(Minghui.org) Después de comenzar a practicar Falun Dafa en el verano de 1995, mis enfermedades desaparecieron. Mi perspectiva de la vida y mi visión del mundo han experimentado una transformación completa. Agradezco profundamente a Dafa y a Shifu por su compasión.

Cuando la persecución por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) era más intensa, nunca tuve la más mínima duda sobre Shifu o Dafa y seguí firmemente mi camino de cultivación. Sin embargo, debido a la falta de estudio del Fa, a que no miré hacia dentro cuando me enfrenté con tribulaciones y a que me aferré a apegos fundamentales, las viejas fuerzas se aprovecharon de mí. Fui arrestada ilegalmente y condenada cinco veces. Las lecciones que aprendí fueron muy duras.

Más tarde me mudé de la gran ciudad a una zona rural.

Mejorando juntos

Es importante que estudiemos bien el Fa. Todos los practicantes locales sabían lo importante que era estudiar el Fa y estábamos ansiosos por formar un grupo de estudio. Había seis practicantes en nuestro municipio, pero como vivíamos muy lejos unos de otros, no era fácil reunirnos. Después de mudarme allí, busqué a otros practicantes, ellos esperaban que yo pudiera formar un grupo de estudio del Fa. Yo vivía con mis familiares no practicantes, pero que sabían que Dafa es grandioso, por lo que nos apoyaron y nos permitieron estudiar el Fa en su casa.

Los practicantes superaron todo tipo de dificultades para asistir a nuestro estudio semanal. Al leer el Fa juntos, eliminamos muchos malos hábitos, como el de quedarnos dormidos y ser descuidados cuando estudiábamos el Fa solos en casa. Hicimos grandes progresos en nuestra cultivación.

Comprendimos lo que dijo Shifu:

“el camino que está colocado frente a los Dafa Dizi es solamente el de cultivarse concretamente, no hay otro camino.” (“Qué es un Dafa dizi”,Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI)

Entendimos que éramos practicantes del período de rectificación del Fa y que teníamos la responsabilidad de ayudar a Shifu a rectificar el Fa, lo que incluía salvar a los seres conscientes. Sabíamos que debíamos poner nuestro corazón en el estudio del Fa y hacer bien las tres cosas que Shifu nos pide que hagamos.

Aclaramos la verdad a los aldeanos y les ayudamos a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh).

Colgamos pancartas cerca de los campos y a los lados de las carreteras con mensajes como: “¡Falun Dafa es maravilloso! ¡Verdad, Benevolencia, Tolerancia es maravilloso!”, “Renuncia al PCCh para mantenerte a salvo”, etc. También escribimos mensajes sobre Dafa en los túneles de la autopista y en los puentes. Todo lo que hicimos sorprendió enormemente a la policía local y a los funcionarios del PCCh.

 Aclarando la verdad

Si no aprovechábamos el momento para aclarar la verdad y salvar a los seres conscientes, temíamos que la gente pudiera ser eliminada durante la rectificación del Fa. Cuando hablábamos con la gente sobre Falun Dafa, repartíamos materiales informativos y DVD de Shen Yun, muchas personas decían: “¡Bien dicho! Te creo. El PCCh es demasiado corrupto y debería ser eliminado”. He estado en Hong Kong, donde había materiales sobre Falun Dafa por todas partes, pero nuestro guía turístico no nos permitió llevárnoslos. Nos dijo que nos registrarían y que era peligroso para nosotros. Por lo tanto, teníamos tanto miedo que no nos atrevimos a llevarnos ningún material.

Algunas personas no creían lo que decíamos y querían denunciarnos a la policía. Cuando la Sra. Min estaba hablando con la gente sobre Falun Dafa en el mercado, un hombre la agarró de la mano y amenazó con denunciarla. La Sra. Min mantuvo la calma. En silencio, envió pensamientos rectos para eliminar los factores malignos detrás del hombre y le pidió a Shifu que le diera poder. Con calma, le dijo: “Te estoy diciendo la verdad por tu propio bien, para salvar tu vida y mantenerte a salvo cuando llegue el desastre. No he infringido ninguna ley, pero tú quieres que la policía me arreste. Eso no es bueno para ti”. Finalmente, él la soltó y no la denunció.

