(Minghui.org) Después de que un practicante de nuestro grupo de estudio del Fa fue perseguido el verano pasado, irrumpieron el sitio de estudio y secuestraron a varios practicantes. Yo no estaba presente cuando esto ocurrió, pero un agente del Partido Comunista Chino (PCCh) supo el número de mi matrícula y me persiguió, acosándome repetidamente.
Durante las dos conferencias del PCCh la primavera pasada, la policía volvió a acosar a mi esposo y me preguntó dónde estaba. Mi esposo estaba bajo mucha presión y temía que mi práctica de Falun Dafa afectara los estudios y la carrera de nuestro hija, así que me gritaba cada vez que la policía lo llamaba.
Aunque mi esposo no le dijo a la policía dónde estaba yo, fueron a mi pueblo y me encontraron. Mi hija de un año y yo estábamos almorzando cuando una mujer y dos policías irrumpieron mi casa. Tras verificar mi identidad, me ordenaron ir a la comisaría a declarar. Me negué. En cambio, aclaré la verdad sobre la persecución.
Una mujer policía agarró a mi hija. Otro policía me jaló por delante y el otro me empujó por detrás, intentando llevarme por la fuerza. Grité: "¡Falun Dafa es bueno! ¡El Partido Comunista persigue a Falun Dafa!". Mi chaqueta de plumas casi se rasgó durante la pelea. Mi hija pequeña vio aterrorizada cómo me arrastraban al coche patrulla. Gritó: "¡Mamá! ¡Mamá!". Nos metieron a empujones en el coche patrulla y nos llevaron a la comisaría.
Cuando llegamos a la estación le dije a la policía que no es ilegal practicar Falun Dafa, y que Falun Dafa no está incluido en las 14 sectas listadas por el Ministerio de Seguridad Pública; la prohibición de las reuniones de Falun Dafa fue eliminada en el Documento No. 50 de la Administración de Prensa y Publicaciones.
Les pedí que me mostraran las disposiciones legales que prohibían Falun Dafa, pero, por supuesto, no pudieron mostrarme ninguna. Dije: “Los practicantes distribuyen información sobre Falun Dafa y cuentan la verdad sobre la persecución por compasión. Quienes se dejan llevar por las mentiras y calumnias del PCCh contra Falun Dafa están engañados”.
Estando en casa de un practicante, intentaron usar mi libro de Zhuan Falun como excusa para detenerme durante diez días. Me presionaron para que firmara un documento, pero me negué. Nos llevaron a mi hija y a mí a casa alrededor de las cinco de la tarde. Mis suegros y mi esposo estaban atemorizados. Mi esposo se molestó especialmente al ver a nuestra hija de un año sentada con las piernas cruzadas y las manos juntas. Insistió en que nuestra hija no debía practicar Falun Dafa conmigo.
Sabía que no podía hacerme cambiar de opinión, así que me presionó para que prometiera no enseñarle a nuestra hija la práctica. No acepté porque sabía que practicar Falun Dafa nos hace rectos, sanos e inteligentes, y que cada uno tiene la libertad de elegir su creencia. Me dijo: “Si no me lo prometes, llevaré a nuestra hija a casa de su tía”. Pensé que bromeaba. Pero lo hizo cuando acompañé a mi padre al hospital para la cirugía.
Al llegar a casa, recogí los juguetes y la merienda que le había comprado a mi hija. Sentí tristeza al ver la casa vacía y me acosté en la cama. Sabía que así era la forma en que Shifu me ayudaba a renunciar al afecto que tenía por mi hija.
Mi esposo dijo que dejaría de pagarme la manutención mientras se iba a trabajar a otra ciudad. Dijo enojado: “Es difícil encontrar trabajo hoy en día. A ver si puedes sobrevivir sin mí”.
Nunca me había separado de mi hija, pero ahora estaba a cientos de kilómetros de distancia. No sabía qué sería de ella. ¿Qué haría si me extrañaba? Mi apego humano y mi Qing afloraron. No tenía trabajo y estaba sola. Esos días se sintieron como años. Los soporté con dolor.
Seguí recitando el Fa:
"Aquellos que están aferrados al afecto de sus parientes serán indudablemente fatigados, enredados y atormentados por este afecto. Estas personas se aferran al hilo del afecto y dejan que les amarre durante toda la vida. Cuando lleguen al final de sus vidas, les será demasiado tarde para arrepentirse". (Tabúes para cultivadores, Escrituras esenciales para mayor avance)
Al recitar el Fa continuamente, mi corazón ya no se sentía tan atormentado por el enredo afectivo.
Unos días después conseguí trabajo de limpieza. Al principio, la dueña no sabía que practicaba Falun Dafa, pero dijo que era muy amable. Una vez me preguntó por qué no había tenido una aventura desde que mi esposo se había ido. Le dije: “Como practico Falun Dafa, conozco los principios del Fa. Dios dispone una esposa para cada hombre y un esposo para cada mujer. Si tienes una relación con alguien que no sea tu esposa o esposo, es un pecado”.
Ella dijo: "Sé qué no usas un celular. Tienes miedo de contaminarte". Sonreí y no dije nada. No le dije que en China vigilaban a la gente. Dijo que nunca había estado en contra de Falun Dafa. Más tarde le conté sobre mi situación familiar. Mis suegros una vez intentaron convencer a mi esposo para que se divorciara de mí porque practicaba Falun Dafa. Cuando di a luz a mi hija y durante mi reclusión, mis suegros no pagaron ni un centavo y no ayudaron en absoluto. Recordé las enseñanzas de Shifu, que requieren una actitud compasiva, y ver primero por los demás que a mí misma. Cada vez que llegaba a casa, recogía la ropa sucia y la ropa de cama de mis suegros y las lavaba.
Le dije a la Señora: “Si no practicara Falun Dafa, estaría resentida con mi esposo por haber enviado lejos a mi hija, y me habría disgustado. Estaría resentida con mis suegros. Fue Falun Dafa lo que me sacó de esta situación y me liberó de mi dolor. Ya no estoy resentida ni peleada con nadie; en vez de eso, me esfuerzo por ser amable”. Me miró con aprobación.
Estoy agradecida con Shifu por rescatarme del mar del deseo, purificar mi cuerpo y mente, antes contaminados e impuros, enseñarme el Fa y guiarme por el camino de regreso a casa. Ahora, mi hija regreso conmigo y mi relación con mi esposo está mejorando. Persisto en hacer las tres cosas y sigo firme en el camino de la cultivación.
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