(Minghui.org) Soy muy afortunada de ser practicante de Falun Dafa y de estar bajo la protección compasiva de Shifu en todo momento. He experimentado mucho. Me gustaría compartir mi experiencia personal relacionada con la retribución del ye de mis vidas pasadas, tal como me lo reveló Shifu.

Vida antes de practicar Dafa

Desde que tengo memoria, mis padres se han peleado a diario. Como me parecía a mi padre, cuando mi madre no conseguía ganar una discusión con él, descargaba su frustración conmigo. Me trataba como a una sirvienta, ordenándome hacer todo tipo de tareas. Siempre que no estaba satisfecha conmigo, me regañaba con dureza, a veces incluso con lenguaje vulgar. Si me atrevía a responder, me arrojaba cualquier cosa que tuviera a mano, desde un yugo hasta piedras y ladrillos.

Desde pequeña, me cuestioné si las personas estaban destinadas a soportar abusos sin fin. A menudo imaginaba maneras de terminar con mi vida. Sin embargo, en el fondo, sentía que aún me esperaban cosas importantes, lo que me impidió dejar el mundo así. También consideré huir de casa, pero sin un lugar seguro adonde ir, no tuve más remedio que aguantar. Sin el apoyo de mi familia y amigos, buscaba consuelo en los libros durante mi tiempo libre y volcaba mi dolor y confusión en diarios, buscando sanación a través de las palabras.

Viví así hasta que terminé la escuela. Después, conseguí un buen trabajo y más tarde me casé con un esposo exitoso. La actitud de mis padres hacia mí cambió drásticamente. Sin embargo, me volví aún más distante y los trataba con frialdad. Creía haber logrado mi objetivo: dejar atrás a mis padres y comenzar una vida mejor.

Sin embargo, al pasar más tiempo con la familia de mi esposo, me di cuenta de que nuestros valores y personalidades eran fundamentalmente diferentes. Su familia estaba muy involucrada en los negocios, tanto profesional como personalmente, y a menudo mostraba un fuerte interés propio. Mi suegro tenía autoridad absoluta en la familia y estaba obsesionado con el dinero, con sus hijos trabajando bajo sus órdenes. Siendo el menor, mi esposo tenía pocas responsabilidades, y en este ambiente, aprendió a ser astuto y servil con sus padres y hermanos. Sin embargo, al enfrentarse a dificultades en su propia familia, desapareció.

Después del nacimiento de mi hijo, mis suegros se negaron a cuidarlo y no me permitieron contratar a una niñera. Tuve que enviar a mi hijo a la guardería a los dos años, donde enfermaba a menudo. No quería tener nada que ver con ellos y me sentía como una extraña en las reuniones familiares. También estaba cansada de competir por el reconocimiento y el éxito en el trabajo. A menudo cuestionaba el sentido de la vida. Buscando respuestas, deambulaba por librerías y bibliotecas, leyendo libros religiosos, pero seguía sin encontrar lo que buscaba.

Obteniendo Dafa

Un día, me encontré inesperadamente con un viejo amigo al que no había visto en muchos años. Al enterarse de mi mala salud, me sugirió practicar Falun Dafa, compartiendo historias sobre sus efectos milagrosos en la curación de enfermedades y la mejora de la salud. Dudaba que simples movimientos de qigong pudieran curar mis problemas de salud, sobre todo porque creía que se debían al estrés mental. Además, considerando la continua persecución a Falun Dafa, dudaba en arriesgarme. Sin embargo, su actitud tranquila y apacible me impresionó profundamente, despertando mi curiosidad por la práctica. Cuando le pregunté si había libros disponibles, con gusto y rapidez me entregó un ejemplar de Zhuan Falun.

Después de leer el libro, me di cuenta de lo extraordinario que es. Respondía a muchas de mis preguntas sobre la vida con claridad y sencillez: preguntas como porqué sufre la gente o para qué vivimos. Cuanto más leía Zhuan Falun, más me gustaba. Comencé a practicar Falun Dafa, no con la intención de curar mis enfermedades, pero, inesperadamente, todas mis dolencias desaparecieron, incluyendo hiperplasia mamaria, úlcera gástrica, urticaria alérgica y muchas otras que me habían aquejado durante años. Estar libre de enfermedades era maravilloso. Con mi insomnio curado, dormía bien, e incluso en las noches que no dormía mucho, me sentía llena de energía y de buen humor.

Una vez consideré divorciarme cuando mi hijo creciera, pero abandoné esa idea después de practicar Dafa. Respetando los deseos de mi esposo, me mudé con mis suegros para cuidarlos. Cuando mi suegra quedó paralizada, contratamos a una cuidadora a tiempo completo. Todos los días, después del trabajo, ayudaba a la cuidadora a bañar a mi suegra, ya que ella lo disfrutaba. Cuando la cuidadora no estaba disponible, me tomaba un tiempo libre del trabajo para cuidarla en casa, siempre tratándola con paciencia y sin quejarme. Incluso mi cuñada, que rara vez reconoce los esfuerzos de los demás, me admiraba y elogiaba mi dedicación. Todo esto fue posible gracias al poder de Dafa.

