(Minghui.org) Soy una practicante veterana que comenzó a practicar Falun Dafa (Falun Gong) en 1996. Tengo casi 90 años.

Algunos practicantes fuimos a Beijing en 2000 para pedir el derecho a practicar Falun Dafa, y fuimos detenidos ilegalmente. Una de las practicantes, a la que no conocía, estaba preocupada porque le habían dejado de pagar el sueldo. No tenía dinero para que su hijo fuera a la universidad, y su esposo se quejaba y estaba enojado. Pensé que era importante que su hijo fuera a la universidad, así que le dije que podía ayudarla.

Al volver a casa, entregué varios miles de yuanes a otra practicante y le pedí que se los diera a la practicante que estaba en necesidad, diciéndole que eran para la matrícula de su hijo y que no tenía que devolverlos.

Tiempo después, cuando estábamos enviando pensamientos rectos en grupo, una practicante me sonrió. Le pregunté si me conocía. «Lo debes haber olvidado», respondió. «Me diste dinero para la escuela de mi hijo». Realmente no la reconocí.

Me contó que cuando su esposo se enteró exclamó: « ¡Ustedes, los practicantes de Falun Dafa, son realmente magníficos!». Después, ella ganó dinero vendiendo paletas de hielo, e insistió en devolvérmelo.

En una situación similar, conocí a una practicante que iba a aclarar la verdad. Parecía muy preocupada y me dijo que su hijo había sido admitido en una universidad y las clases estaban a punto de empezar, pero que no tenía dinero suficiente para pagar la matrícula. Llevaba varios días buscando dinero prestado, pero no lo conseguía. Le dije: "Tengo una cuenta de ahorros de 3.000 yuanes. Por favor, acompáñame y lo sacaré. ¿Es suficiente?"

Se echó a llorar y me dijo que era suficiente. Me dio las gracias y me dijo que me lo devolvería. Yo le respondí: "Dale las gracias a Shifu. Es un acuerdo de Shifu. Si no, ¿por qué nos habríamos reunido aquí? Enviar a tu hijo a la universidad es importante". Su esposo y su hijo estaban muy contentos. Se les creó un entendimiento positivo de Dafa y de los practicantes de Dafa.

Mirando estrictamente hacia dentro y siguiendo el camino correcto de cultivación

Cuando comenzó la persecución, los practicantes se unieron para hacer frente a la persecución y formaron un cuerpo indestructible. A muchos se les retuvo el sueldo y a menudo su vida corrió peligro. A mí no me retuvieron el sueldo por alguna razón, así que sentí que era mi deber ayudar a otros practicantes que lo necesitaban.

Todos los meses ahorraba una parte del dinero para los proyectos de Dafa. Sentía que este dinero debía ser utilizado para el Fa, así que era muy frugal en mi vida diaria. Compraba verduras baratas de sobra en los supermercados, y a veces había cucarachas dentro. Las sacudía para limpiarlas, las escaldaba en agua hirviendo y las guardaba en la nevera para comerlas todos los días. Cambié las tarjetas de compra que me habían dado mis familiares por dinero en efectivo y se lo di a los practicantes para proyectos de Dafa.

Más tarde, los practicantes me pidieron que me hiciera cargo del dinero que donaban para utilizarlo en proyectos de Dafa. Junté mi propia donación y el dinero recaudado de otros practicantes, y lo guardé en un lugar específico. Pero durante un tiempo corrió el rumor de que no era lo bastante prudente con mis gastos. Una practicante vino a mi casa para comprobar mis gastos.

Le dije: "No lo tengo. Minghui nos ha enseñado una lección, que no podemos llevar registros ni nombres". Me preguntó cómo podía demostrar que el dinero se había utilizado para Dafa. Me di una palmada en el pecho y respondí: "Confío en mi conciencia. Shifu está vigilando, y los compañeros que utilizaron el dinero pueden probarlo. Si te preocupa el dinero que donaste, te lo devolveré con mi propio dinero".

Ella dijo: "No estoy aquí para pedir el dinero. Sólo tengo miedo de que cometas un error". Le dije que no se preocupara y que nunca haría nada que defraudara a Dafa.

Me sentí agraviada y afligida tras su visita, y busqué a practicantes para discutir y desahogar mi disgusto. Los compañeros practicantes primero reafirmaron mi carácter y pensaron que había ocurrido para que mejorara mi xinxing. Me sugirieron que mirara en mi interior cuando tuviera problemas.

