(Minghui.org) He enfrentado varias tribulaciones recientemente y me gustaría compartirlas con mis compañeros practicantes.
El repentino yeli de enfermedad de mi esposo
Una mañana a principios de 2024, mi esposo comenzó a vomitar repentinamente. Preocupada, llevé al médico de nuestra comunidad residencial para que lo examinara. Su presión arterial era alarmantemente alta, 170. Aunque el médico le administró medicamentos para bajar la presión arterial, no surtieron efecto, así que tuve que llevarlo de urgencia al hospital.
Una tomografía computarizada reveló que había sufrido un derrame cerebral, lo que provocó su traslado inmediato a la UCI. Dos días después, mientras la hemorragia estaba bajo control, desarrolló una neumonía aguda.
Mi esposo había fumado durante más de 40 años. Una gran cantidad de flema le obstruía los pulmones y las vías respiratorias. Fue necesaria una traqueotomía de emergencia para succionar la flema. Sin ese procedimiento, podría no haber sobrevivido.
Tras una conversación minuciosa, aceptamos la operación. Más tarde, mi esposo desarrolló síntomas adicionales, como hiperglucemia, hipoxemia, anemia y trombocitopenia.
Me impactó este giro inesperado de los acontecimientos y comencé a reflexionar en mi interior. Me di cuenta de que el estado de cultivación de un practicante de Dafa puede influir en el entorno. "Debe haber algo que no he hecho bien, y necesito reflexionar seriamente sobre mí. Mi esposo sufrió una hemorragia cerebral, así que debo examinar mi propia mentalidad".
Unos días antes, mientras hablaba con la gente sobre Falun Dafa y la persecución, noté que un pensamiento perverso cruzó por mi mente más de una vez: "¿Cuándo terminará esto? Ahora hace más frío".
Mi fuerte apego a la comodidad fue aprovechado por las viejas fuerzas, lo que provocó las repentinas tribulaciones de mi esposo. Me di cuenta de que necesitaba rectificar rápidamente y tener siempre presente la sagrada misión de un discípulo de Dafa: ayudar a Shifu a salvar a más personas.
Mi esposo finalmente fue trasladado del hospital del condado a uno más grande en la ciudad. Durante los meses de tratamiento, aproveché cada oportunidad para aclarar la verdad a la gente y animarla a renunciar a las organizaciones del Partido Comunista Chino (PCCh).
Gracias a los compasivos arreglos de Shifu, conocí a un compañero practicante que se había visto obligado a dejar su hogar y buscar refugio en nuestra zona. Pude ayudarlo a establecerse y a formar parte de nuestro grupo para validar el Fa y salvar a la gente. Mi esposo también se recuperó y ahora ha recuperado prácticamente su salud.
La lección que aprendí de esta dura experiencia: por mi apego a la comodidad, me volví impaciente y me costaba seguir con el estudio del Fa y la práctica de los ejercicios; a veces me sentía sola y preocupada por el paso tan fugaz del tiempo; también me angustiaba nuestra pérdida económica. Todas estas nociones y apegos humanos obstaculizaron mi cultivación y las viejas fuerzas se aprovecharon de ellas para causar problemas e interferencias.
Quiero agradecer a todos mis compañeros practicantes que me apoyaron con fuertes pensamientos rectos y ayuda económica durante el tiempo que tuve que cuidar a mi esposo en el hospital. Gracias a su firme apoyo, superé la tribulación. ¡Gracias, compañeros practicantes!
Desvíos en el camino de cultivación de mi hija
Mi hija comenzó a estudiar el Fa y a practicar los ejercicios conmigo cuando aún estaba en la escuela primaria. En la secundaria, comenzó la perversa persecución a Falun Gong por parte del PCCh. A pesar de ser señalada, avergonzada, aislada y atacada en la escuela, se mantuvo firme y siguió a Shifu a través de una verdadera prueba de vida o muerte. Nunca derramó una lágrima delante de mí ni habló de abandonar la práctica; al contrario, mantuvo una firme creencia en Shifu y en Dafa.
Tras graduarse de la facultad de medicina después de cinco años de estudios, consiguió empleo en un hospital de Beijing, gracias a los arreglos de Shifu. La dirección del hospital le asignó realizar su internado en varios hospitales importantes.
Durante su internado en el Cuarto Hospital, ella y sus colegas hicieron un viaje a los suburbios. Dos policías aparecieron y querían llevársela, alegando que alguien la había denunciado como practicante de Falun Gong.
Su líder de grupo se puso en alerta rápidamente y exigió a la policía que presentara sus identificaciones. Al no presentar ninguna, el líder del grupo los reprendió duramente, dejando a la policía sin otra opción que irse avergonzada.
