(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 2017. Fue entonces cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) perseguía severamente a Falun Dafa (también conocido como Falun Gong). Si bien no escuché ninguna transmisión mediática sobre la propaganda difamatoria del PCCh, me enteré por conocidos que el PCCh había prohibido Falun Dafa en todo el país. Esto me generó una impresión negativa de Dafa.
Una mujer mayor en el estand de al lado
Solía tener mala salud y dolores constantes. Para ganarme la vida, monté un puesto y vendí artículos de primera necesidad en el mercado. La señora mayor del puesto de al lado notó que siempre me encontraba mal y que tomaba un medicamento tras otro. Me dijo: “Deberías practicar Falun Dafa. Será bueno para tu salud”. Cuando le pregunté qué debería practicar, respondió: “Falun Dafa”. Pregunté con vacilación: “¿Pero acaso el Partido no lo ha prohibido?”. Me respondió: “Esta práctica no es como otros la describen. Puedes leer Zhuan Falun (el libro principal de Falun Dafa) primero y luego practicarlo si te parece bueno”.
Respetaba tanto a esta mujer bondadosa, amable y sincera que incluso la apodé "Tang Seng", en honor al monje de la novela Viaje al Oeste. Los demás vendedores del mercado competían constantemente entre sí, y muchos se aprovechaban de su bondad. Solía enojarme con ella por no defenderse, pero, pensándolo bien, probablemente se debía a su forma de ser. Era tan virtuosa que sentía que era la última persona en el mundo que me haría daño. Así que, cuando me aconsejó practicar, seguí su consejo.
Cuando me enseñó el ejercicio de meditación, pude sentarme en la postura del loto completo de inmediato. Después, mis dolores de cabeza nocturnos, problemas estomacales, enfermedades cardíacas, espondilosis cervical, inflamación de la vesícula biliar y problemas ginecológicos desaparecieron. Aún más increíble fue la desaparición del dolor en la pierna causado por una distensión de ligamentos. Este dolor me había atormentado durante 16 años, y me había resignado a vivir con él por el resto de mi vida. Después de un mes, mi tez se volvió blanca y sonrosada. ¡Estaba tan feliz! Mis amigos se sorprendieron al ver mi salud mejorada, y mi esposo me apoyó incondicionalmente en mi práctica.
Con el apoyo compasivo del Shifu, logré alcanzar el estado de “Cuando uno está en ding, siente que está sentado tan prodigiosa y confortablemente, como en una cáscara de huevo; uno sabe que está practicando el gong, pero siente que no puede mover el cuerpo entero; es seguro que esto aparecerá con este método” (Capítulo Tercero. Principios y mecanismos de los movimientos, FALUN FOFA DA YUANMAN FA Vía de la Gran Perfección), durante mi meditación sentada. También experimenté la apertura de mi tercer ojo y tuve muchos sueños mágicos. Estas experiencias consolidaron mi fe en Shifu y en Falun Dafa.
Protegida del peligro
Una mañana de verano, acepté que me llevaran al mercado en el triciclo motorizado de un conocido. En un crucero, un semirremolque de gran tonelaje que transportaba una carga de mármol salió disparado por una rampa y se estrello contra nuestro triciclo. Más tarde supe que el conductor se había quedado dormido al volante. Nuestro triciclo fue empujado a 200 o 300 metros de distancia en un instante. Ocurrió tan repentinamente que apenas tuve tiempo de darme cuenta de lo que estaba pasando. Cuando recuperé el sentido, me encontré sentada en el parabrisas roto y recité rápidamente: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Después de un rato, probé mis brazos y piernas y descubrí que podía moverme sin problema. En ese momento, el conductor del camión se acercó. Preocupado de que estuviéramos gravemente heridos o muertos, no dejaba de gritar: “¿Cómo están?”. Respondimos: “Estamos bien”.
Para entonces, ya se habían reunido muchos curiosos. Algunos usaron palancas para abrir la puerta y sacarme. Mi mente estaba prácticamente en blanco, salvo por el único pensamiento que tenía, de que no podía contárselo a mi esposo. Mi esposo no practica Falun Dafa, y me preocupaba que le complicara las cosas al conductor. Como nos dijo Shifu: “Es cierto que el chofer conducía a demasiada velocidad, ¿pero cómo podría él querer atropellarla intencionalmente? ¿Acaso no lo hizo sin querer?” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Estaba decidida a seguir las enseñanzas de Shifu y no causarle problemas al conductor. Los acontecimientos posteriores hicieron que mi esposo corriera a mi lado. Aunque logré convencerlo de que no siguiera más con el asunto, el conductor nos dijo que tenía seguro y pidió una ambulancia para llevarnos al hospital. Cuando me negué rotundamente a ir, mi esposo dijo: “Si temes que esto le causé problemas al conductor, podemos pagar el examen nosotros mismos”. Le tranquilicé: “No te preocupes, estoy bajo la protección de Shifu”. Luego regresamos a casa.
