(Minghui.org) Junio de 1999 fue un momento único para los practicantes de Falun Dafa. Ese mes, el Partido Comunista Chino (PCCh) decidió tratar a Falun Dafa como su enemigo e intensificó los actos individuales de difamación para beneficio propio, convirtiéndolos en una persecución integral, organizada y a gran escala. Ese mismo mes también se lanzó el sitio web Minghui y los practicantes de Falun Dafa pasaron de contrarrestar la persecución de forma individual a hacerlo como un solo cuerpo.

Aunque muchos conocen el inicio de las detenciones masivas el 20 de julio de 1999 y consideran esa fecha como el comienzo de la persecución, el PCCh en realidad comenzó los ataques organizados contra Falun Dafa en los medios de comunicación y formó la Oficina 610 (una agencia extralegal que dirige la represión sistemática) el mes anterior.

Numerosos grupos perseguidos por el PCCh

Desde sus inicios, el PCCh ha promovido la lucha de clases y el odio. Mientras destruía la cultura y los valores tradicionales chinos, el Partido lanzó una campaña política tras otra contra aquellos a quienes considera «enemigos», incluidos los terratenientes, los capitalistas, los intelectuales, los defensores de la democracia y, ahora, los practicantes de Falun Dafa.

En cada campaña, el PCCh obliga al grupo objetivo a renunciar a sus creencias y posesiones materiales. Cuando el régimen no está satisfecho con el resultado, recurre a la «eliminación física» del objetivo.

«Eliminación» es una de las palabras favoritas del PCCh. Cuando el régimen decidió atacar a Falun Dafa en junio de 1999, el exlíder del Partido, Jiang Zemin, estableció la Oficina 610 el 10 de junio de ese año para garantizar que la persecución se llevara a cabo de manera sistemática. Jiang emitió específicamente una orden para «arruinar la reputación [de los practicantes], llevarlos a la bancarrota financiera y eliminarlos físicamente». El PCCh perfeccionó esta estrategia durante décadas con otros grupos antes de aplicarla a los practicantes de Falun Dafa.

Wuhan, junio de 1999

Aunque la pandemia de COVID convirtió a Wuhan en un nombre muy conocido, pocas personas saben que la ciudad también desempeñó un papel fundamental en junio de 1999 en una campaña nacional de difamación contra Falun Dafa.

Ese mes, el director de la estación de televisión de Wuhan y un reportero apellidado Song produjeron un video que difamaba al Sr. Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa. Seguían órdenes de los altos dirigentes del PCCh que fueron enviadas a través del Departamento de Policía de Wuhan. Una vez terminado el video, Jiang Zemin lo mostró a los altos dirigentes del Partido para silenciar cualquier oposición a la persecución. El vídeo fue entonces emitido por la Televisión Central de China (CCTV) para poner al pueblo chino en contra de Falun Dafa. Se produjeron una gran cantidad de materiales mediáticos basados en este vídeo y se difundieron por todo el país para promover la represión.

Si el vídeo no se hubiera producido en Wuhan en ese momento, la persecución podría haberse retrasado o haber sido menos severa.

Guerra mediática y genocidio

Dado que el PCCh controla los medios de comunicación y otras vías de información en China, puede manipular rápida y fácilmente la opinión pública para atacar a cualquier grupo o individuo en todo el país. Por ejemplo, Liu Shaoqi sucedió a Mao Zedong como presidente de China en 1959 y fue nombrado públicamente sucesor elegido por Mao en 1961. Sin embargo, después de que comenzara la Revolución Cultural en 1966, Mao comenzó a atacar a Liu. En cuestión de días, se informó a los residentes de toda China, y se les convenció, de que Liu era la peor persona del país y un enemigo del Estado.

