dejar de parpadear. Se le cayó la boca, le dolían el cuello y la cabeza, y sentía un dolor agudo en su pierna izquierda. No se podía acostar ni dormir bien. Tenía escalofríos y estaba extremadamente incómodo.

Sus repentinos síntomas fueron un golpe para él. Lucía terrible pero aún se negaba a seguir mi consejo cuando intenté que practicara Falun Gong.

Me impacienté y le pregunté si sabía qué le estaba ocurriendo. Él contestó: “Nada”. Sentí que estaba siendo irracional. ¿Por qué querría sufrir en vez de hacer lo correcto?

Esa tarde, mientras leía las enseñanzas, me encontré con lo siguiente:

“…entonces si los cultivadores ven así las cosas y se cultivan usando principios rectos, ¿acaso los asuntos no felices no son asuntos buenos? Si quieres cultivarte, si quieres salir de los Tres Reinos, si quieres volver a tu lugar original, si quieres salvar a los seres conscientes en tu mundo, si tú realmente estás asistiendo a Shifu a rectificar el Fa, ¿acaso esto no te está dando algo provechoso? ¿Acaso no está permitiendo que realmente te cultives a ti mismo? Las cosas no buenas que te topas, ¿no están justamente pavimentando el camino para ti?” (Los Dafa dizi tienen que estudiar el Fa).

De repente me di cuenta cuál era mi problema. Estaba obsesionada con la negación de mi esposo de volver a practicar Falun Dafa, pero fallaba en mirar hacia dentro para ver qué es lo que yo no hacía bien. Fallé en cultivarme yo misma. En vez de ser amable y paciente con mi esposo, desarrollé resentimiento.

Dejando ir mi apego

Mi esposo creció durante la Revolución Cultural y tuvo una infancia dura. Cuando estaba en primer grado, escribió un eslogan en la pared del baño en la escuela. Como el eslogan fue considerado “antirevolución” lo pusieron bajo investigación y lo discriminaron. Se mudó para vivir con su abuela y terminó el primer grado en la escuela de ese distrito. Regresó a casa para comenzar el segundo grado, solo para ser hostigado por sus compañeros. Su familia entera fue implicada también.

Lo que le pasó en ese entonces a los siete años de edad, está más allá de lo que un niño de esa edad puede manejar. Mi esposo estaba severamente traumatizado y nunca se recuperó. Yo sentía mucha pena por él. decidí dejar ir mi apego y seguir el curso natural. Siempre que mi esposo siguiera creyendo que Dafa y Shifu son buenos, habría un camino.

Mi esposo se recupera en tres días

Cuando llegué a casa un día, mi reproductor MP3 no funcionaba. Mi esposo me aseguró que no tenía nada malo, porque él simplemente lo apagó después de hacer los ejercicios ese día.

¿Qué? ¿Hacer los ejercicios? ¡No podía creer lo que escuchaba!

De repente me di cuenta lo que Shifu nos dijo una vez: “Para un cultivador, mirar hacia dentro es una herramienta mágica” (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009).

¡Es así! ¡Me di cuenta cuan maravillosa es la cultivación!

Tres días después, cuando llegué a casa del trabajo, noté que mi esposo estaba completamente recuperado. Su rostro regresó a la normalidad y sus otros síntomas también desaparecieron. Su recuperación otra vez validó las maravillas de Dafa.