(Minghui.org) Soy un joven practicante de Falun Dafa. He enfrentado muchas situaciones difíciles en los últimos años. Estas me hicieron sentir desesperanzado, como si no hubiera manera de avanzar. Sin embargo, descubrí que si sigo los requisitos de Shifu y doy un solo paso adelante, se abre un nuevo camino, aunque aún surgieran dudas y miedos durante este proceso.

Aparentemente sin esperanza

Hace unos años, me arrestaron y detuvieron por practicar Dafa, y mi casa fue saqueada. Me pusieron en libertad bajo fianza porque el centro de detención se negó a aceptarme. Caí en un profundo miedo y me tambaleé al regresar a casa, porque la libertad bajo fianza no significa el fin del caso. La policía podría seguir adelante con mi caso, lo que podría resultar en una audiencia judicial.

Me costaba calmarme. A pesar de estudiar el Fa con más diligencia, sentía que algo me bloqueaba la mente. Me costaba asimilar lo que acababa de leer, y una vez que cerraba el libro, ni siquiera podía recordar el contenido. Además, sentía un frío insoportable en el cuerpo, como si estuviera en un congelador día y noche. Un dolor invisible parecía envolverme por completo.

No sabía cómo abrirme paso. Dudaba en emprender acciones legales contra la persecución que sufría y temía que vivir lejos de casa me convirtiera en una persona buscada. Finalmente, decidí irme de casa y esconderme cuando la policía me citó para interrogarme.

Con la ayuda de otros practicantes, pronto me adapté. Dediqué mucho tiempo a estudiar el Fa y a enviar pensamientos rectos, pero seguía sintiéndome desesperanzado. Todas mis aspiraciones en la sociedad desaparecieron de la noche a la mañana. Por mucho que estudiara el Fa o enviara pensamientos rectos, no lograba calmar mi mente. No sabía qué hacer.

Un día estudié "Qué es un Dafa dizi" en Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI.
Shifu dijo: "Cuanto más sientes que no hay esperanza, tal vez la esperanza justamente está frente a los ojos".

Mis lágrimas fluyeron. Sentí que Shifu estaba conmigo en ese momento, comprendiendo mis pensamientos.

Aunque me costaba calmar la mente, pasé todo el día estudiando el Fa y enviando pensamientos rectos. En retrospectiva, fue una experiencia increíble. Aunque me costaba concentrarme durante el día y me sentía fatal, por la noche, al dormirme, los principios del Fa se revelaban en mis sueños y soñaba que ascendía.

Para mi sorpresa, me resultó difícil entender los principios del Fa que había visto en mi sueño al despertar. Sin embargo, recordé vívidamente la sensación de felicidad y entusiasmo interior que experimenté. Poco después, las sustancias que me impedían asimilar el Fa o tranquilizarme desaparecieron. El intenso dolor que sentía al sentarme en la postura del loto durante la meditación también se desvaneció. Mi estado mental comenzó a expandirse y la desesperanza me fue dejando. Esto me ayudó a entender que lo que parecía un callejón sin salida era solo una ilusión.

Utilizar la ley para ir contra la persecución

Regresé a casa un año después, pensando que, tras haber estado fuera un año, la policía podría haber cerrado mi caso y ya no me buscarían. Sin embargo, mi nombre figuraba en la lista de personas buscadas en línea, lo que me dejó confundido. Durante mi estudio del Fa, experimenté varios momentos de iluminación, entendí que era hora de volver a casa. Entonces, ¿por qué seguía en la lista de personas buscadas? No lo entendía y comencé a deprimirme. Con la policía viniendo constantemente a mi casa para acosarme, volví a enfrentarme al mismo dilema del año anterior. ¿Debería irme de casa otra vez o debería quedarme y actuar para enfrentar a la persecución?

Tras considerarlo detenidamente, mi familia y yo decidimos que debía afrontar el asunto en lugar de evadirlo. Presentamos una denuncia contra los agentes de policía implicados en mi caso por conducta ilícita. Solicitamos que desestimaran mi caso y eliminaran mi nombre de la lista de personas buscadas.

