[Celebrando el Día Mundial de Falun Dafa] Veteranos están eludiendo el cortafuegos de internet de China para conocer la verdad

(Minghui.org) Han pasado 29 años desde que leí Zhuan Falun y comencé a practicar Falun Dafa en junio de 1996. Soy un oficial militar retirado. Los oficiales con los que solía trabajar se han retirado todos y trabajan en varias ramas del gobierno en puestos de supervisión. Mientras celebramos el 33.^er Día Mundial de Falun Dafa y el 30.º aniversario de la publicación de Zhuan Falun, me gustaría contarles cómo los veteranos están burlando el cortafuegos de internet del Partido Comunista Chino (PCCh) para conocer la verdad sobre Falun Dafa leyendo sitios web fuera de China.

Veteranos en Beijing difunden videos y software de Falun Dafa para burlar el cortafuegos

Solía estar en varios grupos de chat formados en su mayoría por veteranos. El grupo de chat con veteranos y cuatro policías en Beijing era el más franco. Los miembros sabían que yo practicaba Falun Dafa y que era perseguido. Uno de ellos me envió un mensaje: «Si vienes a Beijing, llámame y te recogeré». Podía sentir su sinceridad en el breve mensaje.

Un día fui a Beijing y llamé a uno de los veteranos. Les informó a los demás que estaba allí, y pronto se nos unieron 17 y reservamos un restaurante. Les aclaré la verdad a todos; algunos lloraron al oír cómo me torturaban. La esposa de un hombre fue torturada durante años en un campo de trabajo forzado por negarse a renunciar a su fe. Todos se compadecieron de lo que le había sucedido.

Un día vi un mensaje en el grupo de chat de Beijing titulado: «Secretario municipal investigado por corrupción». Cuando hice clic en el mensaje, descubrí que contenía enlaces a vídeos de Falun Dafa, incluidos los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista, Fuego Falso, Ahora y Para el Futuro, Cosechados Vivos y el Desfile del Día Mundial de Falun Dafa de 2016 en Nueva York. También incluía software para saltarse el cortafuegos. El título era solo un camuflaje para evitar la censura. Me sentí muy feliz de que estuvieran ayudando a difundir la verdad.

Pasé el mensaje a más veteranos en los que confiaba. Uno de los veteranos de la provincia de Shandong me envió una foto de la caligrafía que escribió para darme ánimos.

Sigo admirando la valentía del veterano de Beijing cuando publicó el mensaje hace ocho años. Bajo ese tipo de censura y persecución política, en la ciudad donde el PCCh vigila estrictamente a todo el mundo, difundió la verdad de Falun Dafa en internet, lo que fue como arriesgar su vida. Han pasado años y creo que a todos los miembros del grupo les va bien.

El jefe del Estado Mayor está de acuerdo con los practicantes de Falun Dafa y acepta el software

Me encontré con el exjefe del Estado Mayor militar cerca del ayuntamiento, donde trabajaba como subdirector de la ciudad tras retirarse del ejército. Le conté que, tras el inicio de la persecución, pensaba ir a Beijiing para defender Falun Dafa. "En la estación de tren, un agente de policía me detuvo. Después me golpearon cuatro agentes que intentaron arrancarme una confesión, y más tarde me sentenciaron a tres años en un campo de trabajo forzado", le dije. También le conté que a la mayoría de los practicantes detenidos por intentar ir a Beijing los metieron en campos de trabajo forzado, los detuvieron, los multaron, los despidieron de sus trabajos o los condenaron a prisión. Mientras estaban encarcelados, a menudo eran torturados.

El exjefe de personal me dijo: "Cuando la persecución es tan severa y los practicantes siguen insistiendo en ir a Beijing a apelar, esto me indica que los practicantes tienen razón y el gobierno se equivoca. El gobierno debe examinarse a sí mismo para ver qué ha hecho mal. Ningún civil quiere arriesgar su vida para ir a Beijing a menos que se le agravie".

Unos años más tarde, mi esposa y yo volvimos a encontrarnos con el exjefe. Le dijo a mi mujer que, cuando estaba en el ejército, todo el mundo sabía que practicaba Falun Dafa. «Es el comandante más destacado de nuestra brigada», dijo. Mientras hablábamos, otro veterano se unió a nosotros. Era médico militar y vivíamos en el mismo edificio desde hacía más de una década.

Sabiendo que su salud declinaba, y que el exjefe tenía diabetes, les di a cada uno una copia del software. Les expliqué que debían utilizarlo para leer libros de Falun Dafa y artículos de Minghui, que les ayudarían a mejorar su salud. «Llevo más de dos décadas sin enfermedades», les dije. El jefe respondió: «Me parece bien, iré a casa y leeré en línea».