Al mismo tiempo, liberé mi antiguo resentimiento hacia mis padres y comencé a visitarlos con más frecuencia, apoyándolos tanto material como espiritualmente. Mis padres han leído Zhuan Falun y, bajo la influencia de Dafa, su incompatible relación ha mejorado. Mi madre ahora cocina con cariño la comida que mi padre disfruta, mientras que mi padre confía voluntariamente su salario a mi madre. Estoy verdaderamente agradecida por la armoniosa relación que disfrutan en sus últimos años.

Mi vida pasada con mi esposo

Un día, descubrí la infidelidad de mi esposo a través de un mensaje de texto en su teléfono. Siempre creí que podía confiar en él el resto de mi vida, pero esa confianza se hizo añicos por su traición. Tras haberme dedicado por completo a nuestra familia, me sentí desconsolada. Esa noche, no pude contener las lágrimas durante la meditación.

Shifu me reveló la relación de ye entre mi esposo y yo en nuestras vidas anteriores. En aquel entonces, yo también era su esposa y él era un próspero hombre de negocios. Vivíamos en un país de Oriente Medio. Como budista devota, solía ofrecer comida a los monjes viajeros y escucharlos recitar el sutra en mi casa. En una ocasión, mientras mi esposo estaba de viaje de negocios, un monje que pasaba por allí enfermó y se quedó en casa durante muchos días. Lo cuidé sin velo, lo cual mi esposo descubrió a su regreso.

Se consideraba inapropiado que una mujer apareciera sin velo frente a las visitas, por lo que mis acciones le causaron una profunda angustia a mi esposo. Aunque intenté explicárselo, siguió guardando rencor y se deprimió. Recuerdo haberlo visto sentado solo en una alta muralla de la ciudad al anochecer, tocando una melodía triste con un instrumento musical hecho de barro. Ahora me doy cuenta de que tampoco le di todo el cuidado que necesitaba en esa vida. Más tarde, se convirtió a una conducta diferente. A pesar de cultivarse bien en muchos aspectos, finalmente fracasó debido al resentimiento persistente que sentía hacia mí.

Estas reflexiones me ayudaron a comprender porqué mi esposo era desatento, porqué tenía que asumir todas las responsabilidades de la familia y afrontar todas las dificultades sola, por qué le disgustaba la música tradicional con tonos melancólicos y por qué me había sido infiel.

Interactué con él con calma, como si no supiera de su infidelidad, y seguí cumpliendo con mis obligaciones como siempre. Sin embargo, desde la perspectiva del Fa, era plenamente consciente de que sus acciones eran inapropiadas. Por su propio bien, le escribí una carta expresando mis sentimientos: «Como tu esposa, no apruebo tu comportamiento; si crees que esa mujer es más adecuada para ser tu esposa, estoy dispuesta a renunciar a mi posición e irme sin pedir compensación alguna; tus acciones son perjudiciales para tu salud y acumularás mucho ye que tendrás que pagar; te doy tiempo y confío en que encontrarás una solución».

Desde entonces, él ha terminado definitivamente su relación con esa mujer. Ahora se comporta como un esposo devoto y es mucho más abierto conmigo. A veces, me pide consejo y yo considero la situación desde su perspectiva, dejándolo tomar sus propias decisiones. Incluso les dijo a sus amigos que yo era como una hermana confiable y leal para él. Sin la guía de Dafa, nunca habría llegado a tener una mente tan abierta. ¡Gracias, Shifu!

Más revelaciones sobre mis vidas pasadas

Shifu también me reveló en un sueño percepciones sobre mi relación pasada con otro hombre, a quien conocí antes que a mi esposo. En el sueño, me encontraba en el palacio de un país del sudeste asiático. Un rey anciano estaba sentado majestuosamente en su trono; a su izquierda estaba un joven, un príncipe de un país vecino que había venido a honrar su contrato matrimonial con la princesa mayor. A la derecha del rey estaban la joven princesa y su esposo. El benévolo rey le preguntó amablemente a la princesa mayor, arrodillada frente a él, si realmente quería renunciar a todo —el matrimonio y el trono— para ingresar en un convento y dedicar su vida a la cultivación. Ella asintió con determinación. En ese momento, notó que las lágrimas inundaban los ojos del joven príncipe, mientras que su hermana y su cuñado, por otro lado, apenas podían contener la alegría. Al presenciarlo, sintió un dolor inexplicable en el corazón.

Yo era la reencarnación de esa princesa. El joven príncipe renació como compañero mío cuando me incorporé al mundo laboral. Me cuidó en todo sentido y me apoyó activamente. Finalmente, acepté la relación. Sin embargo, justo cuando decidí casarme con él, me dejó por otra mujer, alegando que a mis padres no les gustaba. Me pregunté la verdadera razón de su decisión y me entristecí durante mucho tiempo. No fue hasta que comencé a practicar Falun Dafa que aprendí a dejar atrás el pasado. Shifu me reveló la verdadera razón, permitiéndome finalmente sentirme completamente en paz.

No tengo palabras para expresar mi gratitud a Shifu. Gracias a la guía de Dafa, no voy a la deriva en la vida.