Tenía muchas preocupaciones y temores antes de enviar la denuncia, como si fuerzas malévolas anticiparan mi decisión desde otras dimensiones. La noche antes de enviarla, la policía vino a mi casa para acosarme de nuevo. Esta situación generó una enorme presión tanto para mí como para mi familia, llenándome la mente de pensamientos aterradores. ¿Debería continuar? ¿Es este el camino correcto para nosotros? ¿Podrá mi familia soportar la presión que podría surgir al recurrir a autoridades superiores en el futuro? Estas preguntas no dejaban de rondarme la mente esa noche.

Más tarde, estas palabras me vinieron a la mente: "¡No intentes sentirlo!". Entendí que no debía dejarme afectar por el miedo que me imponían, por muy fuerte que fuera. En cambio, debía hacer lo que creía correcto. Con el apoyo de mi familia, seguí adelante y envié la queja por correo.

Como no recibimos respuesta a la denuncia después de la fecha límite, mi familia contactó a varios departamentos para darle seguimiento. Durante este tiempo, la policía local envió agentes para acosarnos de nuevo. Mi familia llevó entonces todos los documentos para reunirse con ellos en persona, aclarar los hechos y exponer el comportamiento ilegal de esos agentes. La policía explicó a mi familia que solo cumplían órdenes superiores.

Después de esta experiencia, mi miedo disminuyó considerablemente. Presentamos demandas penales adicionales ante la oficina de apelaciones y los departamentos de litigios administrativos contra la policía por haber registrado mi casa sin orden judicial, confiscado ilegalmente mis bienes personales y por las amenazas, la intimidación y el acoso que mi familia y yo sufrimos tanto en casa como por teléfono.

Cuando los agentes volvieron a acosarnos, les exigimos que nos mostraran su identificación. En cuanto oyeron esto, se dieron la vuelta y se fueron. No han regresado.

Hemos seguido utilizando las vías legales para resistir la persecución durante casi un año. Aunque no logramos que mi caso fuera desestimado, muchos de mis apegos se debilitaron. Me di cuenta de que la supuesta persecución, en esencia, ya se había desintegrado. Ahora estamos aprovechando esta oportunidad para contrarrestar la persecución y aclarar la verdad a las fuerzas del orden y al sistema judicial. Una vez que comprendan que están violando la ley y podrían ser considerados responsables de perseguirnos, ya no usarán la excusa de "cumplir órdenes" para participar en la persecución.

Impresión de materiales de Dafa en casa

Debido a la persecución, me quedé en casa más de un año estudiando el Fa y no participé en ninguna actividad para salvar seres conscientes. Cuando vi a otros practicantes salir aclarar la verdad de Dafa y distribuir materiales informativos, sentí una profunda envidia. Fue entonces cuando entendí lo valioso que había sido el ambiente relajado de cultivación antes de la persecución y lo valiosa que es la oportunidad que tenemos ahora de salvar a seres conscientes. Comprendí que debía salir y hacer lo que se supone que debo hacer.

Me di cuenta de que en mi zona no había nadie distribuyendo materiales a gran escala durante muchos años, y había muy pocos centros de producción de materiales para aclarar la verdad. Algunos practicantes querían distribuir materiales, pero no sabían cómo conseguirlos. Esto me llevó a considerar la posibilidad de establecer un centro de producción de materiales, pero aún tenía dudas. Mi caso aún no había sido desestimado, así que me preguntaba si era lógico hacerlo ahora. Y debido a la persecución, mi equipo había sido confiscado o se había perdido. No sabía cómo ni dónde comprar equipo nuevo para imprimir materiales.

Me sentí como si fuera un discípulo de Shakya Muni que seguía preguntándole si era apropiado limpiar la bañera, porque repetidamente le preguntaba a Shifu en mi corazón si lo que estaba haciendo era correcto.

