(Minghui.org) La gente venera a la antigua sociedad china por sus altos estándares morales y principios. Defender la moralidad era fuertemente enfatizado, y existían reglas muy estrictas respecto a las relaciones entre hombre y mujer. Aun pensar en una relación inapropiada era considerado un pecado terrible. Ya que la sociedad entera ponía énfasis en estos principios, la gente podía mantener estándares morales elevados.

Hoy en día estamos rodeados de las tentaciones de lujuria en la sociedad, y estas pueden fácilmente atrapar a los cultivadores que no son diligentes en su práctica. Algunos cultivadores han sido atrapados por la sociedad degenerada, y están cediendo y disfrutando de la lujuria. Algunos han logrado controlar sus pensamientos y comportamiento, vadeado la suciedad, y están dirigiéndose hacia un futuro más brillante.

He visto cómo algunos practicantes de Falun Dafa fueron seriamente perseguidos debido a sus apegos de lujuria. Algunos hasta perdieron sus vidas. Muchos practicantes han escrito artículos para señalar que la lujuria y los deseos sexuales son demonios. Como cultivadores, debemos mantenernos alertas y nunca ser indulgentes en este aspecto. Eliminar este apego es la única forma en la que podemos elevar nuestros niveles de cultivación.

Quisiera compartir lo que he visto y entendido sobre este asunto.

Desde el nacimiento hasta la vejez formamos incontables nociones y apegos según vamos experimentando el mundo a nuestro alrededor. A medida que las nociones y apegos crecen y se vuelven más fuertes, estos pueden finalmente controlarnos. Cuando los consideramos como parte de nosotros, nuestros seres verdaderos ya no están a cargo. Controlados por estas nociones y deseos adquiridos, la gente se pierde y gradualmente se dirige hacia su destrucción.

Nuestras vidas originales han venido de niveles más altos del cosmos. A medida que reencarnamos vida tras vida, formamos la noción de “yo”.

Cuando uno reencarna como hombre, uno se ve atraído por la belleza y ternura de la mujer, y se siente tentado a admirar su cuerpo. Cuando uno encarna como mujer, una ansía la fortaleza de un hombre y ser amada y atesorada por él.

Cada vez que reencarnamos, la familia en la que nacemos y la gente que conocemos y con la cual interactuamos están todas arregladas por los dioses. Estas relaciones predestinadas resultan de ataduras del yeli positivas o negativas. Por medio de nuestras interacciones con otros cumplimos deseos pasados, pagamos viejas deudas, establecemos nuevas conexiones, y sin saberlo generamos más yeli. Los cuerpos humanos llevan las cosas que los dioses crearon para los humanos, así como varias nociones y yeli que se han acumulado de vidas pasadas.

Los practicantes de Falun Dafa son afortunados de haber obtenido el Fa y de aprender el verdadero significado de la vida. Gozamos de sabiduría y felicidad, y queremos cultivarnos diligentemente y regresar a nuestros verdaderos orígenes.

Sin embargo, la moralidad degenerada de la sociedad nos enfrenta con varios obstáculos. Estos factores interfieren con nuestra cultivación. La peor de todas es la interferencia de la lujuria, la cual puede verdaderamente tironear hacia abajo y derribar a los practicantes de su cultivación.

La gente cree que los deseos sexuales son normales e instintivos, pero de hecho se tratan de algo colocado sobre los humanos para mantener la sociedad humana. Este asunto es controlado por seres dentro de los Tres Reinos.

Shifu ha dicho:

“Desde la perspectiva de los niveles altos se dice que la gente común en la sociedad está simplemente revolcándose en el barro sin importarle la suciedad, que está en la Tierra jugando con barro”. (Zhuan Falun)

Los seres divinos ven a la lujuria como algo sucio, mientras que los humanos la consideran una sensación placentera.

Si uno pudiese ver el mundo desde otras dimensiones, podría ver que muchos factores están controlando a los humanos. La lujuria y los deseos son arreglados sistemáticamente por las viejas fuerzas y son impuestos en los humanos. Estos controlan a los cuerpos humanos, y la gente acepta esa sensación. Es difícil para aquellos que no tienen mucha fuerza de voluntad resistir la tentación de la lujuria.

