(Minghui.org) Tengo 79 años y practico Falun Dafa desde hace más de 20 años. Cuando tuve tribulaciones con mi esposo, miré hacia dentro y dejé ir mis apegos. En el angustioso proceso de mejorar mi xinxing, sentí verdaderamente que sin la guía del Fa y la protección del Shifu, habría sido muy difícil llegar hasta hoy. Me gustaría contarles algunas de mis experiencias de cultivación.

Mi esposo y yo éramos compañeros de clase. Pensé que era inteligente y recto, así que me casé con él. Mi familia vivía en la ciudad y éramos relativamente pudientes, mientras que la suya provenía del campo. Tenía muchos hermanos y su familia era pobre. Después de casarnos, mi esposo solía enviar dinero a su familia, lo que supuso una pesada carga para nuestro hogar. Me sentía molesta. Intentaba dominarme y a menudo me hablaba con dureza y me regañaba. No podía aceptarlo y poco a poco le fui guardando resentimiento. Antes de empezar a practicar Falun Dafa, este resentimiento, acumulado con el tiempo, me pesaba como una montaña y era muy difícil de eliminar.

Después de comenzar a practicar la cultivación, con el estudio constante del Fa, seguí buscando las raíces de mi resentimiento, durante el proceso de mejorar mi xinxing. Las enseñanzas de Shifu gradualmente me dieron entendimientos e iluminación. Me di cuenta de que anhelaba una vida hermosa: quería disfrutar de la felicidad, el romance y ser pudiente. Mi esposo no podía proporcionarme estas cosas, así que, influenciada por estas nociones, mi resentimiento creció. Sin embargo, como practicante de Falun Dafa, entendí que vine a este mundo humano para soportar tribulaciones, eliminar el yeli, regresar a mi verdadero ser y asistir a Shifu en la rectificación del Fa. Con el estudio continuo del Fa y las enseñanzas de Shifu se disolvió gradualmente mi resentimiento. Me di cuenta de que estos apegos eran nociones adquiridas, no mi verdadero ser. Mi verdadero ser es puro y está alineado con las características de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Estos apegos adquiridos deben, en última instancia, ser eliminados mediante la cultivación.

Muchos practicantes fueron a Beijing a pedir por Dafa cuando comenzó la persecución en 1999. Yo fui en el año 2000, pero me arrestaron y me llevaron a un centro de detención. Un mes después, mi esposo conspiró con la policía para que me internaran en un hospital psiquiátrico. Me trataron como a una enferma mental. Me ataron a una cama y me obligaron a ingerir medicamentos y drogas que dañan el sistema nervioso a diario. Esto continuó durante mucho tiempo. Más tarde me di cuenta de que si no hubiera sido una practicante protegida por Shifu, habría perdido la razón.

Cuando la familia de otro paciente vino de visita, les pedí prestado el teléfono y llamé a mi esposo para pedirle que me sacara. Sabía que me habían ingresado allí gracias a una firma familiar, y que solo con su consentimiento podían darme de alta. Mi esposo exclamó: "¡Quédate ahí!", y colgó. Sentí rabia y odio. Sabía que no podía quedarme allí; tenía que salir para validar el Fa. Pero sin la firma de mi esposo no tenía forma de irme. No sabía cómo reaccionar. Desesperada, lloré y armé un escándalo, pensando que, si no me dejaban salir, preferiría morir para demostrar mi determinación. Los médicos, temerosos de ser considerados responsables si algo sucedía, contactaron a mi esposo y me dieron de alta. Esta experiencia solo profundizó mi resentimiento hacia él.

Volví a Beijing para validar el Fa. Me arrestaron y me enviaron de nuevo a un centro de detención. Mi casa fue saqueada varias veces, y la policía local me internó de nuevo en un hospital psiquiátrico. Debido a esto, mi esposo soportaba una enorme presión mental, así que, ya estando en casa, a menudo me maldecía e insultaba. Cuando no pode soportarlo más, le pregunte enfadada. Grité: "¿Qué clase de esposo eres? ¿Cómo pudiste enviar a tu esposa a un hospital psiquiátrico? ¿Sabes cuánto sufrí allí?". Él puso excusas y dijo que me envió allí porque temía que me enviaran a un campo de trabajo. Así, mi resentimiento hacia él solo creció, acumulándose como un enorme iceberg que me oprimía.

Las enseñanzas del Shifu disolvieron el resentimiento en mi corazón. Mediante el estudio constante del Fa, finalmente me di cuenta de que le debía algo; quizás en una vida anterior le hice mucho daño y debo pagar las deudas. Este es un principio divino, así que ya no debería guardarle resentimiento a mi esposo. La enseñanza del Shifu de "Así que ya ganas por cuatro" (Cuarta LecciónZhuan Falun) me iluminó y el iceberg del resentimiento se derritió gradualmente.

A medida que mi xinxing mejoraba, mi esposo también cambiaba. Sufrí persecución muchas veces y él soportó mucho miedo y presión por ello. Cuando se enfrentó a la policía, su postura se volvió recta y dejó de cooperar con ellos. Especialmente después de que demandé a Jiang Zemin, exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh), por iniciar la persecución a Falun Dafa. La policía vino a acosarme, y él habló con un fuerte sentido de justicia, diciendo: "Mi esposa no ha cometido ningún delito. ¡Lo que está haciendo es correcto!". Más tarde, buscó en internet, encontró los documentos legales que demostraban que Falun Dafa no es una secta, junto con las leyes constitucionales pertinentes, y me los proporcionó para que los descargara. Dijo: "Si la policía vuelve, simplemente usa la ley para razonar con ellos".

Mi esposo sufría de enfermedades cardíacas, diabetes y otras dolencias. Lo cuidé meticulosamente, como corresponde a los estándares de un cultivador. Él reconoció que Falun Dafa es bueno y también abandonó las organizaciones del PCCh. Nunca interfirió conmigo cuando estudiaba el Fa, hacía los ejercicios o aclaraba la verdad. Un día, mientras yo estaba fuera, se cayó y no pudo levantarse durante mucho tiempo, pero no me culpó. Aunque ocasionalmente se caía, nunca se lastimaba. A pesar de tener muchas enfermedades, nunca sentía dolor. Sabía que Shifu lo protegía, porque tomó la decisión correcta y, por lo tanto, recibió bendiciones.

Durante su grave enfermedad, incluso escuchó una lección de Zhuan Falun. Recitó: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” antes de fallecer. ¡Sé que tendrá un buen futuro y me sentí muy agradecida!

Mi esposo pasó la mayor parte de su vida acompañándome, ayudándome a recorrer mi camino de la cultivación. Estoy agradecida por su compañía y profundamente agradecida por la compasiva salvación del Shifu.