(Minghui.org) Un residente de 56 años de la ciudad de Changsha, provincia de Hunan, ha sido sometido a torturas implacables mientras cumplía una sentencia de cinco años y tres meses de prisión por su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
Sr. Li Zhigang
El Sr. Li Zhigang fue arrestado en su domicilio alrededor de las 22:30 del 27 de octubre de 2020, cuando estudiaba las enseñanzas de Falun Gong con otros practicantes. Para obligarlo a renunciar a Falun Gong, la policía lo inmovilizó en una fría silla metálica y lo privó del sueño durante más de un mes, mientras lo mantenía bajo vigilancia en un lugar secreto. La cantidad de comida que recibía diariamente en ese lugar era menor que una de sus comidas en el centro de detención local. Su presión arterial seguía aumentando. Su presión sistólica llegó a alcanzar los 260 mmHg en un momento dado, cuando el nivel normal es de 120 mmHg o menos. Cuando su familia lo visitó posteriormente, quedaron devastados al ver cuánto había envejecido en tan poco tiempo.
El Tribunal de la ciudad de Liuyang sentenció al Sr. Li a cinco años y tres meses el 21 de diciembre de 2021. Antes de que el Tribunal Intermedio de la ciudad de Changsha dictara sentencia sobre su apelación, las autoridades ya lo habían trasladado a la Prisión de Wangling, el principal centro de encarcelamiento de practicantes varones de Falun Gong en la provincia de Hunan, para cumplir sentencia.
En la Prisión de Wangling, el Sr. Li sufría constante privación de sueño y hambre. A veces, los guardias lo obligaban a agacharse sobre una pierna durante horas, a permanecer de pie con la cabeza contra la pared y a hacer flexiones. También le vertieron agua fría sobre la ropa y la manta, o agua caliente encima.
Los guardias dispusieron que los reclusos lo vigilaran de cerca. Le prohibían hablar con otras personas y tenía que pedirles permiso para beber agua o usar el baño, lo cual no siempre era aprobado. Mientras que a otros reclusos se les permitía gastar entre 300 y 700 yuanes al mes para comprar artículos de primera necesidad o comida extra, el Sr. Li solo podía gastar 50 yuanes.
Además del abuso físico y las restricciones, los reclusos también lo insultaban y humillaban a voluntad. Lo obligaban a ver a diario materiales de propaganda que difamaban a Falun Gong y a escribir informes reflexivos al respecto.
La Prisión de Wangling
Tras asumir Lu Xianyu el cargo de director de la Prisión de Wangling en octubre de 2017, estableció un "Pabellón de Transformación" (la décima división) especializado en perseguir a los practicantes de Falun Gong para obligarlos a renunciar a sus creencias. Aquí se han empleado diversos métodos de tortura, como largas horas de pie, privación del sueño y maltrato físico, incluyendo la tortura de "abrir las piernas". Algunos guardias proclamaron con orgullo: "Tenemos mucha experiencia en la 'transformación' de practicantes de Falun Gong".
En el segundo piso del edificio principal de la décima división, cada celda tiene unos 12 metros cuadrados y cuenta con cuatro literas para ocho personas. Cada practicante es vigilado por tres reclusos las 24 horas del día en una sola celda. Se vigila cada movimiento y palabra de los practicantes. Los reclusos utilizan cualquier excusa para golpear, abusar verbalmente y atormentar físicamente a los practicantes. También los intimidan para que "confiesen" sus supuestos crímenes.
Con el objetivo de obligar a los practicantes a abandonar su creencia, los programas de "transformación" incluyen rutinas de lavado de cerebro, además de tortura física. Los practicantes son obligados a ver y escuchar programas de propaganda, leer artículos que difaman a Falun Gong y luego escribir sus propios informes de opinión. Hay lemas que difaman a Falun Gong por todas partes. Recientemente, los practicantes se han visto obligados a gritar consignas insultando a Falun Gong antes de cada comida; de lo contrario, no se les permite comer. A menudo tienen que cantar canciones alabando al Partido Comunista Chino.
Los practicantes carecen de libertad personal. Necesitan permiso para todo lo que hacen. Si los reclusos no les dejan usar el baño, tienen que orinarse en los pantalones. A menudo se les priva del sueño. Tampoco se les permite la libertad de pensamiento. A menudo se les ordena a los practicantes que expresen sus opiniones, y si siguen afirmando que Falun Gong es bueno, son torturados sin parar.
Para protestar contra la persecución, algunos practicantes iniciaron una huelga de hambre. Los guardias simplemente esperaron unos días y luego los llevaron a un hospital para administrarles una inyección tóxica. El Sr. Tan Meilin realizó una huelga de hambre durante 23 días y recibió varias inyecciones.
Las "piernas abiertas" es uno de los métodos de tortura más brutales. Se separan las piernas de la persona en línea recta. Es muy doloroso y a menudo se rompen los ligamentos, lo que a veces provoca una discapacidad permanente. El dolor insoportable hace que el practicante grite de agonía. Los guardias también llaman a este método "matar a un cerdo". El Sr. Hu Wenkui, de unos 30 años, de la ciudad de Changdei, sufrió incontinencia tras ser torturado de esta manera y finalmente murió. Desarrolló un trastorno mental.
