(Minghui.org) Tengo apegos a la queja, la culpa y el resentimiento. Recientemente Shifu me dio la oportunidad de eliminar esos apegos. Quedé con una practicante llamada Qing a una hora y lugar determinados, pero no llegó a tiempo. Al principio, me dije que no debía preocuparme, pues quizá había surgido algo y se había retrasado.

Estaba ansiosa, pero recordé lo que dijo Shifu:

“No te quejes

Aférrate a la bondad” 

(La canción sagradaHong Yin IV ).

Me tranquilicé y esperé un poco más, pero después de 30 minutos, ya estaba lista para irme. Entonces escuché la voz de Qing: “Estaba esperando en el lugar equivocado y cuando no te vi, me di cuenta de que aquí era donde debíamos encontrarnos, así que me apresuré”.

¿Cómo pudiste olvidarlo? ¿Dónde está tu conciencia principal? ¿Por qué siempre eres tan olvidadiza?, murmuré. Será mejor que veas en ti misma más a fondo y encuentres el origen de tu apego; o llegas temprano o tarde, o incluso en el momento menos oportuno. ¿Cómo puedes ser tan descuidada e irresponsable?

Después de terminar lo que habíamos planeado hacer, Qing se disculpó nuevamente: "Lamento haberte hecho esperar tanto tiempo".

"¿Una disculpa lo arregla todo?". Yo seguía molesta y seguía culpándola y quejándome, diciendo que todo era culpa suya.

Después de que Qing se fue, me di cuenta de que acababa de recordarme a mí misma.

“No te quejes

Aférrate a la bondad”

(La canción sagrada, Hong Yin IV ).

¿Cómo pude cambiar así y olvidarlo por completo?

Vi dentro de mí y me di cuenta de que aún existen rasgos y factores corruptos en mi campo espacial y en mi corazón que no he eliminado. Mi cultivación no es sólida; solo me cultivo en la superficie, y mi corazón y mi mente no están al estándar, y entonces los apegos surgen causando brechas.

Shifu me los reveló para que pudiera verlos, y reconocer que debía eliminarlos para poder mejorar y elevarme. Este fue un arreglo de Shifu.

Al llegar a casa, escuché el artículo de un practicante. Trataba sobre cómo los practicantes, cuando se guían por el Fa de Shifu pueden ver dentro de sí mismos cuando surgen conflictos:

“Si tú chocas con él sería como chocar conmigo” (Enseñando el Fa en Manhattan, Colección de Enseñanzas del Fa, Vol. X).

¡De repente me di cuenta de que Shifu había dispuesto que Qing me ayudara a elevarme! No me había dado cuenta las veces anteriores, porque usé el razonamiento humano para ver las situaciones y pensé que era culpa suya. Cuando discutía con ella, con quien discutía era con Shifu. Cuando me quejaba de Qing, ¿me estaba quejando de Shifu? ¡Qué pecado!

Pero Shifu no me culpó, siendo una discípula mediocre, me dio oportunidades repetidamente. Esta fue otra oportunidad que Shifu me arregló. ¿Cómo podía hacer que Shifu se preocupara por mí una y otra vez?

Cuando volví a ver a Qing, le pedí disculpas sinceramente. “Fue culpa mía, y aun así me pediste disculpas otra vez”. ¡Qué buena practicante es Qing! La culpé repetidamente, pero nunca se molestó ni puso excusas. Me siento muy mal por lo que le hice; me arrepiento profundamente y me culpo a mí misma.

Entendí que el bien y el mal superficiales son razones a nivel humano. Como cultivadores, tenemos principios superiores que nos guían. Solo así podemos elevarnos más allá del ámbito humano y cultivarnos hacia un reino superior.

Qing me ayudó a superar mi impaciencia, resentimiento y mentalidad competitiva. Me ayudó a mejorar y a elevarme. Cuando me apegué al razonamiento humano, miré hacia afuera, exigiendo que los demás miraran hacia adentro. ¿Cómo puedo progresar en mi cultivación? Estoy muy agradecida por los denodados esfuerzos de Shifu por salvarme. Shifu se ha esforzado mucho para ayudar a sus discípulos a mejorar.