Un incidente similar ocurrió en junio de 1999 con la difamación de Falun Dafa. Después de que la estación de televisión de Wuhan enviara el vídeo atacando a Falun Dafa a CCTV, los productores de televisión viajaron a Changchun, en la provincia de Jilin (ciudad natal del Sr. Li Hongzhi), entre el 22 y el 25 de junio para «recoger pruebas» contra Falun Dafa y el Sr. Li.

Las dos personas que proporcionaron más información a CCTV fueron Song Bingchen y Zhao Jiemin. Los practicantes de la provincia de Jilin cuestionaron su motivación, ya que Song y Zhao habían aprendido anteriormente Falun Dafa, pero buscaban beneficiarse de ello abriendo una clínica de sanación, lo que contradecía las enseñanzas de Falun Dafa. Después de que el Sr. Li Hongzhi los reprendiera y les dijera que cerraran la clínica, Song y Zhao se resintieron y esperaron una oportunidad para vengarse. Cuando llegó el equipo de CCTV, intentaron por todos los medios difamar al Sr. Li. Junto con otras tácticas de propaganda, la CCTV inventó «pruebas» adicionales y produjo el famoso vídeo que más tarde volvió al público en contra de Falun Gong.

El PCCh ha extendido ahora su operación de propaganda al extranjero. Aprovechando su influencia sobre los medios de comunicación occidentales, el PCCh ha lanzado ataques contra Dafa a través de medios como The New York Times. Muchas personas aún no han visto la sombra del PCCh detrás de estos artículos difamatorios.

El manual del PCCh

Manipular a los medios de comunicación estadounidenses para enfrentar a unos estadounidenses contra otros es una estrategia sacada directamente del manual del PCCh. Tras el fin de la guerra chino-japonesa en 1945, el PCCh lanzó una guerra civil contra el Kuomintang (Partido Nacionalista), que estaba en el poder. Mientras se infiltraba en los departamentos de inteligencia y otros órganos gubernamentales, el PCCh también provocó conflictos internos para paralizar al Gobierno. Movilizó a estudiantes y trabajadores para que condenaran abiertamente al Kuomintang.

Es importante que comprendamos la naturaleza y las tácticas del PCCh para impedir que el régimen siga exportando la ideología comunista a otros países. Ya hemos visto el daño causado por el vídeo difamatorio que difundió por toda China la CCTV y otros medios de comunicación controlados por el PCCh.

El gen del odio

El odio y la brutalidad que defienden el PCCh y el antiguo régimen soviético no son nuevos. Se remontan a Karl Marx y su Manifiesto Comunista.

La familia de Marx era judía, pero se convirtió al cristianismo antes de que él naciera. Después de ingresar a la universidad, Marx se volcó al satanismo y comenzó a condenar los valores tradicionales y la humanidad. Este cambio se refleja en sus escritos.

«Así he perdido el cielo, lo sé muy bien. Mi alma, que una vez fue fiel a Dios, ha sido elegida para el infierno», escribió en el poema «La doncella pálida» en 1837.

«Mira ahora, mi espada oscura como la sangre apuñalará

sin fallar dentro de tu alma...

Los vapores infernales se elevan y llenan el cerebro,

hasta que me vuelvo loco y mi corazón cambia por completo.

Mira la espada: el Príncipe de las Tinieblas me la vendió.

Porque él marca el ritmo y da las señales.

Cada vez con más audacia bailo la danza de la muerte».

—«El jugador», de Marx, 1841

En su poema “Invocación de uno en la desesperación”, Marx escribió:

«No me queda más que la venganza....

Construiré mi trono en lo alto,

frío y tremendo será su pináculo.

Su baluarte será el temor supersticioso,

su mariscal, la agonía más negra».

A través de las innumerables tragedias que el comunismo ha causado en las últimas décadas, ahora sabemos que no es el sistema social idealista que describe la propaganda del PCCh. Más bien, es una ideología que va en contra de los valores tradicionales y está llena de odio, brutalidad y mentiras. Cuanto antes vea la gente la ideología del PCCh tal y como es y se aleje de ella, más brillante será su futuro.