(Minghui.org) Una residente de 79 años de la ciudad de Yueyang, provincia de Hunan, enfrenta proceso judicial tras su undécimo arresto por practicar Falun Gong, una disciplina espiritual que persigue el régimen comunista chino desde 1999.
La Sra. Guo Danxia, contable jubilada de la Compañía Petrolera de la Ciudad de Yueyang, fue arrestada el 15 de mayo de 2025 por más de diez agentes de la División de Seguridad Nacional del Distrito de Lou en Yueyang y de la División de Seguridad Nacional de la Ciudad de Linxiang.
La policía allanó el domicilio de la Sra. Guo sin orden judicial y le confiscaron sus libros de Falun Gong y el reproductor MP3 que utilizaba para reproducir la música de los ejercicios. Afirmaron que una cámara de vigilancia la grabó distribuyendo material informativo sobre Falun Gong en la cercana ciudad de Linxiang el día anterior.
Debido a su hipertensión, la Sra. Guo no fue ingresada cuando la policía la trasladó al Segundo Centro de Detención de la ciudad de Yueyang por la tarde. Permaneció retenida en el Departamento de Policía de la ciudad de Linxiang durante la noche y al día siguiente fue trasladada al Hospital Guangji, donde permanece retenida desde entonces.
Un procurador de la Procuraduría de la ciudad de Linxiang tomó declaración a la Sra. Guo en el hospital el 10 de junio. Ella se negó a responder preguntas. El procurador aprobó su arresto poco después y la acusó de distribuir más de diez folletos diferentes de Falun Gong, aunque la policía no pudo proporcionar las imágenes de la distribución de dichos materiales.
La Procuraduría de la ciudad de Linxiang está en proceso de transferir el caso de la Sra. Guo a la Procuraduría del Condado de Pingjiang.
El último arresto de la Sra. Guo fue precedido por una sentencia de prisión de tres años y dos meses, entre el 18 de marzo de 2020 y el 17 de mayo de 2023. Antes de su sentencia, fue ingresada en un hospital psiquiátrico en junio de 2020 y obligada a tomar psicofármacos, a pesar de no padecer ninguna enfermedad mental. La Sra. Guo comenzó a experimentar dificultad para respirar e insomnio, y a menudo sufría delirios como consecuencia de los fármacos.
Quienes la conocen no pueden comprender por qué una ciudadana tan respetuosa de la ley está siendo perseguida de nuevo por practicar su fe. Ella y su difunto esposo, el Sr. Wang Xuguang, formaban una familia ensamblada. Ella ayudó a criar a sus tres hijos. Tras enfermar y quedar paralítico, sus hijos rara vez lo visitaban, pero la Sra. Guo lo cuidó con esmero.
Tras el fallecimiento del Sr. Wang, sus hijos lucharon por la casa y otros bienes de la pareja. Siendo practicante de Falun Gong, la Sra. Guo no se defendió y se mudó de casa con su hijo. La hija soltera del Sr. Wang, quien padecía una grave enfermedad, se mudó a la casa. Esta hija falleció unos años después y sus dos hermanos quisieron hacerse cargo de la casa. La Sra. Guo firmó el contrato de transferencia de propiedad sin dudarlo. Su hijo tiene que trabajar en dos empleos para ganarse la vida. Con su madre detenida de nuevo, lucha por cuidar de sus dos hijas: una de cuarto y otra de primer grado.
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