Parecía que estaba ayudando a una compañera practicante, pero era yo la que recibía ayuda

(Minghui.org) Tengo más de 70 años y he practicado Falun Dafa durante 28 años. Shifu me ha cuidado y protegido en cada paso de mi cultivación. Me gustaría compartir un incidente reciente que me obligó a reflexionar y examinarme. Por favor, señalen cualquier cosa inapropiada.

Fue después del Año Nuevo Chino, y estaba entregando materiales de aclaración de la verdad a otros practicantes. Al llegar a casa de Fang, me preguntó: "¿Podrías ayudarme a encontrar a alguien que estudie el Fa conmigo todos los días? Mi nivel de cultivación no ha sido bueno y mi visión se ha vuelto borrosa".

Fang tiene 88 años y es profesora jubilada. Solía ser anfitriona de un grupo de estudio del Fa en su casa, pero se quedó sola después de que un practicante falleciera y otro se mudara de la ciudad para cuidar a un familiar anciano. Acepté ayudarla de inmediato.

Luego fui a casa de Lin. Tras contarle la petición de Fang, Lin y yo adaptamos nuestras rutinas diarias y empezamos a ir a casa de Fang después de cenar para estudiar el Fa y hacer los ejercicios.

Lin y yo somos vecinas y empezamos a practicar Falun Dafa el mismo día. Nos hemos llevado tan bien a lo largo de los años y somos como hermanas. Un día, cuando Lin no estaba, Fang me dijo con dulzura: «Tenemos que cuidar nuestro tono. ¿No está mal hablar con dureza? ¿Podemos realmente completar nuestra cultivación así?». Me daba vergüenza responder.

Me di cuenta de que había estado hablando con Lin con indiferencia y a menudo la criticaba, diciendo: «Shifu nos enseñó a ser “... abriga altas aspiraciones, pero es cauteloso también en pequeños detalles” (El santo, Escrituras esenciales para mayor avance ). Entonces, ¿por qué siempre eres tan descuidada?».

Lin a menudo respondía diciendo que entendía mi punto, pero que no podía decirlo amablemente, ya que mi tono era desagradable.

Pensé: “Te lo he señalado tantas veces y estás criticando mi tono en lugar de abordar el tema”. Ahora me doy cuenta de que yo era el problema.

Lin era despreocupada de algunas cosas triviales, pero tenía muchas cualidades sobresalientes, incluyendo ser extremadamente firme en su creencia en Dafa.

Cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a perseguir a Falun Dafa, ella, miembro veterana del PCCh con más de 30 años de experiencia, eligió firmemente Dafa por encima del PCCh y renunció públicamente al PCCh en una conferencia del Partido organizada por el comité vecinal. Esto ocurrió antes de la publicación de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. Esto era algo que nadie podía hacer sin una profunda fe en Shifu y en Dafa.

También era muy buena dejando atrás la fama y los intereses personales. Tras el fallecimiento de su suegra, invitó a su suegro a vivir con su familia hasta que falleció diez años después. Durante esos diez años, ninguno de los ocho hermanos de su esposo contribuyó con un céntimo; de hecho, disfrutaron de su hospitalidad mientras visitaban a su padre. Familiares y vecinos quedaron impresionados por su generosidad y desinterés.

Me he quedado muy atrás en este aspecto. No debería centrarme siempre en sus pequeños defectos. ¿No es esto simplemente una manifestación de la cultura del Partido?

¿Qué derecho tengo a gritarle a mi compañera practicante? ¿Acaso esto no demuestra claramente que aún conservo fuertes elementos de la cultura del Partido? Además, ahora cultivamos y estudiamos el mismo Fa en este mundo humano, y una vez que completemos la cultivación y estemos a cargo de nuestros propios cuerpos celestiales, la posibilidad de que nos volvamos a encontrar será extremadamente escasa. ¿Por qué no atesoro este tiempo compartido con mi compañera practicante?

Con las viejas fuerzas vigilando de cerca a los practicantes y buscando escapatorias para perseguirnos, ¿acaso mi falta de respeto hacia mi compañera practicante no ha entristecido a Shifu y complacido al mal? ¡Esto significa que, en efecto, me he aliado con las viejas fuerzas! Pensarlo me hizo sudar frío. Aprovecho esta oportunidad para disculparme sinceramente con Lin: «Lo siento».

En la superficie, estaba ayudando a Fang, ¡pero en realidad, soy yo quien se benefició!

En mi opinión, el bondadoso Shifu me ha estado cuidando e iluminando a cada instante. Al ver que no podía ver mis propias faltas, Shifu me permitió conectar con Fang y la usó para despertarme, revelando mis apegos más profundos: el habla agresiva, el comportamiento autoritario, la competitividad y la ostentación. Estos fueron recordatorios para eliminar estos apegos y mejorar.

Guardaré las enseñanzas de Shifu en mi corazón y trataré a todos con compasión. Me esforzaré por desintegrar cualquier interferencia, salvar a los seres conscientes y recorrer el camino que Shifu dispuso para mí.

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!