La práctica de "piernas abiertas" se ha convertido en una táctica predilecta porque no deja marcas y, posteriormente, infunde miedo a quienes es aplicada. La prisión perfeccionó aún más la técnica, adaptándola a cada individuo. Algunas personas sentían dolor mucho antes de alinear sus piernas. Cuando otras no sentían mucho dolor al principio, los guardias les forzaban las piernas a enderezarse y luego las tiraban hacia arriba hasta que les dolían. Los guardias se detenían en un punto muy doloroso y luego aumentaban lentamente la presión.
Además de ser una cámara de tortura, la Prisión de Wangling también es una fábrica clandestina. Durante la pandemia de COVID-19, los reclusos fueron obligados a fabricar mascarillas, equipos de protección personal y batas quirúrgicas para la exportación al extranjero. El empaque de algunos de estos artículos estaba impreso íntegramente en inglés. Si los reclusos no completaban su cuota diaria, recibían descargas eléctricas o eran sometidos a brutalidad física por la noche. Los guardias llamaban a este abuso "educación nocturna".
Entre los practicantes que fueron torturados hasta la muerte en la Prisión de Wangling se encuentran los Sres. Liu Chaoyang, Wang Yuelai, Pan Jianjun y Wang Guilin.
Persecución previa al Sr. Li
El Sr. Li obtuvo su licenciatura y maestría en informática en la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de la provincia de Hunan. Posteriormente, se matriculó en el programa de doctorado de la universidad para estudiar inteligencia artificial y análisis de sistemas expertos.
Comenzó a practicar Falun Gong a finales de 1998 y pronto dejó de fumar y beber. Sus problemas de hombro rígido y estómago también desaparecieron. Cuando estaba a punto de graduarse del programa de doctorado, el Partido Comunista Chino inició la persecución contra Falun Gong en julio de 1999. Se vio obligado a abandonar los estudios y desde entonces ha sido objeto de repetidas persecuciones por mantener su fe.
Por asistir a una reunión de practicantes el 1 de abril de 2000, el Sr. Li fue arrestado. Tras 41 días de detención, fue trasladado al Campo de Trabajos Forzados Militar de la ciudad de Guangzhou para cumplir una sentencia de un año y medio. Los guardias y reclusos lo golpeaban con frecuencia y lo obligaban a permanecer de pie bajo la lluvia o el sol abrasador durante horas. Fue liberado en julio de 2001.
El 21 de agosto de 2002, la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa llamó al Sr. Li y le pidió que acudiera debido a una emergencia. A su llegada a la universidad, fue arrestado. La policía se turnó para interrogarlo. Lo golpearon, lo privaron del sueño y le golpearon la cabeza con botellas llenas de agua. Hizo una huelga de hambre para protestar por la persecución. Cuando se encontraba en estado grave, las autoridades de la universidad dijeron: "No es para tanto".
El Sr. Li fue arrestado oficialmente cinco meses después, el 19 de enero de 2003, por "participar en una religión ilegal para socavar la aplicación de la ley". La universidad presentó su caso ante la Procuraduría Militar del Departamento Político General de Beijing, que lo acusó tres meses después y lo trasladó al Tribunal Militar del Departamento Político General de Beijing. Tras dos audiencias, fue sentenciado a cinco años de prisión el 11 de septiembre. Fue trasladado de Beijing a la Prisión Militar de Chenzhou, en Hunan, el 23 de septiembre de 2003, antes de ser trasladado a la Prisión de Jinshi, también en Hunan, el 14 de mayo de 2004. Fue liberado en septiembre de 2007.
El 17 de abril de 2010, el Sr. Li fue arrestado de nuevo mientras distribuía material informativo sobre Falun Gong. La policía lo golpeó y le hirió las piernas. Sus pantalones estaban empapados de sangre.
El 1 de mayo de 2010, la policía lo llevó al Campo de Trabajos Forzados de Xinkaipu para cumplir una sentencia de dos años. Aunque el campo de trabajo se negó a admitirlo debido a su mal estado de salud, la policía se negó a liberarlo y lo llevó a la cárcel del condado de Wangcheng. Tan solo tres días después, el 4 de mayo de 2010, la policía lo llevó al Centro de Lavado de Cerebro de la ciudad de Changsha. Quince días después, el 20 de mayo, lo llevaron de vuelta al campo de trabajo, donde esta vez sí fue ingresado.
Como el Sr. Li seguía sufriendo problemas de salud en el campo de trabajo, los guardias lo llevaron a un hospital el 29 de septiembre de 2010. Se le diagnosticó una afección cardíaca, hipertensión y enfisema, una grave afección pulmonar. Pronto fue puesto en libertad condicional por motivos médicos.
El cuarto arresto del Sr. Li tuvo lugar el 19 de agosto de 2011, cuando él y su madre caminaban por la calle. Esa misma noche, lo llevaron al Centro de Lavado de Cerebro de Laodaohe, donde permaneció retenido durante 40 días.
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