(Minghui.org) Recientemente me he tomado un tiempo para reflexionar sobre mi cultivación, y me gustaría compartir algunas de mis experiencias.
El sufrimiento es algo bueno
En los dos últimos años he tenido varios problemas de salud.
Una mañana me despertó un fuerte dolor en el pulgar derecho. No podía enderezarlo ni tocar nada con él. El dolor era intenso y afectaba tanto a mi vida cotidiana como a mi trabajo. Nunca había experimentado nada parecido, era muy inquietante.
Mientras aún me dolía el pulgar, de repente tuve un terrible dolor de muelas. Se me hinchaba la cara e incluso comer o beber me provocaba dolor de cabeza. Cada bocado, cada sorbo, era una tortura.
Miré hacia dentro y me di cuenta de que seguía aferrada a muchos apegos que no había eliminado de verdad: apegos a la comida, a la comodidad y el hábito de quejarme. Por ejemplo, había dejado de hacer sistemáticamente los ejercicios por las mañanas. Sin transformar mi cuerpo, habían empezado a manifestarse todo tipo de estados incorrectos. No estaba estudiando el Fa con suficiente frecuencia ni con suficiente profundidad. Como dijo Shifu:
“…haciéndolo todo de acuerdo a Él,
si puedes hacerlo así, cultivación será”
(Cultivación sólida, Hong Yin)
Sin el poder del Fa, era difícil para mí permanecer diligente.
Shifu también dijo en (Palabras de advertencia, Escrituras esenciales para mayor avance):
“No siempre pueden depender de mí para eliminar su ye, mientras que ustedes mismos no hacen un mejoramiento real en el entendimiento del Fa ni se elevan por encima del entendimiento y los conceptos humanos”.
Aunque sabía que las sensaciones humanas eran ilusiones, el dolor seguía pareciéndome real. Soporté el dolor mientras escuchaba y memorizaba el Fa, fortalecía mi conciencia principal y me mantenía firme en mis pensamientos rectos. Un día, me asaltó un pensamiento: El sufrimiento elimina el yeli, ¿no debería ser algo bueno? ¿Por qué lo trataba como un tormento?
A partir de ese momento, aunque el dolor persistía, ya no me perturbaba. De hecho, sentí surgir una especie de alegría desde lo más profundo de mi ser.
Las cosas cambian cuando mis nociones cambian
Hace aproximadamente un año y medio, debido a circunstancias especiales, tuve que preparar comidas en casa para mis compañeros de oficina. Mi cocina era pequeña y cocinar para varias personas requería mucho tiempo y energía. Pero como practicante de Dafa, sentía que debía hacer un buen trabajo con lo que fuera necesario.
Pasaba mucho tiempo comprando, preparando y cocinando, y todas las noches estaba completamente agotada. Apenas tenía tiempo para estudiar el Fa o hacer los ejercicios. Esto me preocupaba, pero no sabía cómo resolver la situación.
Sintiéndome impotente, empecé a escuchar las conferencias de Shifu en Guangzhou. Un día, al terminar de escuchar una conferencia, una frase me impactó: «Tu mente debe ser recta». De repente, comprendí que los principios del mundo humano son inversos a los de los niveles superiores. Las dificultades son un reflejo de nuestro yeli. Shifu utiliza la interferencia de las viejas fuerzas para ayudarnos a mejorar.
Mi mente se abrió y realmente sentí alegría en medio del sufrimiento. Sorprendentemente, poco después mi oficina me notificó que ya no necesitaba preparar las comidas. Era tal como dijo Shifu:
“…cambiando las nociones,
eliminando la decadencia,
la luz brillante aparece.”
(Nueva vida, Hong Yin)
Esta experiencia me enseñó que todas las dificultades, conflictos y desafíos son, de hecho, oportunidades para mejorar nuestro xinxing.
Aclarando la verdad a una mente joven
Una vez di clases de inglés a una estudiante de bachillerato. Me había dado cuenta de que muchas estudiantes que vivían en el campus tenían los mismos pensamientos: sus mentes eran como lienzos en blanco que el sistema educativo y sus familias rellenaban.
Poco a poco fui incorporando información sobre Falun Dafa a nuestras conversaciones. Ella se mostraba abierta a lo que le contaba. Pero cuando mencioné la farsa de la auto-inmolación de la plaza de Tiananmen, se sintió aterrorizada. Nunca olvidaré el pánico en sus ojos. Se volvió distante y me evitaba, lo que me rompió el corazón.
Sin embargo, con el tiempo volvimos a conectar. Unos años después de graduarse en la universidad, visitó mi ciudad durante un viaje y quedamos en vernos. Antes de reunirnos, envié pensamientos rectos para eliminar las interferencias de otras dimensiones que pudieran impedirle comprender la verdad.
Planifiqué cuidadosamente nuestra visita, la llevé a lugares emblemáticos y la familiaricé con la cocina regional. Me di cuenta de que había madurado. En comparación con su época de instituto, ya no se dejaba influenciar fácilmente. Había desarrollado sus propias perspectivas.
Hablamos largo y tendido, incluso sobre la persecución a Falun Dafa por parte del PCCh. Le mostré cómo acceder al sitio web de «Renuncias al PCCh», y presentó una declaración para renunciar del partido y de sus organizaciones afiliadas.
Me dijo: «Recuerdo que me aterroricé cuando mencionaste la falsa auto-inmolación de Tiananmen en el instituto. Temblaba físicamente. El tipo de miedo que el PCCh nos inculcó a través de su educación es espeluznante».
Ahora me doy cuenta de que cultivarse es como remar contra corriente: debemos ser diligentes y seguir adelante con el mismo vigor que cuando empezamos. Nuestra diligencia debe ser desinteresada, dirigida a salvar a más seres conscientes y a hacerlo con mayor eficacia. Mi estado actual de cultivación está aún en proceso de ajuste, y todavía tengo que romper mi estancamiento y superar mi falta de diligencia.
Los artículos en los que los cultivadores comparten sus entendimientos suelen reflejar la percepción de un individuo en un momento dado en función de su estado de cultivación, y se ofrecen con el espíritu de permitir la elevación mutua.
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