En aquel momento estaba estudiando «Exponiendo el Fa en el Fahui de Singapur», donde Shifu dice:

"Por lo tanto, siempre que encontremos un problema, debemos mirarlo desde ambos lados, el positivo y el negativo, y buscar la causa dentro de nosotros mismos. Con todo lo que se nos atraviese, debemos buscar dentro de nosotros mismos las razones y encontrar nuestras deficiencias".

Me tranquilicé y miré en mi interior, pensando: "No me he gastado ni un céntimo de dinero para Dafa, y tengo la conciencia tranquila. Entonces, ¿por qué los practicantes siguen dudando de mí?". Lo primero que se me ocurrió fue que no debía aceptar el dinero donado por otros practicantes, sino pedirles que lo entregaran directamente a los practicantes correspondientes.

Todos son practicantes veteranos y se conocen bien. Siempre me ha gustado inmiscuirme en las cosas, y los practicantes también querían hacerlo fácil. Decidí que, a partir de ahora, cuando los practicantes intentaran darme dinero, les diría que lo entregaran directamente donde fuera necesario.

Cuando indagué más, descubrí algunos comportamientos inadecuados. Por ejemplo, una vez un practicante perdió su fuente de ingresos debido a la persecución y quiso alquilar una pequeña tienda para ganarse la vida. Acudió a mí para que le prestara dinero. Yo no tenía tanto en aquel momento, así que utilicé el dinero que había ahorrado para Dafa. Escribí una nota y la metí en el monedero, y la rompí cuando devolví el dinero al monedero. Esto ocurrió dos veces.

Aunque estaba ayudando al practicante, ¿no era esto una malversación de fondos públicos? Ahí estaba el problema. Después de leer el nuevo artículo de Shifu «Las tribulaciones del Fa», me di cuenta de que había cometido un error y dejé de usar el dinero que ahorraba para Dafa para otros fines.

Traté los fondos con seriedad y las dificultades se resolvieron

Un practicante acudió a mí alrededor de 2017 para pedirme dinero para contratar a un abogado para otro practicante, que estaba siendo perseguido. En ese momento había preparado 5.000 yuanes para la hospitalización de mi esposo. Pensé, ¿por qué no usarlo primero para Dafa ya que era una necesidad urgente? Cuando una practicante se enteró, me trajo 3.500 yuanes y me dijo: «Este dinero también está reservado para Dafa, pero ahora no necesitamos utilizarlo, así que ¿por qué no lo usas para la hospitalización de tu marido?»

Le pregunté si era apropiado. Ella respondió: "Claro que sí. ¿Por qué no lo usas primero para el depósito del hospital?" Así que me quedé con el dinero. Después lo comenté con los practicantes del grupo del estudio del Fa. Me dijeron que no había problema.

Sin embargo, un practicante veterano dijo más tarde: «¡No! Mientras el dinero se entregue a Dafa, no puede usarse para otra cosa». Al oír esto, saqué el dinero y se lo di a los practicantes para que hicieran materiales de esclarecimiento de la verdad.

Mi esposo estaba hospitalizado. Encontré un montón de dinero cuando empaquetaba cosas para él. Eran exactamente 5.000 yuanes. No recordaba cuándo lo había puesto allí, pero ahora el problema estaba resuelto.

Tuvimos que pagar un depósito de 5.000 yuanes en efectivo porque los trámites de la tarjeta del seguro estaban incompletos. Más tarde se solucionó el problema y los gastos del hospital se pagaron con la tarjeta del seguro. Intentamos recuperar el depósito cuando mi esposo iba a ser dado de alta, pero no pudimos encontrar el recibo del depósito, por lo que no hemos podido recuperar el depósito de 5.000 yuanes hasta ahora.

Un practicante nos dijo que eran los arreglos Shifu para mi, porque vio que mi xinxing era correcto en este asunto. No sólo resolvió el problema de la estancia de mi esposo en el hospital, sino que también eliminó mi afán de lucro durante el proceso, porque el dinero del depósito no era mío. Creo que el entendimiento de los compañeros era correcto. Gracias, Shifu, por tu compasivo cuidado.

Una vez, un practicante quiso imprimir los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, pero no tenía dinero. Yo también me había quedado sin dinero. En ese momento, mis hijos me dieron algo de dinero para apoyar el proyecto. Lo recogí y se lo llevé inmediatamente al practicante. El practicante dijo emocionado: «¡Esto es lo que nos ha dado Shifu!»

Ultimamente, todo el mundo está bien. No puedo dar dinero aunque quiera. Pero sigo ahorrando una parte cada mes. Aunque no es mucho, creo que puedo usarlo para comprar entradas para los que están destinados a ver el espectáculo de Shen Yun cuando venga a China algún día. Ahora ya no compro restos de verdura en el supermercado. Elijo pequeños puestos donde puedo decir a los vendedores la verdad sobre Dafa.

