El peligro de no eliminar el apego a ostentar

(Minghui.org) El artículo de un practicante, «La agitación entre practicantes expone nuestras nociones» (versión en inglés), trataba sobre el comportamiento que altera el Fa. Me recordó mis interacciones con los practicantes locales.

Antes de empezar a practicar Falun Dafa, era una fanfarrona. Después de practicar durante mucho tiempo, seguía haciendo cosas para validarme. Cada vez que me iluminaba a algo, inmediatamente quería contárselo a los demás. Siempre quería destacar o decir cosas que sonaran interesantes. Aunque de vez en cuando miraba hacia dentro, mi apego a ostentar era tan fuerte que era incapaz de comprender lo que decía Shifu sobre negar las viejas fuerzas.

Mis acciones se ajustaban a las disposiciones de las viejas fuerzas e intensificaban mis nociones. Creía que sólo compartía con otros practicantes para mejorar con ellos. Esta excusa me impedía desenterrar mi apego oculto.

Para empeorar las cosas, me situaba por encima de otros practicantes, pensando que cultivaba mejor y que había alcanzado la iluminación en cosas que ellos no. Sin importar el tema de conversación, siempre giraba en torno a mis "pensamientos y acciones rectas". Incluso antes de hacer algo ya estaba pensando en cómo podría utilizarlos para ostentar. La interferencia demoníaca de mi propia mente era tan severa que no me daba cuenta de que me estaba desviando del Fa.

Poco a poco, algunos practicantes empezaron a venir a mi casa para compartir sus experiencias, lo cual me quitaba mucho tiempo. Le dije a una practicante que estudiara en casa ya que todas las respuestas estaban en las enseñanzas. Me respondió: «Pero no me ayudará a mejorar tan rápido cuando comparto contigo. Te llevó mucho tiempo comprender estos principios, y yo puedo comprenderlos rápidamente después de hablar contigo. De esta manera estás desarrollando tu poderosa virtud». En ese momento, no pude determinar si su razonamiento era correcto o no.

Empecé a hablar de mis  entendimientos en correos electrónicos que enviaba a practicantes locales. Sentía que no estaba mal, siempre y cuando hablara basándome en el Fa. Sin embargo, cada uno tiene que recorrer su propio camino. Siempre cuando hablaba de lo que haría en ciertas situaciones, equivalía a influir e interferir con otros practicantes, lo cual es perturbar el Fa.

Shifu dijo:

“El sendero que un discípulo de Dafa toma es una historia gloriosa y esta historia tiene que crearse a través de su propia iluminación”. (Sendero, Escrituras esenciales para mayor avance (II))

Como no medí mis acciones en función de las enseñanzas, fui irresponsable con mi cultivación y con los demás practicantes.

Más tarde me arrestaron y me metieron en un campo de trabajos forzados. Cuando me liberaron, no busqué en mi interior para eliminar mi apego a ostentar, pensé que me arrestaron por mi apego a la lujuria. Cuando retomé las tres cosas, me topaba con constantes interferencias, que a veces, aparecían justo cuando quería hacer algo para aclarar la verdad.

Afortunadamente, insistí en estudiar dos o tres lecciones de Zhuan Falun cada día, y miré hacia dentro. Era capaz de negar la interferencia de las viejas fuerzas. Empecé a memorizar el Fa que trata de cómo eliminarlas. Un día, por fin, me di cuenta de que mi apego a ostentar y a querer ser diferente daba a las viejas fuerzas la excusa para perseguirme. Negué su  plan perjudicial.

Poco después de negar el plan de las viejas fuerzas, Shifu dispuso que me trasladara a un nuevo lugar, donde básicamente me cultivaría sola. Sentí que me funcionaba mejor para eliminar mis apegos a presumir y destacar. Gracias a Shifu, los eliminé y salí de ese estado incorrecto.

A partir de entonces, experimenté una serie de grandes cambios. El mayor cambio que experimenté fue que dejé de estar irritable. Era capaz de afrontar los tratos injustos con tanta calma que no podía creerlo. Además, ya no me sentía ansiosa ni impaciente cuando hacía calor. A menudo me quejaba del calor en verano y tenía el aire acondicionado a tope todo el verano. Ahora el calor no me molesta aunque el ventilador o el aire acondicionado estén apagados y si estoy sudando mucho una ligera brisa es suficiente para refrescarme.

También, quería eliminar mi adicción al móvil, pero fue difícil. Un día me golpeé la mano repetidamente para que me doliera y no pudiera coger el teléfono. Al día siguiente, mi adicción empeoró y no podía soltarlo. Después de darme cuenta de que eran las viejas fuerzas las que me obligaban a seguir con la adicción, rechacé repetidamente el deseo de usarlo. Ahora mi móvil ya no me importa.

Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan la percepción de un individuo en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.