A través del estudio del Fa, me di cuenta de que debía hacerlo, pero no estaba seguro de cómo conseguir el equipo y los materiales de impresión. Además, ¿me apoyarían mis familiares? Para mi sorpresa, algunos practicantes se ofrecieron y me ayudaron a conseguir todo lo necesario para imprimir los materiales, y mi familia también expresó su apoyo. Sorprendentemente, solo tomó una semana desde la idea inicial de establecer el centro de producción de materiales hasta que estuvo completamente operativo.

Un practicante había acordado entregar algunos materiales por la tarde. Sin embargo, esa mañana, el personal de la oficina municipal vino a acosarme. Dijeron que, si quería practicar Dafa, sería mejor que lo hiciera en casa y no saliera a distribuir materiales. Era imposible que la oficina municipal supiera lo que estábamos a punto de hacer. Por razones de seguridad, solo el practicante que entregó el equipo conocía los detalles, y siempre hemos sido cuidadosos con la seguridad telefónica. Estaba un poco preocupado por la situación.

Le pregunté a un familiar, que también es practicante, si deberíamos esperar un tiempo y devolver el equipo por el momento, o esperar y pensarlo más tarde. Mi familiar dijo con firmeza que, como ya lo habíamos comprado, no lo devolveríamos. Entendí que tenía que eliminar cualquier interferencia de otras dimensiones y simplemente hacer lo que yo quería. Más tarde comprendí que era el mal de otras dimensiones el que había percibido mi miedo e intentado detenerme creando ilusiones.

La impresora empezó a funcionar sin problemas, pero persistía un cierto temor. No me atrevía a dejar los materiales impresos en casa y la escondía rápidamente después de cada uso. Poco a poco, ese temor disminuyó. Aunque seguía guardando el equipo después de usarlo por seguridad, mi mentalidad había cambiado significativamente. La planta de producción de materiales funcionó sin problemas y nadie volvió a molestarnos.

Tras aprender de experiencias pasadas de persecución, entendí que no debo descuidar el estudio del Fa ni enviar pensamientos rectos mientras trabajo con Dafa. Además, es importante para mí mantener pensamientos rectos al distribuir materiales y ser precavido con las cámaras de vigilancia para realizar nuestro trabajo con mayor eficacia.

Superar la desesperanza y el aburrimiento

Pasé la mayor parte del tiempo solo en una habitación durante varios años. A veces, no decía ni una sola palabra durante semanas. Recuerdo que cuando comenzó la persecución, permanecía en casa y no podía salir. El nivel de sufrimiento que experimenté durante ese tiempo era indescriptible. Siempre que tenía tiempo, recitaba Zhuan Falun repetidamente, y poco a poco, me fui acostumbrando a ese estado.

Pasaba el tiempo junto a la imprenta, donde me concentraba en imprimir, encuadernar y empaquetar materiales, repitiendo lo mismo día tras día. Sin embargo, un día, de repente, perdí el interés en todo. Me encontré sin motivación para nada. Sabía que algo andaba mal con mi cultivación. Simplemente no quería hacer nada y no podía levantarme de la cama para hacer los ejercicios. Después de sentirme deprimido durante un par de días, me recuperé y continué. Este estado continuó de forma intermitente.

Shifu dijo:

“Cuanto más sientes que no hay esperanza, tal vez la esperanza justamente está frente a los ojos. Cuando sientes que es muy aburrido, tal vez justamente estás estableciendo tus virtudes poderosas.”, (Qué es un Dafa dizi, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. XI.)

Antes, mi atención se centraba en la primera parte de la oración. Sin embargo, recientemente note el "aburrimiento" que mencionó Shifu; ya no me siento desesperanzado y parece que deje atrás las cosas que perdí debido a la persecución. Ahora, necesito pensar en cómo superar el aburrimiento y mantener la misma diligencia en la cultivación que tenía como al principio para cumplir con los requisitos de Shifu. Estas son las interferencias que debo afrontar y superar.

Al reflexionar sorbe mi camino de cultivación de los últimos años, lo que más me impresiono es que el camino de un cultivador ha sido arreglado por Shifu. Por muy doloroso o desesperanzado que pareciera en aquel momento, todo era solo una ilusión.

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros practicantes!