(Minghui.org) En cada ciudad importante, los consulados extranjeros ven una gran afluencia de circulación. No es la excepción el consulado chino en Houston, desde ciudadanos chinos cuidando de negocios, hasta gente de otros países solicitando visas de viaje. Para contrarrestar las calumnias del régimen chino y para crear conciencia por los 16 años de persecución de la práctica en China, practicantes de Falun Gong en Houston han mantenido una presencia frecuente en frente del consulado Chino. Con paneles de exposición y volantes acerca de la persecución, le posibilitan conocer a la gente qué está pasando en China. A través de sus esfuerzos, innumerables chinos y personas de otras etnias han recibido información de la persecución del partido comunista hacia Falun Gong y un gran número ha mostrado un gran apoyo a los practicantes de Falun Gong.

La gente firma una petición en apoyo a Falun Gong cerca del consulado chino en Houston.

Apoyo del público

Un día, un practicante de Falun Gong le habló a un hombre caucásico de mediana edad cerca del consulado. Cuando le ofreció un volante, el hombre le contó al practicante con excitación lo que siempre le contaron sus huéspedes de la persecución en China. Había leído de la persecución en un volante en inglés y sintió que era muy importante contarle a gente lo que está pasando en China. Así que ubicó el volante en su mesa del comedor y siempre que tiene visitas, les muestra el volante y les cuenta de la persecución.

Apuntando hacia el panel de exposición acerca de la sustracción forzada de órganos de practicantes vivos de Falun Gong, una mujer china preguntó: “¿Eso es cierto?”. Un practicante de Falun Gong le contestó: “Sí, todavía está pasando. Hospitales y campos de concentración están secretamente cometiendo crímenes contra practicantes de Falun Gong”. La mujer estaba conmovida al escuchar esto. Le pidió al practicante que le diera un volante, así pudo tomarle fotos y enviárselas a su madre en China. También planeó enviar volantes a través de un programa online de redes sociales, así más gente sabría de esto.

Los practicantes de Falun Gong también despliegan banderas cerca del consulado chino, con los mensajes: “Dejen de perseguir a Falun Gong”, “Demanda global contra Jiang Zemin” y “Basta de sustracción de órganos vivos” en inglés y en chino. Mucha gente toma fotos de las banderas y afiches informativos. Cuando un joven hombre chino pareció vacilante al tomar una foto, un practicante le dijo: “Puedes tomar fotos. Muestraselas a tu familia y a tus amigos. No serás capaz de encontrar estas fotos en China. Aquí está la razón”. El joven hombre comenzó inmediatamente a tomar fotos. Dos mujeres chinas que escucharon la conversación también tomaron fotos de las banderas.

Un taiwanés que ya había oído de la persecución le dijo a un practicante de Falun Gong: “El partido comunista chino (PCCh) es malo”. Han trabajado mucho. ¡Sus banderas son geniales! ¡Qué gran trabajo están haciendo! Los respeto por lo que han hecho. Mantengan su gran trabajo. ¡Los apoyo!

Un día, una joven mujer americana saludó a los practicantes de Falun Gong. Aunque el practicante no hablaba mucho inglés y la joven mujer no hablaba chino, usó su celular para traducir. La joven mujer preguntó: “¿Qué puedo hacer para ayudar a Falun Gong?”. El practicante le dijo que podía firmar la petición llamando a poner fin a la extracción forzada de órganos del PCCh. La joven mujer con mucho gusto firmó para mostrar su apoyo.

Un diplomático de África occidental preguntó: “¿Cómo no escuché de la persecución cuando estaba en China? ¿Podrían darme un volante en Chino?”. Mi esposa es china. Se lo mostraré”. Firmó sin dudar la petición. Muchas personas firmaron tan pronto como escucharon la presentación de los practicantes.

Confusión aclarada

Cuando los practicantes de Falun Gong comenzaron sus esfuerzos de divulgación en el consulado chino hace muchos años, algunos chinos que habían sido engañados por la propaganda del PCCh los amenazaron: “¡Serían arrestados si estuvieran en China!”. Los practicantes de Falun Gong se negaron a sentirse desalentados. Algunos chinos asustados pensando que el PCCh se vengaría de los practicantes preguntaban: “¿No están preocupados por su seguridad?”. Los practicantes respondieron que este es un país democrático, un país con libertad y que estaban seguros aún enfrente del consulado chino.

Algunos chinos preguntaban: “¿Quién los envió aquí? ¿Quién les pagó? ¿Cómo saben de las sustracción de órganos?”, a lo cual los practicantes replicaron: “Somos voluntarios que le contamos a la gente estos hechos. Nadie nos paga una moneda. Pagamos por este material informativo de nuestro propio bolsillo. Las sustracción de órganos está ocurriendo en toda China. Muchos testigos se han atrevido a testificar estas atrocidades”. Mucha gente china está agradecida por conocer de la persecución.

Un estadounidense dijo que no había escuchado nada acerca de la persecución cuando había estado en China. Un practicante le dijo que el PCCh ha bloqueado toda la información acerca de la persecución, incluyendo cualquier información en Internet. Por lo tanto, es muy difícil para la gente en China escuchar acerca de esto. El hombre firmó la petición y prometió contarle a toda la gente que conocía sobre la persecución.

Un hombre chino tomó un volante y una copia de los "9 Comentarios al partido comunista” y les dijo a los practicantes: “Han estado trabajando duro. Los admiro profundamente".

Cuando una familia de cuatro salió del consulado chino, un practicante le dio un volante al hombre. Dijo que había escuchado de la persecución y de renunciar al PCCh por su propia seguridad, pero tenía algunas dudas. “No pienso que el PCCh sea bueno, pero estamos preocupados que nuestros hijos experimenten represalias”. Su hija, que se había unido a los jóvenes pioneros, dijo: “Me gustaría renunciar”. El practicante dijo: “¿De que estás temeroso, si tu hija no está preocupada? Serás bendecido cuando renuncies”. El hombre estaba complacido de poder escribir los nombres de toda su familia, para así renunciar a todas las organizaciones comunistas a las que antes se habían unido.

Un grupo de coreanos vino al consulado chino. Uno era fotógrafo profesional de un diario. Tomó fotos de los afiches y banderas de los practicantes y pidió más información. También dejó su tarjeta personal. El grupo tomó volantes en inglés y agradeció a los practicantes por contarles de la persecución.