Director de Educación se conecta a internet y conoce la verdadera historia del PCCh

Mi compañero en el ejército fue destinado a la oficina de educación de la ciudad después de jubilarse. Estábamos en la misma unidad y vivíamos en la misma residencia. Su letra era hermosa como la del cuaderno. También sabía mucho de combate militar, y era uno de los mejores.

Una vez fui a visitarlo a la oficina de educación y vi que su escritorio estaba lleno de documentos. Redactaba, revisaba y corregía todos los documentos de la oficina. Le aclaré la verdad y le conté lo que les había pasado a los practicantes de la ciudad. Se mostró comprensivo.

Después de eso, fui a verle a menudo y le hablé más sobre Falun Dafa y la persecución. Un día, le sugerí que renunciara al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Sin dudarlo, dijo: «Renuncio».

Le di el software de derivación y los materiales informativos de Falun Dafa. Leyendo artículos en línea fuera de China, supo que el contenido de la historia del PCCh en los libros de texto es falso, y dijo que la verdadera historia del PCCh está en los Nueve Comentarios. También conocía los principios de Falun Dafa y afirmó que todos los practicantes que conocía eran buenas personas.

Jefe de División de la Oficina de Justicia dice que el PCCh está acabado

Un veterano que trabajaba como jefe de división en la oficina de justicia de la ciudad y yo vivimos en la misma comunidad. Un día me encontré con él y le aclaré la verdad. Le recordé que no participara en la persecución. Cuando le conté las historias de quienes participaron en la persecución recibiendo represalias y acabando en la cárcel, como Wang Lijun, Bo Xilai y Zhou Yongkang, pareció muy interesado.

Cuando se enteró de que el PCCh sustraía a la fuerza órganos de practicantes de Falun Dafa vivos y se lucraba con la venta de sus órganos, se quedó estupefacto: «Si esto es verdad, el PCCh está acabado».

Una vez le conté que Han Guangsheng, exjefe de la oficina de justicia de la ciudad de Shenyang, desertó cuando fue a Canadá en viaje oficial. Han renunció al PCCh, solicitó asilo y sacó a la luz muchos de los crímenes del PCCh. Le expliqué que, al hacer eso, Han eligió un futuro brillante para sí mismo. Me dijo que conocía a Han personalmente: «Estudiamos juntos y era una persona con talento».

Nos veíamos a menudo y siempre que podía le decía la verdad. Recordando que una vez me preguntó cómo entrar en los sitios web de fuera de China, le di el software y le animé a que lo utilizara para saber más sobre Falun Dafa. Desde entonces, me trató como a un buen amigo.

Expolicía armado experimentó de primera mano la corrupción del PCCh

Un día fui a un centro comercial y vi a seis personas salir de un coche negro. El conductor tenía unos 50 años y me acerqué a hablar con él porque me pareció que era un veterano. Me dijo que se había retirado de la policía armada. Congeniamos y le pregunté: «He leído en las noticias fuera de China que hay una lista de precios para comprar ascensos en el ejército, ¿es verdad?».

Me dijo que era cierto: "Cuando tenía 48 años, quería ascender desde donde estaba, así que trabajé duro durante dos años. Según la lista de precios, tenía que ofrecer entre uno y tres millones de yuanes, y ni siquiera eso garantizaba el puesto. Decidí retirarme".

Según él, el precio oscilaba entre 200 mil yuanes para ser subteniente y entre diez y veinte millones para ser teniente general o general.

Como su familia quería marcharse, le di el software y le dije: "Parece que las noticias que leo fuera de China son ciertas. Este software puede ayudarte a ver más información veraz".

Más tarde me encontré con su suegro, que estaba separado de ellos. Me dijo que no podía moverse mucho debido a su enfermedad. "¿Eres miembro de las organizaciones del PCCh? El Cielo está eliminando al PCCh y deberías renunciar a las organizaciones para estar a salvo". Inmediatamente dijo: «Sí, y he renunciado». Me dio las gracias cuando le dije que recitara «Falun Dafa es bueno» para mantenerse sano.

Los veteranos que conocí tenían diferentes rangos y eran de todas las edades. El mayor tenía más de 80 años. Les dieron una copia del software, que les ayudó a saltarse el cortafuegos y a conocer la verdad a través de los medios de comunicación extranjeros. Esto es lo que más teme el PCCh: que los militares despierten.