[Minghui Net] La practicante de Falun Gong, Wang Qiaolan del condado de Pingding, ciudad de Yanquan, provincia de Shanxi, fue encarcelada por el partido comunista chino (PCCh) durante nueve años. El PCCh recientemente la arrestó e intentó condenarla ilegalmente una vez más.

El agente Duan Fuming de la oficina 610, en el condado de Pingding alegó que estaba actuando bajo las órdenes de su superior, Yang Yanhong, secretario del comité de asuntos legales y políticos, del condado de Pingding, para arrestar a la Sra. Wang. Yang dijo que estaba “contra el partido y el comunismo”. La fiscalía del condado de Pingding alegó que siempre que crea en Falun Gong o si estuvo alguna vez encarcelada por practicar Falun Gong, será condenada.

El 6 de noviembre de 2012 a las 17:00 la Sra. Wang, que estaba de negocios en la ciudad de Shijiazhuang, se dirigía del trabajo a su alojamiento cuando fue arrestada por Duan Fuming y otros tres oficiales. Algunos transeúntes les preguntaron por qué arrestaban a la gente de manera informal. Duan Fuming contestó sarcásticamente: “Puedes llamar al 110” (el equivalente al 112 en China) y luego se marcharon.

La familia fue al departamento de policía local dos días después y les dieron una citación. Tres días después les dijeron que la Sra. Wang había sido detenida y que estaba en el centro de detención de la ciudad de Yanquan.  

Anteriormente trabajaba en el departamento de comercio del condado de Pingding. En 1999, el PCCh empezó la persecución a Falun Gong y los medios de comunicación pública mancharon deliberadamente su reputación. Para apelar en nombre de Falun Gong, llevó a su hija menor al gobierno provincial y a Beijing. Fue arrestada y condenada a tres años de cárcel. Cuando acabó su condena y volvió a casa, la policía la vigilaba diariamente durante todo el día. Para poder ganarse la vida, tenía que ir a otra ciudad a trabajar. Entonces la policía iba a casa de sus parientes para acosarles y amenazarles, y hasta se llevaron la foto de la Sra. Wang para visitar a los vecinos de sus parientes, diciéndoles que vigilaran sus actividades. Sin otra elección, la Sra. Wang tuvo que volver a casa y llevar una pequeña tienda para ganarse la vida. En unos días, la policía fue a su casa para registrarla y la arrestaron de nuevo. Menos de un año después de liberarla de prisión, fue condenada a seis años de cárcel.

Mientras estaba encarcelada, sufrió todo tipo de torturas. Una vez los guardias la privaron de dormir durante más de 40 días. Le forzaban a sentarse en una pequeña banqueta durante mucho tiempo, era expuesta al sol abrasador (por el golpe de calor se desmayó una vez) y le obligaban a hacer trabajo esclavo.

Nació en una familia en el campo y su padre murió cuando era muy joven. Su tercera hermana mayor tenía una enfermedad cardiaca congénita y cuidaba de ella cuando podía. Cuando se casó, se llevó a su hermana a casa. Ella y su marido cuidaron de su hermana hasta que murió. Además, la Sra. Wang tenía una muy buena reputación entre sus vecinos y colegas. Vivía según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, aunque el PCCh la perseguía con frecuencia. El año nuevo chino se acerca pero una vez más está en la cárcel. ¿Cómo pueden sus familiares no estar enfadados?

Desde que la arrestaron ha estado en huelga de hambre para resistirse a la persecución y actualmente su vida está en peligro. Sus familiares contrataron a un abogado pero el departamento de policía del condado de Pingding ha salido con todo tipo de excusas para evitar que este la vea.

Seguiremos el progreso de este caso y esperamos que la gente de la comunidad internacional también preste atención.