Después de ese incidente, mi hija renunció y se fue a Canadá. Lleva 15 años trabajando allí. Cuando supo que su padre estaba gravemente enfermo, superó todo tipo de obstáculos e interferencias y regresó a casa para verlo.
Durante nuestras conversaciones, me enteré de que había dejado de estudiar el Fa y de hacer los ejercicios por mucho tiempo, sin hablar de aclarar la verdad para ayudar a salvar a la gente. Preocupada y frustrada, perdí los estribos y la regañé duramente, permitiendo que nuestra relación madre-hija y las emociones humanas me abrumaban. Después, reconocí mi error y me arrepentí profundamente de mis acciones, temiendo que todos mis esfuerzos de cultivación hubieran sido en vano.
Más tarde, me tranquilicé y reflexioné sobre lo que hice. Me vino a la mente una frase de Zhuan Falun. Shifu dijo:
“… ¿cómo se puede forzar a alguien a practicar el xiulian? No se te puede forzar ni obligar a hacer el xiulian. Tienes que depender de ti mismo para elevarte verdaderamente” (Sexta Lección, Zhuan Falun)
Para apoyar a mi hija en su regreso a la cultivación en Dafa, estudiamos juntas dos nuevos artículos de Shifu: “Mantente alejados del mal peligroso” y “El xiulian en Dafa es serio”.
Al final, su afinidad con Dafa pareció despertar, lo que le permitió comprender el verdadero propósito de ser humano en este mundo. Me dijo: “Mamá, confía en mí. Todo estará bien”. Espero sinceramente que los compañeros practicantes de Canadá apoyen a mi hija.
Mi prueba de xinxing
Durante los meses que mi esposo estuvo hospitalizado, no tuve mucho tiempo para estudiar el Fa. Como resultado, mis nociones humanas y pensamientos egoístas aparecían con frecuencia.
Una vez leí un artículo en Minghui.org, y los practicantes locales reconocieron de inmediato a quién se refería. Mientras lo leía, comencé a sentirme enojada y muy frustrada. Me pareció que el artículo se centraba en la crítica, en culpabilizar e incluso incluía juicios parciales y especulaciones infundadas. Reflexionando sobre esto, me di cuenta de que, en el fondo, siento una fuerte aversión a las críticas.
Mientras me sentía deprimida, de repente pensé: "¿Qué estoy haciendo? ¡No debería preocuparme por algo tan insignificante! En cambio, debería estar agradecida con mi compañera practicante por ayudarme a mejorar en la cultivación".
Sin embargo, unos días después, reaparecieron mis pensamientos egoístas: "¿Cómo pudo decir que estaba formando facciones cuando intentaba organizar a los practicantes para aclarar la verdad a la gente? Bueno, si ella piensa así, no me importa ser quien 'forma facciones'".
Me encontraba dividida entre los pensamientos rectos y las nociones humanas. Aunque reconocía que la autora del artículo me ayudaba a mejorar, seguía luchando por soltar mi ego. Así que me senté y comencé a enviar pensamientos rectos para eliminar mi disgusto por ser criticada y mis pensamientos egoístas para proteger mi reputación y validarme a mí misma.
Mirando más profundamente, detecté mi apego a la fama y a mi nombre, tal como lo habían arreglado las viejas fuerzas, y comprendí con mayor claridad que, por mucho que hayamos hecho por salvar a los seres conscientes, nunca debemos usarlo como medio para buscar reconocimiento personal. Shifu nos lo dijo claramente en Zhuan Falun:
“Dado que al salvar a la gente no se habla de condiciones, recompensas, remuneración y tampoco fama, ellos son mucho más elevados que las personas ejemplares entre la gente común; esto es totalmente por sus corazones de misericordia”. (Segunda Lección, Zhuan Falun)
Todos los seres fueron creados por el Fa, y Shifu nos concedió todas nuestras capacidades. Para los discípulos de Dafa, salvar a la gente es un deber sagrado e inquebrantable. Salvar a la gente incondicionalmente es compasión; salvar a la gente condicionalmente es egoísmo. Preocuparse demasiado por las apariencias, sobreprotegerse y discutir para validarse a si mismo, ¿no son todas estas señales de alguien que busca la fama? Un verdadero cultivador debería alegrarse de ser corregido.
Me sentí realmente avergonzada de mis pensamientos egoístas y me di cuenta de que cuanto más intentaba justificarme, más me alejaba de los principios del Fa. Estoy decidida a despejar todos mis pensamientos egoístas e impuros y a rectificarme según el Fa.
Copyright © 1999-2025 Minghui.org. Todos los derechos reservados.