(Minghui.org) Nací durante los tres años de hambruna que hubo en China (1959 - 1961) causada por el Partido Comunista Chino (PCCh), por lo que estaba desnutrido. Estaba débil y enfermo, y mis padres casi me abandonaron. Desde que tengo uso de razón, viví en la pobreza y la vida era miserable. En nuestro pueblo no había electricidad y los aldeanos eran conservadores y defendían la tradición. Los ancianos enseñaban a los niños contándoles cuentos. Yo era muy enfermizo, estaba débil y no podía corretear como los demás niños, así que me quedaba con los ancianos y escuchaba sus historias. Creía en principios tradicionales como la importancia de la vida humana, la retribución de yeli y la reencarnación.

La cultura tradicional china fue destruida durante la Revolución Cultural del PCCh. Lo que me enseñaron en la escuela era lo contrario de lo que contaban los ancianos del pueblo. Los aldeanos me decían que los seres humanos habían sido creados por la divinidad. Como cometían errores en el Cielo, entonces eran enviados a la Tierra para sufrir y disolver su yeli. Hacer buenas acciones ayudaba a la gente a acumular virtud. Los seres humanos podían convertirse en dioses si los seres celestiales les enseñaban cómo hacerlo.

Anhelaba el Cielo y esperaba que un ser celestial me guiara. Los profesores de la escuela nos enseñaban que lo divino no existía. No había Cielo ni Infierno. Los seres humanos eran animales avanzados que evolucionaron a partir de los monos. Me sentía en conflicto y me preguntaba si ya que los seres humanos procedían de los monos, entonces en el futuro me convertiría en otro animal. Si no había cielo ni reencarnación, ¿seguían existiendo las almas después de la muerte? Me sentía perplejo y perdido.

Cuando crecí, estudié mucho. Quería aprobar las pruebas de acceso a la universidad. Si me graduaba en una universidad, podría dejar el pueblo y conseguir un trabajo en la ciudad. Pensaba que los profesores universitarios tenían un alto coeficiente intelectual y podían responder a mis preguntas sobre la vida. Por desgracia, no conocí a nadie que pudiera guiarme o responder a mis preguntas, así que me sentí aún más perdido y decepcionado. Para mejorar mi salud y buscar respuestas a mis preguntas, aprendí artes marciales, qigong y probé varios productos de salud y sanitarios. No fueron eficaces y, con el paso del tiempo, mi salud empeoró. Sentía que la vida no tenía remedio.

En 1998, un amigo me sugirió que probara Falun Dafa. Al principio no me interesaba. Sabía mucho sobre qigong y probé muchas modalidades de ejercicios. Todas las formas eran mediocres, por lo que no esperaba nada asombroso de Falun Dafa. Un amigo me prestó el libro Zhuan Falun. Cuando empecé a leerlo no pude dejarlo. El libro respondía a todas las preguntas que tenía desde hacía décadas con un lenguaje sencillo. Apenas podía describir mis sentimientos con palabras.

Cuando terminé de leer Zhuan Falun, sentí que había renacido. El yo desesperanzado y agotado había desaparecido, y me sentía con el corazón ligero. Sé quién soy, de dónde vengo y adónde voy. Tengo un propósito claro: volver a mi yo original y a mi reino celestial. Shifu me había dado una escalera al Cielo, Zhuan Falun.

Ya no era pesimista ni estaba lleno de resentimiento. Recuperé la salud y ya no necesité medicación. Ahora me siento con energía todo el día, todos los días. Guiado por Falun Dafa, me volví pacífico, tranquilo y feliz. Obtuve mejores resultados en el trabajo y me llevaba bien con los demás. Finalmente, mi corazón por fin se calmó porque conocí mi verdadero propósito en la vida.

Gracias a la protección de Shifu y a la guía de los principios de Falun Dafa, mi salud y mi xinxing mejoraron. Me gustaría compartir mis experiencias personales para decirles a todos lo compasivo que es Shifu y lo asombroso que es Falun Dafa.

