Eliminando el resentimiento y el apego a guardar las apariencias

(Minghui.org) Un día, mientras imprimía materiales de aclaración de la verdad sobre Falun Dafa en casa, oí que alguien tocaba la puerta. Había materiales por todas partes, así que no quería abrir. Cuando dejaron de tocar, seguí imprimiendo. Cuando la persona volvió a tocar, me asusté un poco. Recordé cómo una persona me miró con desconfianza unos días antes, cuando le hablé sobre la persecución a Falun Dafa. Decidí no abrir la puerta a menos que se identificara. Después de un tiempo, dejaron de tocar. Cuando finalmente fui a verificar, no había nadie. Pensé que podría ser alguien que intentaba vender servicios de mantenimiento de viviendas a los residentes.

Pensé: “Si alguien vuelve a tocar, puede que sea un practicante que conozco, y le abriré la puerta si toca tres veces”. Empecé a enviar pensamientos rectos, y a mitad de decir las frases, alguien tocó dos veces y luego se detuvo. Decidí no abrir.

Cuando fui a casa de un practicante el otro día, me preguntó dónde estaba. Me di cuenta de que ese día él había llamado a mi puerta. Condujo un largo trecho para traerme las cosas que necesitaba porque eran demasiado pesadas para cargarlas. Me sentí fatal, pero no me atreví a decirle que estaba en casa, y que no le abrí la puerta. No soportaba quedar mal y le dije que había salido de compras. Me dijo: “Era tarde. Creí que el mercado estaba cerrado”. En un intento de cubrir las apariencias le dije: “Llegué tarde a casa y no estaba cuando viniste”.

Cuanto más lo pensaba, peor me sentía: “Practico Falun Dafa desde hace seis años, ¿y ahora empiezo a mentir? No soportaba a los mentirosos ni siquiera antes de ser practicante”. Más tarde ese día estudié las enseñanzas, y lo que dijo Shifu me conmovió. “Hoy en día, la gente es justamente así; cuando se encuentra con un problema, primero evade su responsabilidad y no le importa si se lo está culpando a él o no, la empuja hacia afuera”  (Cuarta lección, Zhuan Falun).

¿Por qué evadí mi responsabilidad? Temía que el practicante me criticara y no quería quedar mal. Debí decirle que no abrí la puerta porque no sabía quién llamaba. En cambio, le mentí y le dije que no estaba en casa.

Me di cuenta de que necesitaba exponer mi apego a la mentira y eliminarlo. Debo ser honesta y contarle al practicante lo que realmente sucedió, y debo disculparme sinceramente. No puedo preocuparme por quedar mal; en cambio, debo eliminar los apegos al orgullo, al miedo y la autojustificación, y debo corregirme con base en las enseñanzas de Falun Dafa.

Estaba resentida con una practicante llamada Hong. Durante los últimos dos años, salimos a menudo juntas para aclarar la verdad y nos encontramos en un lugar determinado. Al principio, ella llegó antes que yo, pero últimamente ha llegado tarde. A veces no llega.

Una vez, cuando salí de casa para reunirme con Hong, empezó a llover con más fuerza. Otra practicante me pidió que le llevara a Hong algunos materiales que necesitaba, así que supe que tenía que ir a pesar del mal tiempo. Al llegar, la lluvia disminuyó, así que pensé que Hong definitivamente vendría. Sin embargo, la lluvia volvió a arreciar y la temperatura bajó, pero Hong no llegó.

Mi resentimiento salió a la luz: “Los materiales son pesados y esperé mucho tiempo en el frío. No vino por la lluvia. La última vez no vino por su nieta. ¿Qué sigue?”. De repente, me di cuenta de que tenía resentimiento y también identifiqué más apegos. Me sentía ansiosa cuando las cosas no salían como yo quería. Me gustaba tener una buena opinión de mí misma (por haber salido, aunque lloviera), no quería sufrir (llevaba mucho peso) y no quería verme mal (porque cargaba varias bolsas).

Cuantos más pensamientos de resentimiento tenía, peor me sentía, porque todas estas nociones egoístas atraían elementos negativos a mi dimensión. Enviaba pensamientos rectos para eliminar mis apegos.

Me tranquilicé. Aunque Hong no viniera, aún podría aclarar la verdad, en lugar de desperdiciar este viaje. De repente, la lluvia torrencial paró y la temperatura subió. Ese día fue bueno; todos con los que hablé decidieron renunciar al Partido Comunista Chino y sus organizaciones afiliadas. Algunos me dieron las gracias. Uno dijo: “Pareces bondadosa. Debes ser una buena persona. Confío en ti, me gustaría renunciar al PCCh”. Los materiales en mi mochila no pesaban nada.

Shifu arreglo todo para que pudiera asistirlo para salvar a más personas. En cuanto desapareció mi resentimiento, me ajusté a los principios del Fa, y Shifu mejoró el ambiente de esclarecimiento de la verdad.

Mis ideas no desaparecieron por completo. A veces afloraban. Me concentraba en cada pensamiento y acción, y en cuanto surgía una mala idea, la captaba y la eliminaba. Hubo momentos en que no lograba captar las malas ideas, pero sabía que, si estudiaba más el Fa, podría discernir los malos pensamientos de los buenos. Cuando llenamos nuestras mentes con el Fa, no puede entrar el mal. El Fa puede eliminar todos los apegos, permitirnos cumplir nuestros votos y salvar a más personas.