Muchas flores de Udumbara florecieron en los melocotoneros de esta practicante. Ella recogió algunas flores y las pegó en la pared para que los aldeanos pudieran ver las flores de Buda, que solo florecen una vez cada 3000 años.

Me gustaría dar un ejemplo de cómo una persona recibió bendiciones después de comprender la verdad. Un joven aldeano de unos 30 años, que era maestro de escuela, enfermó y no tenía dinero para pagarse el tratamiento. Su esposa se divorció de él y se llevó a su hijo. Postrado en cama e incapaz de trabajar, vivía solo con su madre, ya que su padre falleció joven. Se sentía solo y a menudo pensaba en suicidarse.

Después de que la Sra. Min se enteró de su situación, le habló sobre Falun Dafa, le mostró un DVD de Shen Yun y le dio folletos informativos. También le sugirió que renunciara al PCCh y recitara sinceramente las frases auspiciosas: «¡Falun Dafa es maravilloso! ¡Verdad, Benevolencia, Tolerancia es maravilloso!». Él aceptó todo lo que le dijo y su condición mejoró gradualmente.

Seis meses después, cuando la Sra. Min pasó por delante de la casa de este hombre, vio que esta había sido renovada y que se había construido un muro perimetral. Se detuvo para ver qué había pasado y se encontró allí al joven profesor. Parecía una persona completamente diferente: estaba sano y activo. Se alegró mucho por él.

Superando las tribulaciones con pensamientos rectos

Una vez le aclaré la verdad a un guardia de seguridad en una comunidad rural. Le hablé de Dafa, de la “piedra con caracteres ocultos”, de renunciar al PCCh y de muchas otras cosas. Cuando le pregunté si se había afiliado al PCCh, me respondió que no. Estaba a punto de decirle que recitara sinceramente las frases auspiciosas, pero me detuvo y me dijo con cara de enfado: “Soy miembro del PCCh. Me retiré del ejército. Tú has repartido folletos en nuestra comunidad, ¿verdad? Eres anti partido” y llamó a la policía para denunciarme.

No tenía miedo, le pedí al Shifu que me diera fuerza. También envié pensamientos rectos para que su llamada no se estableciera. Lo vi manipular su teléfono durante mucho tiempo, pero no pudo comunicarse con el número de emergencias. En ese momento crítico, una mujer se acercó corriendo y exclamó: “¡Rápido! ¡Llame a la administración del edificio! ¡Hay un niño atrapado en el ascensor!”.

El guardia de seguridad llamó inmediatamente a la administración de la propiedad y yo me fui y no intentó detenerme. Sabía que Shifu estaba a mi lado.

Hubo otro incidente memorable en junio de 2013. La Sra. Min y yo salimos en su triciclo eléctrico. Después de hablar con una mujer de unos 40 años sobre Falun Dafa, ella dijo: “Mi amiga también practica Dafa y fue arrestada”.  Le pregunté: “¿Tu amiga te habló antes sobre Falun Dafa y la persecución? ¿Alguna vez te pidió que renunciaras al PCCh?”. 

“No, yo tampoco creo en eso”, respondió ella.

Dijéramos lo que dijéramos, ella no quería escucharlo. Decidimos dejarla en paz y hablar con otras personas.

Cuando regresábamos, vi que esta mujer estaba haciendo una llamada. No le presté mucha atención. La Sra. Min y yo nos separamos y nos dirigimos a casa. Mientras caminaba, hablé con más gente sobre Falun Dafa. Cuando estaba hablando con una persona mayor que trabajaba en el campo, un coche de policía se detuvo delante de mí y salieron tres agentes de policía de unos 20 años. Sin decir nada, me agarraron e intentaron empujarme dentro de su vehículo. No me asusté. Me resistí y dije: “No he infringido ninguna ley. ¿Por qué me arrestan a plena luz del día?”.

