La persecución a Falun Gong es una prueba de los abusos a los derechos humanos del PCCh

(Minghui.org) En su persecución a la disciplina espiritual Falun Gong, el Partido Comunista Chino ha utilizado su influencia para persuadir a muchos gobiernos extranjeros y medios de comunicación para que permanezcan callados durante más de dos décadas. Cuando la sociedad occidental critica las violaciones de los derechos humanos del PCCh en la masacre de la Plaza de Tiananmen, el Tíbet y Xinjiang, el régimen también protesta, pero no recurre al mismo nivel de medidas encubiertas para silenciar las críticas.

Los medios occidentales saben que criticar los abusos en el remoto Tíbet y Xinjiang es relativamente "seguro" y muestra el apoyo de los medios a los derechos humanos, dijo Trevor Loudon, columnista y experto en totalitarismo comunista. Al PCCh le preocupan menos esas regiones porque tienen poca influencia en gran parte de China. Pero debido a que Falun Gong tiene sus raíces en la cultura tradicional china, el impacto de la atención de los medios sería enorme. Los medios de comunicación occidentales a menudo evitan mencionar a Falun Gong porque saben que enfurecería al PCCh.

Para mostrar su "integración internacional", el PCCh permitió que algunos medios, como Associated Press, New York Times, Washington Post y Financial Times, fueran vistos en línea en China como parte de su "frente unido". Pero los informes de derechos humanos de estos medios sobre China, por pequeños que fueran, preocuparon al PCCh, por lo que el régimen volvió a bloquear estos sitios en China. Minghui.org, que informa directamente sobre Falun Gong y la persecución en China, siempre ha estado fuertemente bloqueada en China y ha sido blanco de ataques cibernéticos. Si Minghui.org fuera accesible para el público en general en China, la verdadera naturaleza del Partido quedaría expuesta y su caída sería inevitable.

"Estado de Derecho", una farsa completa

El PCCh afirma gobernar el país por ley, pero la realidad a la que se enfrentan los practicantes de Falun Gong en China es completamente opuesta. En el pasado, los practicantes a menudo eran detenidos en campos de trabajos forzados, a veces durante años, sin un juicio. Después de que se disolviera el sistema de campos de trabajo de China, la norma cambió a sentenciar a los practicantes a prisión, a menudo con sentencias predeterminadas.

Para implementar esta persecución sistemática a nivel nacional, el exlíder del PCCh Jiang Zemin estableció una organización extrajudicial: la Oficina 610, llamada así por la fecha de su fundación el 10 de junio de 1999. Penetrando en todos los niveles del gobierno chino, los agentes de la Oficina 610 a menudo deciden la pena de prisión de un practicante después de su arresto (tres, cinco, siete años o incluso más) y comunican oralmente la directiva al tribunal. Eligieron este formato porque los documentos, correos electrónicos u otros canales de comunicación dejarían un rastro de papel.

"Pruebas" que no pueden tener la luz del día

Por ejemplo, el Sr. Guan Chenglin, de 70 años, residente del condado de Faku, en la provincia de Laoning, fue arrestado por distribuir información sobre Falun Gong el 30 de julio de 2024. Cuando la policía presentó pruebas durante una audiencia en el Tribunal de Xinmin, el Sr. Guan pidió que se mostrara el video. Pero el juez Kong Xianglai y otros funcionarios de la corte negaron esta solicitud y se negaron al contrainterrogatorio con varias excusas.

El uso de pruebas para determinar la culpabilidad es un paso crítico en las decisiones judiciales de todo el mundo. Esto a menudo requiere un examen detallado y una evaluación profesional de la evidencia antes de llegar a una conclusión o veredicto. Pero en la China comunista, los funcionarios a menudo se limitan a referirse a materiales aleatorios como "evidencia" para incriminar a los practicantes.

Esta "evidencia" generalmente consiste en materiales informativos que los practicantes distribuyen al público. Estos folletos explican que no hay leyes en China que prohíban Falun Gong, y también incluyen historias tradicionales chinas que aconsejan a las personas seguir los valores morales tradicionales. Los jueces saben que tales materiales no son "pruebas" válidas para los practicantes de la sentencia, por lo que bloquean su exhibición.

Desprecio abierto por la ley

Las formas e instituciones del sistema legal del PCCh crean una ilusión para las personas fuera de China, que podrían pensar erróneamente que el sistema legal del PCCh se hace eco del suyo. En la práctica, las directrices políticas del régimen prevalecen.

"No me hables de leyes; no nos importan las leyes", dijo Liu, miembro del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos (PLAC, por sus siglas en inglés) de la ciudad de Xichang, provincia de Sichuan.

"Simplemente no cumplimos con las leyes", dijo Xi Shinong, un agente de la Oficina 610 de la ciudad de Chengdu, provincia de Sichuan.

"Golpear a los practicantes hasta la muerte se cuenta como suicidio... Enviar los cuerpos a la cremación directamente sin verificar la identidad", dijo el exlíder del PCCh Jiang Zemin cuando inició la persecución a Falun Gong.

En un ambiente así, los funcionarios ignoran descaradamente la ley cuando se trata de Falun Gong, alegando que es un asunto político o que simplemente están siguiendo órdenes de funcionarios superiores.

Una prueba de conciencia

La persecución a Falun Gong no puede ser justificada desde ningún ángulo. Ya sea que sean de grandes ciudades, pueblos pequeños o aldeas rurales, los practicantes siguen los principios rectores de Falun Gong de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para mejorar su salud y convertirse en mejores personas. A pesar de la severa persecución de los últimos 26 años, siguen siendo pacíficos y simplemente quieren ejercer su derecho humano básico a practicar libremente sus creencias.

Pero el PCCh sigue persiguiendo a Falun Gong, e incluso ha utilizado el comercio como arma para silenciar las críticas extranjeras. Esto hace que la persecución a Falun Gong sea una piedra de toque, no solo para el PCCh, sino también para los gobiernos occidentales y las organizaciones de medios de comunicación. El hecho de que cada persona pueda poner los valores universales de la humanidad por encima de los intereses financieros y las agendas políticas revela su lealtad a su conciencia.