Finalmente corregí mi estado para enviar pensamientos rectos

(Minghui.org) No he hecho bien el envío de pensamientos rectos durante muchos años. Muchos practicantes me han ayudado en este asunto, y también intenté usar todo tipo de métodos, como mantener los ojos abiertos, extender la duración, grabarme en video, etc., pero todos estos métodos solo tuvieron efecto temporalmente y no pudieron ayudarme a resolver mi problema fundamental.

No importa lo mucho que lamentara mi falta de determinación y me detestara, o por mucho que deseara cambiar mi estado, a menudo perdía mi conciencia principal al relajarme ligeramente mientras enviaba pensamientos rectos. Aunque hubo momentos en que estaba en un estado ligeramente mejor, y también sabía lo difícil que era mantenerme despierto, mis compañeros practicantes y yo no sabíamos cuál era mi problema, y nos sentíamos impotentes al respecto. También me decía a menudo con dolor: “Si piensas que enviar pensamientos rectos es la tarea más fácil y relajante de las tres cosas que los practicantes de Dafa deben hacer, ¡estás absolutamente equivocado!”

Para fortalecer la eliminación de la malvada persecución que se ha extendido recientemente en el extranjero, nosotros, los practicantes, hemos incrementado nuestros esfuerzos en enviar pensamientos rectos. Me sentía ansioso por mi estado, pues mi conciencia principal estaba parcialmente confusa mientras enviaba pensamientos rectos. Pensé: “He estado enviando pensamientos rectos durante más de 20 años, y la rectificación del Fa de Shifu ya está llegando a su fin, pero ni siquiera puedo enviar pensamientos rectos correctamente. ¿Todavía puedo ser considerado un practicante de Dafa que cumple con los estándares?”

Cuando envíe pensamientos rectos a las 6 a.m. del 1 de marzo de 2025, después de completar los ejercicios, no pasó mucho tiempo antes de que comenzara a sentir que estaba perdiendo mi conciencia principal. Sentí que mi poder era insuficiente y que mi potencia de gong no podía ejecutarse.

Me esforcé por superar este estado, y un pensamiento vino a mi mente: “Mi cuerpo es gigantesco, mi cuerpo es gigantesco, más grande, más grande, más grande”. Poco a poco, mi mente se volvió un poco más clara, y pensé: “La Tierra y los Tres Reinos están girando ante mí. Yo estoy por encima de la Tierra y también por encima de los Tres Reinos. Soy más alto que todos ellos. Todos ellos ahora son como motas de polvo frente a mí, o incluso más pequeñas que eso. Estoy por encima de ellos, y soy más alto que todos ellos”.

Con eso, mi mente se aclaró totalmente, "Sí, soy supremo. Mis cuerpos en diferentes dimensiones son gigantescos. No importa cuán grandes sean los Tres Reinos, el universo o el cuerpo celestial, no son tan grandes como mi cuerpo. Soy supremo, y soy el discípulo de Shifu. Soy un ser que ha sido creado por Dafa, por eso soy tan grande, y debo ser tan gigantesco".

Justo cuando seguía teniendo estos pensamientos en mi mente, sentí ráfagas de energía penetrando en mi cuerpo desde la parte superior de mi cabeza, y el campo de energía alrededor de mi cuerpo se volvía cada vez más fuerte. Pensé: “Mi gong se ha fusionado con toda la energía recta en todo el cuerpo celestial y el universo para formar una sola entidad. Sí, se han fusionado para convertirse en una entidad con toda la energía recta del universo. Aniquilen todo lo malo, las manos negras, demonios podridos y todos los elementos del espectro malvado comunista que están creando la tribulación para perseguir el Fa”.

Recité en silencio los versos de la rectificación del Fa de Shifu, seguidos de la palabra “Mie” (aniquilar). En ese momento, sentí que mi gong barría todo el mal en el universo con una fuerza abrumadora. Todos los demonios malvados y podridos se desintegraron instantáneamente bajo el impacto de esta imparable explosión de energía.

De repente comprendí una razón importante por la cual no había podido enviar pensamientos rectos bien durante un período tan prolongado de tiempo. Eso fue porque, cuando enviaba pensamientos rectos en el pasado, solo creía en lo que veía y me posicionaba en la Tierra. Usaba mi cuerpo consciente para esforzarme en recitar la palabra "Mie". Después de un período prolongado de tiempo, estaba muy cansado, y una vez que mi conciencia principal se relajaba un poco, la interferencia del mal hacía que mi conciencia principal se volviera confusa.

En mi subconsciente, incluso sentía la inmensidad del cuerpo celestial y el universo, y me preguntaba hasta donde podría llegar mi gong. Me preguntaba cuánta energía poseo en realidad. Justo cuando cambié esta noción para elevar mi posición, era como si hubiera alcanzado el nivel más alto de todo el cuerpo celestial y el universo, donde el mundo de los cuerpos celestiales, el universo y todo el colosal firmamento están a la vista. En mi mente, cuando se emitía una poderosa y fuerte palabra "Mie",  comenzó de arriba hacia abajo y era muy fácil de hacer. La palabra "Mie" se expandía infinitamente de cerca a lejos, cubriéndolo todo.

Aunque era una batalla emocionante entre lo recto y lo malvado en ese lado, mi lado consciente aquí estaba tranquilo y pacífico, en un estado fijo y muy estable, como si cada célula de mi cuerpo fuera penetrable y cada poro pudiera fácilmente emitir un gong a voluntad. Todo lo que tenía que hacer era aferrarme a la palabra “Mie” en mi mente. Mi cuerpo estaba siendo envuelto por un gigantesco rayo de energía, y me convertí en uno con esta energía. Era una especie de satisfacción reconfortante que nunca antes había sentido. Después de enviar pensamientos rectos durante una hora, experimenté por primera vez que la sensación de aniquilar el mal con verdaderos pensamientos rectos era tan milagrosa y maravillosa!

Mientras escribía este artículo, de repente recordé las palabras que un practicante había dicho hace más de una década: “Un cultivador debe colocarse en una posición muy baja al manejar asuntos o personas, pero debe colocarse muy alto al enviar pensamientos rectos”. Siento que esto realmente tiene sentido.

A través de esta experiencia, alcancé cierta iluminación, y Shifu siguió empoderándome y animándome, ayudándome a alcanzar un estado correcto y encontrar mis problemas, para que finalmente pudiera corregirme y ponerme al día con el proceso de la rectificación del Fa. ¡Gracias, Shifu! No puedo imaginar que yo, un discípulo torpe que no sabía cómo enviar pensamientos rectos todo este tiempo, aún pueda escribir una experiencia de cultivación sobre el envío de pensamientos rectos para compartir con mis compañeros practicantes. ¡Gracias, Shifu, una vez más!