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Mis apegos causan conflictos familiares

Mi vida ha sido muy tranquila. Cuando era joven, mis familiares eran muy afectuosos conmigo. Después de casarme, mi marido ha sido siempre muy cariñoso. Tenemos un hijo y una hija. Son unos chicos excelentes y son elogiados por los demás. Durante su infancia, era muy estricta. Durante mucho tiempo, no me daba cuenta que escondía detrás de mis acciones mi apego a la fama.

Después de comenzar a practicar Falun Dafa, me encargaba de tomar todas las decisiones familiares. Incluso después de empezar a practicar, mi carácter no tuvo un cambio fundamental. A menudo todavía imponía mis puntos de vista a los demás.

Mis hijos también se convirtieron en practicantes de Dafa. A menudo recibía felicitaciones de otros practicantes sobre mi familia. Sin embargo, esto causaba que mi apego al fanatismo de presumir se incrementara. Pensé que mis hijos debían enfocarse en los proyectos de Dafa y que no había necesidad para ellos de tener un trabajo común o incluso tener que casarse con el fin de evitar ser contaminados por la sociedad. Cuando algunos practicantes me recordaban que mis hijos tenían edad suficiente para trabajar y tener su propias familias, me reafirmaba en mi opinión. Pensaba que tenía una buena cultivación y estaba en lo correcto. Por tales extremos, causé conflictos familiares.

Nuestra familia había perdido la harmonía. Mi marido creía que era muy extremista, y estaba más y más en desacuerdo conmigo. No me hablaba y a menudo se metía conmigo, culpándome por todo tipo de cosas. A su vez, desarrollé resentimiento hacia él. A veces, pensaba que a lo mejor esto era una oportunidad para eliminar mi sentimentalismo hacia él, pero el resultado es que no podía mirar hacia dentro lo suficiente.

Leía libros de Dafa cada día, y todavía mis ojos siempre estaban fijados en los errores de los demás. Usando mi entendimiento superficial del Fa, impuse mi opinión a los demás. Pensé que era para su propio bien, pero no admitía mi apego fundamental. Estaba enfocada en que estaba en lo correcto y en quien estaba equivocado en lugar de cultivarme y mejorarme.

Como resultado, nuestros conflictos familiares se prolongaban durante mucho tiempo. En ciertos momentos, mi marido se enfadaba solo de verme. Me lanzaba ataques cuando había invitados. En la superficie, era capaz de soportarlo, pero verdaderamente lo sufría interiormente.

Estudiando el Fa y cultivando verdaderamente

Durante los últimos siete años, salía cada día a aclarar la verdad sobre Falun Dafa a la gente, y solía ayudar a abandonar el partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas a más de una docena de personas. Muchas veces el Maestro me protegía cuando me encontraba con algún peligro. Mi marido me remarcaba que me comportaría como un practicante solo cuando saliera a aclarar la verdad. Al final me di cuenta que no debía pensar que salir a aclarar la verdad puede reemplazar la propia cultivación. Decidí que debía mejorarme fundamentalmente.

Incrementé mi tiempo de estudio del Fa. Cada día, pasaba la mañana o la tarde aclarando la verdad. El resto del día, leía y memorizaba el Fa.

Con el tiempo, podía recitar fluidamente Zhuan Falun de memoria. Mientras estudiaba el Fa, siempre me sentaba en doble loto y sostenía el libro con ambas manos frente a mi. Hacía los ejercicios siempre que el tiempo me lo permitía, y dormía muy poco por la noche; sin embargo, no me sentía cansada en absoluto. De este intenso estudio del Fa, me vino el entendimiento del significado de lo que dijo el Maestro:

“Estudia el Fa sin pereza, cambios durante el proceso vendrán” (“Avancen diligentemente, ilumínense rectamente”) Hong Yin Volumen II

Primeramente, mi resentimiento hacia mi marido desapareció. Por el contrario, me sentía muy agradecida. Ya no me molestaba, a pesar de cómo me había tratado. Mientras tanto, no aguanté sus criticas pasivamente. Me recordaba bondadosamente: La armonía en mi familia es importante, y nuestra mentalidad combativa es parte de la cultura del PCCh y nos hace a todos infelices.

Mejora del ambiente después de cambiar mi pensamiento

Cuando dejé ir mi sentimentalismo, apareció en su lugar la benevolencia. Cuando tratas a alguien con compasión, ese ser puede cambiar. Esto es lo que le sucedió a mi marido. Cuando le traté con compasión, cambió. Dijo a nuestros hijos: “Vuestra madre realmente cambió después de cultivarse. Todo lo que hice la conmovió y me trata muy amablemente”.

El entorno cambia de acuerdo con los cambios en el corazón del practicante. Ahora no hay tensión en nuestra familia. Mi marido es feliz y sonríe todo el tiempo.

El Fa es profundo. Mi entendimiento es muy limitado, y estaba equivocada al imponer mis pensamientos a los demás. Lo que estaba detrás de mi comportamiento era los apegos todo el tiempo, a completar mi cultivación y yo misma.

Mis hijos son practicantes de Dafa. Cada practicante tiene su propio camino. No depende de mí organizar la vida de los demás. No soy mejor de lo que son ellos en la cultivación. Ellos son discípulos del Maestro, y el Maestro arreglará lo mejor para ellos. Desde mi corazón, creo en Shifu.