Falun Dafa es increíble

En el instituto sufrí una neurastenia grave y una gastroenteritis crónica debido al intenso ambiente de estudio y a mi mala situación económica. No podía relajarme. Mi salud física y mental se deterioró y siguió empeorando durante 20 años desde principios de 1998. La calidad de mi sueño era mala y si me despertaba no podía volver a dormirme. Cuando me levantaba me sentía agotado. Me torturaba una gastroenteritis crónica, en cuanto me acostaba me dolía el estómago, y después de comer el dolor era intenso. Soporté interminables sufrimientos por estas dos enfermedades, y tuve otras dolencias.

Después de leer Zhuan Falun, incluso antes de empezar a practicar los ejercicios, estas dos enfermedades desaparecieron. Mis otras enfermedades también desaparecieron. Después de liberarme de las enfermedades me sentía muy a gusto. Entonces tenía casi 40 años. Estaba muy emocionado y agradecido a Shifu.

Dejando ir el apego a los intereses personales

Después de empezar a practicar Falun Dafa, me he ido desapegando gradualmente de las cosas materiales. Recuerdo el principio de «Sin pérdida no hay ganancia» del que habla Shifu en Zhuan Falun, y lo pongo en práctica en mi vida diaria. Me recuerdo que no quiero nada que no me pertenezca. Mi jefe confía en mí y nunca comprueba los documentos de gastos que le presento para su aprobación.

Pedí prestados 5.000 yuanes (688 dólares) al Departamento de Finanzas para un viaje de negocios. Cuando volví y liquidé la deuda, la cajera estaba muy ocupada y me dio otros 5.000 yuanes junto con el recibo del pago. Le expliqué que se había equivocado y le devolví todo el dinero, entonces se dio cuenta de su error y me lo agradeció profundamente.

Poco después de este incidente, fui a pagar unas tasas a otro sitio. El empleado cometió el mismo error. Me dio tanto el recibo del pago como el dinero. Le indiqué lo que había pasado y le devolví el dinero.

Todo el mundo sueña con ganar dinero en este mundo material. Intentan por todos los medios conseguir dinero. A pesar de la tentación, mi corazón no se conmovió. ¡Es tan bueno ser guiado por el Fa!

Shifu siempre está conmigo

Por mis propias experiencias de cultivación en los últimos 20 años, siento que Shifu está conmigo y siempre me protege.

Iba en un autobús y de repente el conductor pisó el freno. Salí despedido por los aires, di una vuelta de 90 grados, pero aterricé sano y salvo. No me hice daño. En otra ocasión me tropecé mientras bajaba las escaleras y casi me doy con la cara en el suelo. Pude mantener el cuerpo erguido y me levanté rápidamente. Otra vez me caí de la cama, y casi golpeo con la cabeza en el suelo, pero pude mantenerme en pie. En cada ocasión, sentía que Shifu me protegía.

Shifu siempre me ha protegido, ¡y me siento muy afortunado!

Mis familiares y parientes han sido bendecidos por Falun Dafa

Mi madre tenía mala salud debido a los años de trabajo duro. A principios de 2002 recitó repetidamente las dos frases: «Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno». Se benefició de ello y su salud mejoró rápidamente. A los sesenta años padeció un herpes zóster, pero no sintió mucho dolor, el médico se sorprendió. Recitó las dos frases auspiciosas durante años y gozó de buena salud. Falleció a los 83 años y no sufrió ni tuvo ninguna enfermedad. La gente decía que había sido bendecida.

Una familiar cree que Falun Dafa es bueno. Ella estaba en la última fase de un cáncer de mama y fue hospitalizada. Se sometió a quimioterapia y radioterapia. Recitaba las nueve palabras constantemente y no tubo dolor. Se recuperó del cáncer y no se contagió de COVID.

Comentarios finales

En los últimos 25 años he sufrido graves pérdidas económicas debido a la persecución del PCCh. Aunque vivo frugalmente soy feliz y lo que he ganado practicando Falun Dafa y lo que Shifu me ha otorgado no se puede comprar. Vivo feliz cada día porque obtuve Falun Dafa y el compasivo Shifu me está guiando.

¡Me cultivaré diligentemente, estudiaré más el Fa, me cultivaré bien y salvaré a más seres conscientes para que pueda ser digno de la compasión y salvación de Shifu!