(Minghui.org) Soy de la provincia de Liaoning en el noreste de China. Era agricultor, pero ahora trabajo en la construcción. Aunque el Partido Comunista Chino (PCCh) sigue persiguiendo brutalmente a Falun Dafa, los militares con los que trabajo reconocen la bondad de Dafa a través de mí y me buscan para sus contratos. Con ocasión del Día Mundial de Falun Dafa, el 13 de Mayo de 2025, me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación.
Shifu me otorga sabiduría
Tuve la oportunidad de leer los libros de Shifu, Zhuan Falun y Escrituras esenciales para mayor avance, en el otoño de 1997. Luego vi los videos de las conferencias de Shifu dos veces. Me di cuenta de que este Fa era lo que había estado buscando, y empecé el camino de la práctica de cultivación de Falun Dafa. Considerándome como un recién llegado a Dafa y teniendo en cuenta mi pobre educación, pasé todo mi tiempo libre estudiando diligentemente el Fa, sobre todo por la noche después del trabajo. También iba a las aldeas para difundir Dafa a más personas, poniéndoles los videos de las conferencias de Shifu. Comprendí claramente que debo poner el Fa en mi corazón, cultivarme de verdad y seguir los requisitos de Dafa para llegar a ser una persona buena e incluso una persona extraordinaria.
El estudio profundo del Fa y la cultivación sólida elevaron mi carácter. En casa, ya no golpeaba ni regañaba a mi esposa a voluntad, en cambio, me exigía seguir estrictamente las enseñanzas de Shifu, «No devolvieron el golpe ni insulto a su agresor». (Exponiendo el Fa en Sidney). Cuando mi mujer me pegaba y maldecía, lo soportaba sin protestar. Fuera de casa, era aún más estricto conmigo mismo. Hacía todas las cosas siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y trataba a los demás con respeto.
A medida que mi moralidad mejoraba, Shifu también purificó mi cuerpo para que estuviera libre de enfermedades. Además, Shifu me dio sabiduría y habilidades de diversas maneras. Mejoré mis habilidades técnicas en el trabajo de la construcción y aprendí nuevas habilidades rápidamente.
Una vez, trabajé para un empresario privado que estaba muy contento con mi trabajo. Me dijo que nunca había conocido a una persona tan buena y me preguntó por qué era tan amable. Le dije simplemente que soy practicante de Falun Gong y que seguía las normas de Dafa para ser una buena persona. Le dije que recordara que Dafa es bueno. Desde entonces, siempre me llamaba «Falun Gong» en las obras.
No importaba para quién trabajara, ya fuera una unidad gubernamental, una empresa privada o un particular, la gente con la que trabajaba aceptaba la bondad de Dafa, por lo que me resultaba conveniente hablarles de Dafa.
No oculté mi identidad como practicante de Falun Gong
Shifu dijo:
"Si eres verdaderamente un cultivador, nuestro Falun te protege. Mis raíces están todas atadas al universo, y quien pueda tocarte a ti, entonces puede tocarme a mí; hablando claramente, él ya puede tocar a este universo" (Primera Lección, Zhuan Falun).
No tengo ninguna duda de que Shifu siempre me está protegiendo, mientras me considere un practicante. La mayoría de las veces no es fácil encontrar un lugar adecuado para hacer los ejercicios de Falun Dafa en las obras de construcción, así que practico abiertamente al aire libre sin miedo. Algunas personas comentaban de vez en cuando mi valentía y me preguntaban si tenía miedo de que me detuvieran. Aproveché estas oportunidades para hablarles de Dafa y exponerles la persecución. Si tenía ocasión, también me explayaba más sobre la difusión de Dafa por el mundo y la importancia de renunciar el Partido Comunista Chino (PCCh) y sus afiliados. Muchas personas reconocieron los hechos y aceptaron renunciar al PCCh.
Una vez, mi patrón obtuvo un contrato para un proyecto militar. Sabía que la persecución a Dafa se llevaba a cabo con dureza en el ejército, pero no vacilé porque creía firmemente en la protección de Shifu. Así que procedí a trabajar en el proyecto. Cuando llegamos al lugar, uno de los militares vino a comprobar nuestra identificación. Preguntó específicamente si alguno de nosotros practicaba Falun Gong y declaró la regla de que no se permitía a ningún practicante de Falun Gong trabajar con los militares. Le respondí con sinceridad, diciendo que yo era el único practicante de Falun Gong y le expliqué que los practicantes eran buenas personas que seguían Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Le pedí que dejara a un lado la norma, que comprobara nuestro trabajo al cabo de unos días y que dejara que los hechos hablaran por sí mismos.
Doce soldados fueron enviados a vigilarnos en la obra el día que empezamos a trabajar. Mis obreros me conocían bien y comprendían los hechos de Dafa. Les recordé que debían trabajar duro y hacer un buen trabajo para no empañar la reputación de Dafa. También les dije que informaran de cualquier dificultad que surgiera por el camino y que la resolveríamos juntos.
Al tercer día, los soldados dejaron de vigilarnos. Algunos oficiales de alto rango e ingenieros militares vinieron al lugar e inspeccionaron también nuestro trabajo. Estaban contentos con nuestro trabajo y confiaban en que quedarían satisfechos con el proyecto.
Había otro grupo de construcción trabajando en la obra que no era muy amistoso con nosotros. Nos suministraron el enlucido de cemento, pero mezclaron intencionadamente menos cemento en la mezcla, lo que hizo que el enlucido no fuera lo bastante fuerte para adherirse a la piedra o el ladrillo. Se lo dije a su capataz, pero no me hizo caso. Si lo denunciaba a los militares, el conflicto se agravaría. Como practicante, no debía pelearme con los demás, sino ser amable con ellos. Sin embargo, mis trabajadores estaban hartos de la situación y me instaron a denunciarles. Prometí a mis hombres que me ocuparía del asunto a mi manera.
Fui al patio de materiales, a unos cientos de metros, y me llevé un saco de cemento para añadirlo a la mezcla de yeso. Un oficial militar presenció lo que hice y vino a ver qué pasaba. Nuestros trabajadores le explicaron inmediatamente la situación. Al final, uno de los trabajadores le dijo: «Acaba de ver qué clase de personas son realmente los practicantes de Falun Gong».
Los militares estaban muy contentos con nuestro trabajo después de que termináramos su proyecto. Un oficial dijo abiertamente en la reunión de gestión de fin de año: «Nuestros contratos de construcción irán ahora a practicantes de Falun Gong». De hecho, al año siguiente se pusieron en contacto conmigo para otro trabajo. Sin embargo, como tenía un problema de agenda en ese momento, no pude aceptar el trabajo.
Es Falun Dafa lo que me ha cambiado y renovado. Ahora soy una buena persona, una persona aún mejor, y un cultivador que camina por la senda de alcanzar la divinidad. Estoy agradecido a Shifu por concederme estas cosas.
(Envío seleccionado en celebración del Día Mundial de Falun Dafa 2025)
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