(Minghui.org)

Nombre: Cui Xiaoqing
Nombre chino: 崔晓清
Género: Femenino
Edad: N/A
Ciudad: Yingkou
Provincia: Liaoning
Ocupación: N/A
Fecha de muerte: 2015
Fecha del arresto más reciente: 4 de noviembre de 2002
Lugar de detención más reciente: Campo de Trabajos Forzados de Masanjia

Recientemente, Minghui.org confirmó que una residente de la ciudad de Yingkou, provincia de Liaoning, falleció en 2015, después de soportar años de persecución por practicar Falun Gong, una disciplina espiritual que ha sido objeto de persecución del régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Cui Xiaoqing fue arrestada el 4 de noviembre de 2002, después de que se denunciara que hablaba con la gente sobre Falun Gong y distribuía materiales en la ciudad de Gaizhou. Los agentes de la Estación de Policía de la aldea de Yangyun la retuvieron en el Centro de Detención de la ciudad de Gaizhou, que está bajo la jurisdicción de Yingkou.

Debido a que Cui se negó a revelar su nombre, los guardias del centro de detención la golpearon en la cara. Ella y otros practicantes detenidos realizaron una huelga de hambre para protestar y fueron alimentados a la fuerza por el médico del centro de detención, Yang Jingxu. Le tiraron los dientes y seguían sangrando. Yang también la golpeó y la obligó a usar grilletes pesados. Amenazó con matarla a ella y a otros practicantes si seguían negándose a revelar sus nombres.

Después de más de 50 días de detención, la Sra. Cui fue trasladada a un calabozo. La policía prometió liberarla pronto, pero cinco días después la llevaron al Campo de Trabajos Forzados de Masanjia en la ciudad de Shenyang, en la misma provincia, para cumplir una sentencia de dos años.

En el cuarto equipo de la segunda división, los guardias no permitieron que la Sra. Cui durmiera durante siete días y organizaron a las reclusas para que difamaran a Falun Gong delante de ella las veinticuatro horas del día. Estaba en un estado delirante y no podía caminar debido a la fatiga.

Después de que la Sra. Cui fuera trasladada a una celda normal, los guardias la obligaron a permanecer de pie durante largas horas por la noche y la golpearon en la cara, lo que le provocó una hemorragia en la boca. A veces la ataban de las muñecas, con los pies en alto. Más tarde fue trasladada al quinto equipo de la segunda división.

A finales de 2003, en un esfuerzo coordinado para transformar a todos los practicantes del campo de trabajo que se negaron a renunciar a Falun Gong, los guardias los reunieron en un edificio para intensificar el acoso.

La Sra. Cui fue retenida en una habitación oscura y obligada a permanecer de pie todo el día. Las reclusas la vigilaban las veinticuatro horas del día en tres turnos. Se la privó del sueño durante más de diez días y nuevamente la bombardearon con propaganda difamatoria contra Falun Gong. En cuanto cerraba los ojos, las reclusas la golpeaban en los ojos. También la seguían cuando iba al baño. Sólo le daban un trozo de pan de maíz al vapor cada día. Debido al maltrato, empezó a vomitar sangre y tenía la presión arterial peligrosamente alta. Sólo entonces el guardia la llevó de nuevo a la celda normal.

Debido a que estuvo de pie durante mucho tiempo, sus piernas y pies estaban muy hinchados. La hinchazón continuó hasta el final de su sentencia. Le costaba mantener el equilibrio estando de pie y se caía con frecuencia. Los guardias a veces la ataban y la torturaban. Su mente se quedaba en blanco y perdía la conciencia durante las sesiones de tortura.

Los guardias hicieron que una ex practicante que se había vuelto contra Falun Gong “trabajara” con la Sra. Cui. Le dio golpes en la cara hasta que ella misma quedó exhausta. La cara de la Sra. Cui se puso roja e hinchada.

La Sra. Cui fue transferida posteriormente al tercer equipo de la segunda división, donde fue obligada a trabajar sin paga durante el resto de su sentencia.

En cuanto fue liberada a finales de 2004, la policía la acosó en su casa y le ordenó que firmara una declaración de renuncia a Falun Gong. La policía la acosó de nuevo en 2008 y diciembre de 2009, le tomó fotos a la fuerza y le ordenó que firmara la declaración de renuncia.

El esposo de la Sra. Cui sucumbió a la presión mental del acoso constante y falleció en 2009. Sin embargo, la policía volvió a acosarla poco después. Ella falleció en 2015.