Aunque los practicantes de Dafa vivan bajo el control de todos los factores de las viejas fuerzas en los Tres Reinos y que en la apariencia no parezcan diferentes al resto de las personas, hemos sido empujados hacia un nivel más alto en el momento en que comenzamos a cultivarnos. Continuamos siendo elevados a reinos más altos y superando las restricciones de los Tres Reinos. La lujuria es uno de los factores que debemos superar.

En el instante en que el deseo de la lujuria emerge en nuestra mente, los seres a cargo de estos asuntos refuerzan nuestros deseos. Si lo consideramos como parte de nosotros, permitimos que el demonio de la lujuria nos controle más firmemente.

Un día vi a los seres que están a cargo de estos asuntos en otra dimensión. Pertenecían al reino de los deseos sensuales. Los masculinos lucían permisivos y las femeninas coquetas. Ellos comienzan a actuar en el instante en que la gente tiene deseos sexuales. Cargan dos botellas, una llena de sentimiento y la otra llena de deseo. De la botella de sentimiento sostenida por los seres femeninos sale una bruma rosa que envuelve a las mujeres. De la botella de sentimiento sostenida por los seres masculinos sale una bruma rosa más oscura que envuelve a los hombres. La bruma hace que los hombres y las mujeres se pierdan en la atracción mutua.

Cuando la gente es controlada por este material se comportan diferente. Algunos se vuelven irracionales y hasta actúan como locos. Los cuerpos humanos se contaminan durante el proceso del sexo, y los seres en otras dimensiones obtienen satisfacción al extraer esencia de los humanos. Sin embargo, los humanos creen que este sentimiento de gratificación es de ellos, y lo buscan. Los sonidos que realizan durante la copulación son una combinación de sonidos animales y demoníacos.

Para los cultivadores, es vergonzosos caer bajo el control de esos seres. Si pudieses ver lo que ocurre en otras dimensiones, verás demonios de la lujuria ingresando en los órganos reproductivos de la gente y tomando el control de su ser. Pueden drenar la energía de un cultivador, y hasta hacer que mueran.

Los chinos solían decir: “la lujuria es como un cuchillo que cuelga sobre tu cabeza”. Sin embargo, poca gente puede disciplinarse en su comportamiento, habla, o pensamientos.

A algunas mujeres les gusta ponerse prendas de vestir muy provocativas estos días, y algunos hombres miran a las mujeres constantemente, tienen fantasías y hablan sobre ellas. Hacer esto es un pecado. Los cultivadores no deberían tener pensamientos de lujuria, porque los dioses están mirándonos de cerca. El yeli se forma en el instante en que tenemos un pensamiento lujurioso.

Nuestras vidas originales vienen de reinos más altos que son puros y limpios. La lujuria y los deseos sexuales que hemos adquirido son como ropa sucia y no son parte de nosotros. Seres manipuladores están detrás de estos pensamientos y sentimientos lujuriosos, y como cultivadores debemos desintegrarlos.

Todos vienen a este mundo con un deseo de retornar a sus seres originales y verdaderos. ¿Cómo puede la suciedad de este mundo bloquear nuestro deseo sincero?

No es tarea fácil ver a través del demonio de la lujuria. Ha ocupado el cuerpo y la mente de los humanos durante tanto tiempo, y continúa drenando energía de los comportamientos sexuales, del flirteo, de las fantasías de lujuria, de los contenidos sexuales en los medios, etc. Su hambre desencadena reacciones biológicas en los cuerpos humanos, haciendo que la gente ansíe el sexo.

La gente se siente bien con la lujuria y no quiere separarse de ella. Esto es porque el demonio de la lujuria no quiere irse. Enviará detalles de experiencias sexuales pasadas al cerebro para hacer que la gente recuerde experiencias pasadas, haciendo que sea aun más difícil salir de su juego.

El demonio está feliz con este estado mental porque reabastece así su energía, vive de ella, y continúa controlando a la persona.

La lujuria es adictiva, y es también el sentimiento más egoísta. Hace que la gente pierda su sabiduría, y trae tristes finales a relaciones predestinadas.

Un practicante dijo que, vida tras vida el yeli se acumula y se convierte en una sustancia sólida. Es difícil limpiarlo completamente en un par de intentos. La única forma es continuamente estudiar el Fa, a través del cual nuestros pensamientos se purifican y nuestros niveles se elevan.

En el instante en que aparece un pensamiento lujurioso, debemos negarlo y enviar pensamientos rectos para eliminar completamente los demonios de las viejas fuerzas.

(Continuará)

Parte 2