Ayudarse mutuamente y mejorar juntos durante la pandemia

Durante la pandemia, la comunidad permaneció cerrada y las entradas y salidas estaban estrictamente controladas. Una tarde, me llamó un practicante que había venido de fuera de la ciudad para realizar trabajos temporales y me dijo que llevaba una semana con fiebre. Tenía tos, dolor de garganta, se sentía débil por todas partes y no podía comer. Le dije: «Ven a vivir a mi casa y renóvate». Aceptó y me pidió la tarjeta de acceso al edificio.

Pero estas tarjetas tienen una foto, y no pueden ser utilizadas por otros. Le dije: "Entra abiertamente. Tenemos a Shifu cuidándonos. Los que deban entrar podrán hacerlo". Puse las manos delante del pecho, me incliné ante el retrato de Shifu y pedí que me fortaleciera. Luego fui a la entrada de la comunidad a recogerlo. Entró en su bicicleta eléctrica y el guardia de seguridad no le prestó atención.

El practicante me dijo que no había podido ir a trabajar y que no había estudiado el Fa ni hecho los ejercicios. Le dije: «Vamos a estudiar el Fa». Le preparé sopa de huevo para cenar ya que no podía tragar bien. Insistimos en terminar dos conferencias y luego empezamos los ejercicios.

Él nunca había hecho el segundo ejercicio, durante una hora. Mientras lo hacía, no podía mantener los brazos en alto y le temblaba todo el cuerpo. Me coloqué frente a él y le tomé las manos. Cuando terminó todos los ejercicios, tuvo que descansar. Le dejé dormir en el sofá de la habitación donde estaba el retrato de Shifu, para que descansara bien. Teníamos previsto levantarnos por la mañana para volver a hacer los ejercicios.

Me tumbé en la cama y no podía conciliar el sueño. Me invadía una ansiedad cada vez más intensa. Finalmente, pensé en Shifu y me sentí aliviada. Shifu dijo:

«…con el Maestro y el Fa aquí, ¿a qué le pueden temer?» (Exponiendo el Fa en Sidney)

¿No fue un arreglo de Shifu lo que le permitió entrar en mi casa?

Desperté al practicante para que hiciera los ejercicios a la mañana siguiente. Se levantó enseguida y estaba mucho mejor que la noche anterior. Comió un poco de sopa de huevo después de enviar pensamientos rectos. Le animé a mirar hacia dentro. Volvimos a estudiar el Fa y almorzó al mediodía. Le pedí que escuchara los artículos de Minghui.org sobre la enfermedad y el ye. Se sintió muy inspirado y dijo: "¡He encontrado mi apego! Últimamente he estado navegando mucho en mi teléfono".

Le hablé de los perjuicios de estar obsesionado con el móvil. Reconoció la seriedad de la cultivación. Dijo que navegaba por el teléfono todo el tiempo y no estudiaba el Fa ni hacía los ejercicios, y no se comportaba como un verdadero practicante de Dafa. No era de extrañar que se infectara con COVID-19. Seguimos estudiando el Fa y haciendo los ejercicios. Era capaz de realizar los movimientos correctamente y sudaba por todas partes. Sabía que se había recuperado.

El tercer día, otro practicante conversó y estudió el Fa con él, e hizo los ejercicios por la tarde con él. El cuarto día por la mañana dijo: "Ya estoy bien. Hoy vuelvo a casa". Le di un disco con música para la versión de una hora del segundo ejercicio, y le pedí que persistiera en practicar.

Le dije que escuchara las conferencias de Shifu si realmente no podía calmarse para estudiar el Fa. Todas estaban en el disco. Le di 500 yuanes (billetes de papel con mensajes sobre Falun Dafa escritos en ellos) para las comidas. Me dijo que me los devolvería más tarde. Le dije: «No tienes que devolvérmelo, sólo ayúdame con algún trabajo de Dafa en el futuro». Quemó incienso ante el retrato de Shifu y se marchó feliz. Sentí como si me hubieran quitado un gran peso de encima.

Estuve en el mejor estado durante esos cuatro días. Estudié el Fa e hice los ejercicios muy seriamente, con mi mente muy clara y mi energía abundante. Esto es el fortalecimiento de Dafa de Shifu, y el resultado de los compañeros practicantes que se ayudan mutuamente.

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, compañeros!

Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos generalmente reflejan la percepción de un individuo en un momento determinado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.