(Minghui.org) ¡Saludos, Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes! Vivo en Michigan, tengo 15 años y acabo de participar este verano en el proyecto “Ride to Freedom” (Viaje por la libertad). Cuando me enteré de este proyecto el verano pasado, pensé que sería una gran oportunidad para que los discípulos jóvenes, como yo, puedan jugar un papel más importante en la clarificación de la verdad y la salvación de los seres conscientes. Me gustaría compartir algunas de mis experiencias como parte del equipo “Ride to Freedom”.

Antes del viaje

El julio pasado, me contactó una joven practicante de Michigan y me habló sobre este proyecto, del cual se había enterado en Washington D.C., durante los eventos por el 20 de julio. El proyecto me entusiasmó mucho y lo difundí entre mis amigos. Muy pronto, nos juntamos más de treinta jóvenes practicante de Dafa de Estados Unidos, que estábamos interesados en participar. A medida que pasaba el tiempo, decidimos darles la bienvenida a más practicantes jóvenes de todo el mundo, quienes también se unieron al equipo.

Sin embargo, el proceso de planificación fue muy lento. Nuestro coordinador principal quería que “Ride to Freedom” sea sobre todo el proyecto de los jóvenes y nos encargó a nosotros gran parte de la planificación. Para muchos, este era nuestro primer gran proyecto y era difícil de organizar. Por ejemplo, tuvimos que buscar patrocinadores, diseñar la página web y la ropa y, al mismo tiempo, mantener el estándar de cultivación de todos, estudiando el Fa con el grupo de manera regular. Muchos practicantes menos comprometidos abandonaron el proyecto en el proceso, pero yo nunca dudé. Pensaba que era un proyecto importante, en donde tenía mayor oportunidad de usar mi juventud para salvar seres conscientes. Sabía que muchos proyectos de Dafa se habían confrontado con dificultades al principio pero, si teníamos pensamientos rectos, Shifu nos iba a ayudar y todo se iba a resolver.

Esto fue evidente mientras más se acercaba el comienzo del viaje, cuando tuve que obtener los dos permisos más importantes. Primero tuve que conseguir el permiso de la escuela para poder faltar dos semanas de las clases. Hablé con el director y mis profesores de la escuela con pensamientos rectos y fui capaz de aclararles la verdad. No sólo obtuve el permiso muy fácilmente, sino que muchos de mis profesores también quedaron muy impresionados. Un profesor me pidió que les hablara del “Ride to Freedom” a mis compañeros de clase, y otro incluso me dijo que quedaba exento del examen final debido a mi participación en este proyecto.

El segundo permiso que tuve que conseguir fue el de mi madre, quien no practica Falun Dafa. Era muy posible que ella no me dejara ir. Sin embargo, tenía pensamientos rectos muy fuertes; sin importar lo que me iba a decir, iba a participar en el proyecto, porque era mi oportunidad de salvar seres conscientes. Cuando le hablé a mi madre sobre mi participación, ella aceptó sorprendentemente rápido y fácil. ¡Gracias, Maestro!

Superando las tribulaciones físicas

El viaje comenzó el 1 de junio. El primer día fueron solamente 20 millas y nos tocaban 7 millas por grupo. Sin embargo, era una zona montañosa, y no fui capaz de recorrer las 7 millas. Sentía mis piernas adoloridas y pesadas, estaba respirando con mucha dificultad e iba muy lentamente. Me di por vencido después de unas tres o cuatro millas. Luego me sentí muy avergonzado de mí mismo y, aunque dije que ya no me daría por vencido, a los pocos días, cuando tuve que montar la bicicleta otra vez, abandoné nuevamente.

El día que llegamos a Utah, fue el turno de mi grupo a montar otra vez. Este viaje era extremadamente difícil, porque casi todo el tramo era un camino cuesta arriba. Fue el esfuerzo más grande que jamás había hecho y muchas veces pensé en abandonar. Sin embargo, en esos momentos, pensé en el Maestro, le pedí que me ayudara, y logré llevar a cabo el viaje de dos horas junto con mis compañeros de equipo. Después de ese día, cada vez que el viaje se volvía difícil, le pedía al Maestro que me ayudara, y siempre podía atravesarlo. En otra ocasión, nos encontrábamos en Kansas. El viento soplaba fuertemente en dirección contraria. La sensación era similar a una subida muy empinada. Sin embargo, fui capaz de viajar 40 millas y ni siquiera me sentí cansado al finalizar. ¡Gracias, Maestro!