Al llegar a casa, tenía dolor y sentía como si tuviera un objeto extraño en los párpados. Me miré al espejo y vi que me habían raspado el párpado hasta dejarlo en carne viva, con dos pequeños trozos de cristal del parabrisas clavados. Me los saqué con unas pinzas. ¡Si no hubiera sido por la protección de mi Shifu, estos fragmentos podrían haberme entrado en los ojos! Después de tranquilizarme, me dio sueño, así que mi esposo me aconsejó que descansara mientras él volvía al trabajo. Me desperté al mediodía y me di cuenta de que me dolían mucho las costillas. Pensándolo bien, debí de habérmelas fracturado. Aunque apenas podía respirar o tocarme las heridas, sabía que estaría bien porque ya había sobrevivido milagrosamente a este accidente potencialmente fatal.
Me levanté como de costumbre a la mañana siguiente para hacer los ejercicios. Mientras hacía el segundo ejercicio, sentí como si alguien me vendara el pecho con una tela, cada vuelta más apretada que la anterior. Todo el proceso duró dos o tres minutos y me sentí increíblemente cómoda. Tal como dijo Shifu: “Aquellos que se salven serán protegidos por lo divino” (Mi Canción, Hong Yin VI ).
Esta sensación se repitió durante los dos días siguientes. Al cuarto día, mis costillas dejaron de dolerme, y solo pude maravillarme ante este milagro.
Gracias, Shifu, por salvarme la vida y cargar con el dolor de mis heridas por mí.
Con una persona practicando, toda la familia se beneficia
La situación económica de nuestra familia mejoró después de que empecé a practicar Falun Dafa, y finalmente compramos un apartamento. El negocio de mi esposo creció y nuestros ingresos son estables. Nuestro hijo también cambió mucho. Cuando empezó la secundaria, se obsesionó con los videojuegos. Siguió jugando contra mi voluntad, se rebeló cuando no lo dejaba jugar e incluso se escapó de casa. Peleaba con nosotros a diario, dejándome a menudo llorando de angustia y cansancio. Mi esposo prefería métodos verbales y físicos fuertes, para educar a nuestro hijo, mientras que yo estaba resentida con él por no cumplir con nuestras expectativas y no tratarlo bien. Como resultado, su odio creció hasta el punto de desesperarme.
Más tarde, comencé a estudiar Zhuan Falun en profundidad y me encontré con algo que dijo Shifu: “...no eres capaz de intervenir en las vidas de los demás ni de manipular sus destinos, incluidos los destinos de tu esposa, hijos, padres, hermanos, ¿acaso eso ya cuenta porque tú lo dices?” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Me di cuenta de que mis acciones eran un intento de interferir en el destino de mi hijo para obligarlo a ir a la universidad en lugar de educarlo bien. Tras reconocer mis defectos, encontré paz interior.
Solté mi apego y seguí lo que dice Shifu. Le hablé con calma sobre los valores morales y la cultura tradicional que leí en la página web Minghui para tener un carácter y una actitud rectas ante la vida. Le dije que las buenas acciones serían recompensadas y le pedí que recitara: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Le hablé de los conocimientos que había adquirido al estudiar Dafa e incluso le puse las video-conferencias de Shifu cuando se mostró receptivo. Mi hijo a veces recaía en su antiguo comportamiento y me acusaba de no ser una buena madre. En esos momentos, me humillaba y yo le pedía disculpas. También convencí a mi esposo de ver las cosas desde otra perspectiva y no darse por vencido con nuestro hijo. Bajo la guía de Dafa, nuestra relación mejoró gradualmente.
Mi hijo, ya mayor, se incorporó al mercado laboral y trabaja con diligencia, siendo elogiado por su constancia y sensatez. Agradezco a Shifu y a Dafa por no permitir que se desviara. Al ver los cambios beneficiosos en mí y en mi familia, varios familiares y amigos también decidieron cultivar Dafa.
Con motivo del Día Mundial de Falun Dafa, ¡nuestra familia desea expresar nuestra gratitud al benevolente Shifu desde el fondo de nuestros corazones!
Copyright © 1999-2025 Minghui.org. Todos los derechos reservados.
El mundo necesita Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Su donación puede ayudar a que más personas conozcan Falun Dafa. Minghui agradece tu apoyo. Apoye a Minghui