(Minghui.org) El año pasado, mientras hacía las compras en el mercado, vi a un hombre de mediana edad vendiendo verduras bajo el techo de una casa. Escogí unos brotes de bambú verde de su puesto y él los pesó. Cuando estaba sacando dinero de mi bolso, él reemplazó los brotes de bambú por una bolsa de verduras viejas. No me importó, y me di cuenta de que no era una coincidencia.

Shifu dijo:

“Practicamos el xiulian bajo la guía de la característica cósmica Zhen-Shan-Ren. Refinamos de acuerdo con los principios de evolución del universo” (Quinta Lección, Zhuan Falun).

Por lo tanto, no discutí con él. Sabía que debía seguir los principios del Fa, tratarlo con bondad y ayudarlo a despertar su conciencia. Quizás era una oportunidad para liberarme de mi apego al egoísmo. Le di el dinero y me llevé las verduras.

De camino a casa, recordé que este hombre solía vender verduras en un triciclo, pero la policía lo perseguía donde quiera que iba. No podía ganarse la vida de esa manera, así que alquiló un local para vender verduras. Pero después de un año pagando el alquiler, no le quedaban muchos beneficios. Por eso, alquiló un espacio bajo el tejado de la casa de alguien.

Pensé que debía de ser muy difícil para ese hombre ganar dinero y sentí compasión por él. Soy practicante y debería haber sido compasiva con él. Hoy me equivoqué y no lo puse en primer lugar. No debería haber elegido sus verduras buenas. Cuando me dio una bolsa de verduras viejas, fue para ayudarme a eliminar mi apego al interés propio. No estaba enfadada con él y me sentí en paz.

Sin embargo, mi esposo, que no es practicante, me regañó cuando vio las verduras. Gritó: "¿Las tomaste de la basura?".

Tomó un cuchillo para pelar las verduras, que estaban viejas y duras. Se enfadó y empezó a gritar y a maldecir. Cuando se dio cuenta de que yo lo miraba en silencio y con calma, se enfadó aún más. Perdió los estribos y tiró el cuchillo y las verduras. Su ira me inquietó un poco.

Me di cuenta de que su comportamiento era un reflejo de mis apegos al interés propio, la competencia, la ira, el resentimiento, la envidia y el egoísmo. Debía eliminar esos apegos y rectificar mi comportamiento. Recité: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno!”.

Inmediatamente, mi esposo dejó de estar enfadado. Se calmó, dejó de quejarse y se puso a hacer sus cosas.

He experimentado las maravillas de Dafa. Somos muy afortunados de tener a Shifu y a Dafa.

Agradezco a Shifu por ayudarme a cultivarme en medio de asuntos triviales, mejorar mi carácter, deshacerme de mis apegos y eliminar mi yeli.

Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan la percepción de un individuo en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.