Pronto siguió otra prueba. Al día siguiente, me caí muy fuerte y me corté un pedazo de carne de la rodilla. Debido a que la herida era muy profunda, mis compañeros me cuidaron mucho pero, por esa razón, surgió el apego al egoísmo. No podía dejar de llorar, no por el dolor, sino porque sentía que estaba arrastrando a mi equipo hacia abajo. Sentía que no podía hacer nada solo, y se me movió mucho el corazón. En realidad, ese pensamiento me había limitado. Al comienzo, cuando me caí, aún fui capaz de caminar normalmente, pero más tarde, en la noche, al doblar la rodilla, me dolió mucho, así que empecé a cojear y después cojeé por varios días, aunque era sólo una herida. Muchos de mis compañeros y también los adultos me dijeron que caminara normalmente, ignorando la herida, pero no pude hacerlo. Cuando hice la meditación, mantuve la pierna recta. Tampoco quise montar la bicicleta.

Sin embargo, pronto me di cuenta que esto estaba mal. Estaba participando en este proyecto para salvar a los seres conscientes y la manera de hacerlo era montando la bicicleta. Tres días después de la caída, durante la meditación sentada, subí poco a poco mi pierna encima de la otra, en posición de doble loto. Fue muy doloroso, pero logré quedarme sentado así hasta al final. Al día siguiente, monté la bicicleta por primera vez después de la caída. Aunque la rodilla me dolía e iba muy lentamente, seguí recitando en mi mente "!Falun Dafa es bueno!”, “¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!", y el Maestro me ayudó, ya que logré seguir el paso con mis compañeros de equipo durante todo el camino.

Aclarando la verdad

Este proyecto fue también una gran introducción para aclarar la verdad a la gente. Ya que somos jóvenes que nos embarcamos en una misión muy grande, somos capaces de inspirar a mucha gente. Cuando decíamos: "Somos un grupo internacional de jóvenes que recorremos en bicicleta 3.000 millas", muchas personas estaban dispuestas a escucharnos. Sin embargo, soy una persona muy tímida y nunca he sido bueno para hablar con la gente o clarificar la verdad. Al principio del viaje, en general me quedaba cerca de mis compañeros mientras ellos hablaban, con el fin de dar la impresión de que los estaba ayudando. Por ejemplo, en Denver, en donde pasamos un día entero, sólo tomé unos pocos 'selfies', en cambio, como grupo, tomamos aproximadamente 150 'selfies'.

Shifu dijo:

“Por supuesto hacen cosas de Dafa, otros ven la superficie, pero de hecho, muchos tienen apegos en el corazón y la gente no lo puede ver. Hay muchas cosas que no pueden abandonar y están enterradas profundamente; también saben que esas cosas no son buenas, incluso tienen miedo de que otros sepan”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva York 2015)

Me di cuenta que no importaba cómo me sentía cuando hablaba con la gente, lo importante para mí era aclarar la verdad y salvar a todos los seres conscientes posibles.

Una vez que cambié mi mentalidad, hubo un cambio drástico. Cuando estuvimos en Chicago, pasamos dos horas atravesando dos calles, tratando de aclarar la verdad a tantas personas como era posible. En esas dos horas, un compañero y yo tomamos casi 30 'selfies', y casi 200 juntos, como grupo. Cuando estábamos aclarando la verdad en Baltimore, aunque había menos gente, casi todas las personas con quienes hablamos fueron extremadamente entusiastas y solidarias y nos preguntaron dónde encontrar más información y cómo donar.

Con respecto a la cultivación personal

El proyecto “Ride to Freedom”, más que nada, nos proporcionó un gran entorno de cultivación. Estar con muchos practicantes jóvenes diligentes me permitió ver mis deficiencias. En realidad, en el pasado, no era muy diligente. No estudiaba el Fa y tampoco hacía los ejercicios todos los días, así que mi comportamiento en la vida cotidiana era pobre. A menudo mi corazón se movía por cosas muy triviales y era muy difícil mantener bien mi xinxing. No me había dado cuenta totalmente de la grandeza de Dafa pero, al participar en el proyecto “Ride to Freedom”, vi cómo el poder de Dafa era capaz de ayudar a la gente para que conociera la verdad. Ahora entiendo la importancia de hacer las tres cosas bien.

Me gustaría agradecerle al Maestro por todo lo que ha hecho por nosotros, especialmente en el proyecto “Ride to Freedom”, porque todo salió muy bien y fuimos capaces de obtener mucho apoyo de mucha gente, incluso con muy poca experiencia y con una planificación mínima. Espero seguir mejorando mi propia cultivación y seguir ayudando en los proyectos futuros de Dafa, para asistir al Maestro en la salvación de los seres conscientes.

Por favor señalen cualquier concepto erróneo que pueda tener.

(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación de Falun Dafa del Centro de los Estados Unidos 2015)