Información adicional sobre la muerte de una mujer de 71 años en la Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning

(Minghui.org) El sitio web Minghui.org informó anteriormente de la muerte de una mujer de 71 años que falleció en la Segunda Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning el 9 de mayo de 2025, mientras cumplía una condena de cuatro años por su fe en Falun Gong. En este artículo, presentamos nueva información recientemente confirmada por Minghui.org sobre el ambiente abusivo que enfrentó la Sra. Wang Yan en sus últimos días.

La Sra. Wang, de la ciudad de Shenyang, provincia de Liaoning, fue arrestada inicialmente en su casa el 5 de marzo de 2022, después de ser denunciada por distribuir materiales informativos de Falun Gong en una zona residencial. El oficial Fang Peng y otros de la Estación de Policía de Dongta confiscaron sus libros de Falun Gong, el retrato del fundador de Falun Gong y su teléfono celular.

La policía liberó a Wang bajo fianza tres días después después, luego de extorsionarla con 5.000 yuanes (USD 695). El oficial Fang la acosó en su casa el 19 de julio de 2022 y le advirtió que un juez la estaba "buscando". Regresó al día siguiente y la llevó al Primer Centro de Detención de la ciudad de Shenyang. Primero fue retenida en la División 5, luego transferida a la División 3 debido al brote de COVID-19. El Tribunal del distrito de Dadong la condenó a cuatro años de prisión en un momento desconocido. Fue ingresada en la Segunda Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning el 15 de febrero de 2023 (probablemente en la División 3) y murió allí el 9 de mayo de 2025.

Wang fue diagnosticada con cáncer de mama cuando aún estaba en el centro de detención, antes de ser enviada a la prisión. De acuerdo con las reglas de la prisión, las personas con enfermedades graves no deben ser admitidas, y si ella había solicitado la libertad condicional por motivos médicos, se le debería haber permitido cumplir condena en casa. A pesar de su condición, la prisión no solo la admitió, sino que también la obligó a escribir declaraciones y grabar videos renunciando a Falun Gong en contra de su voluntad, y la sometió a otras formas de abuso.

Las reglas de la prisión también establecen que las reclusas que tengan 65 años o más, o que tengan enfermedades graves, deben ser asignadas a la división de ancianas y enfermas, y exentos de realizar trabajos forzados. Pero las practicantes de Falun Gong no están asignadas a la división de ancianas y enfermas, sin importar su edad o condiciones físicas.

Segunda Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning

Liaoning cuenta actualmente con dos prisiones de mujeres, la Prisión de Mujeres de la Provincia de Liaoning y la Segunda Prisión de Mujeres de la Provincia de Liaoning. Ambas prisiones están ubicadas en la ciudad de Shenyang y están separadas por un muro. La mayoría de las reclusas detenidas allí son de Liaoning, y algunas de otras provincias, como Guangdong y Sichuan.

Cuando se estableció la Segunda Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning el 31 de agosto de 2019, las reclusas de las Divisiones 3.ª, 8.ª y 10.ª de la Prisión de Mujeres de la Provincia de Liaoning fueron trasladadas ahí.

Según un guardia de la prisión, la Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning se utiliza para detener a reclusas con penas de prisión superiores a 15 años, o condenadas a la pena de muerte, junto con reclusas implicadas en casos importantes o de otros países. La mayoría de las reclusas de la Segunda Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning, bajo la dirección de Ma Xiao, cumplen condenas más cortas, de menos de diez años. La mayoría de las practicantes de Falun Gong han sido admitidas en la Segunda Prisión de Mujeres de la provincia de Liaoning en los últimos años.

Con el fin de obligar a las practicantes a renunciar a Falun Gong, los guardias instigan a las reclusas a torturarlas. Si las practicantes no renuncian a Falun Gong, los guardias castigan a las reclusas no permitiéndoles comprar artículos de primera necesidad, tener descansos, comer, usar agua caliente o lavarse. A algunos reclusas también se les negó el acceso a sus familias o se les privó de reducciones de condena. Como resultado, las reclusas no escatimaron esfuerzos en el uso de diversos métodos de tortura para transformar a las practicantes. Las practicantes a menudo sufren lesiones en todo el cuerpo o le han roto los dientes por las golpizas.

En el invierno, las reclusas obligaban a las practicantes a usar pantalones cortos y camisetas sin mangas, y luego abrían la ventana para que el viento helado soplara sobre ellas. Algunas les echaron agua helada y otras solo permitían a las practicantes comer una o dos cucharadas de arroz y beber una o dos cucharadas de agua cada día. A algunas practicantes no se les permitía usar papel higiénico cuando usaban el baño. Cuando dormían por la noche, no se les permitía usar mantas o almohadas. Cualquier reclusa que intentara ayudar a una practicante sería maltratada verbalmente o golpeada.

Informe relacionado (inglés):

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