Me dijeron: “Alguien te ha denunciado por hablar sobre Falun Dafa, que está prohibido por el gobierno. ¿Dónde se ha ido la otra anciana?”.

“¿Dónde dice que Falun Dafa sea ilegal?”, les pregunté desafiante.

Me respondieron: “Deja de hablar tanto y ven con nosotros”.

En silencio, le pedí ayuda a Shifu y grité: “¡Falun Dafa es maravilloso! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es maravilloso!”.

Me ordenaron que sacara mi tarjeta de identificación, pero les dije que la había dejado en casa. Mientras no miraban, saqué discretamente la tarjeta de identificación de mi bolso y la guardé en el bolsillo de mis pantalones. Me dijeron que subiera al coche y que iríamos a casa a buscarla. Les dije que no subiría a su vehículo y les pregunté qué pasaría si yo caminaba delante y ellos me seguían.

Se negaron y trataron de meterme a la fuerza en el coche. Entonces se abrió la puerta trasera y alguien me agarró del brazo derecho. Yo le agarré del cuello con la mano derecha y empujé con fuerza contra la puerta, con un pie apoyado contra el coche. Otra persona me agarró del brazo izquierdo y me empujó dentro del coche. Otra persona se asomó por la puerta delantera, me agarró de la mano izquierda y tiró con fuerza. En ese momento, el agente que me sujetaba del brazo derecho, abrumado por mi resistencia, me dijo que lo soltara.

Les dije con firmeza: “Son ustedes los que me están arrestando, así que deberían soltarme”. Cuando me soltaron entonces yo también los solté.

Me di cuenta que el poder de Dafa es inmenso. Tenía a Shifu, ¿cómo iban a poder empujarme dentro del coche? Entonces, el policía de la derecha llamó enfadado a la División de Seguridad Nacional y dijo: “Hemos arrestado a una practicante de Dafa aquí, envíen ayuda rápidamente”.

Envié pensamientos rectos para eliminar los factores malignos, los demonios podridos y los secuaces oscuros que había detrás de ellos, con el fin de impedir que vinieran más agentes de policía. Cuando terminó la llamada, me dijo con malicia: “¡Ya verás! ¡Cuando venga la División de Seguridad Nacional, podrás hablar con ellos!”. Como no podían sacarme de allí, registraron mi bolso a la fuerza y confiscaron todo lo que había dentro.

Pensé: “Los agentes de policía también son vidas que hay que salvar, por lo que deberían leer esos materiales con atención”. En mi labor diaria de aclarar la verdad, no siempre era fácil llegar a ellos. Les pedí que no persiguieran a Dafa, ya que Dafa es el Fo Fa más elevado del universo. Les dije que las personas que practican Falun Dafa son buenas personas y que Dafa solo trae beneficios a las personas y a sus naciones, sin causar el más mínimo daño. Les pedí que reflexionaran por sí mismos y que se preocuparan más por sus familias.

Los tres agentes estuvieron llamando durante mucho tiempo, pero nadie de la División de Seguridad Nacional acudió. Aun así, no dejaban que me marchara. Intentaron dos veces meterme en el coche a la fuerza, pero fracasaron en ambas ocasiones. Finalmente, agotados, tuvieron que rendirse. Me dijeron: “Vete ya”. Entonces me fui a casa.

Pensando que podían intentar engañarme, di unos pasos y luego miré hacia atrás y efectivamente, no había ningún coche siguiéndome. En ese momento, se me llenaron los ojos de lágrimas, no podía expresar plenamente mi gratitud a Shifu.

Al recordar mi camino de cultivación, las primeras cinco veces que fui arrestada y perseguida, sabía que había sucedido porque había defraudado a Shifu. No había estudiado bien el Fa ni me había cultivado de manera sólida. Tampoco tenía una fe firme en Shifu y en Dafa. En el momento crítico no pude recordar pedirle ayuda a Shifu. Cuando me asimilé al Fa, sus principios se hicieron cada vez más claros. Pude acordarme de Shifu en el momento crítico, Shifu está justo a mi lado. Siempre puedo superar el peligro y permanecer sana y salva.

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!