​Testimonio del extraordinario poder de Falun Dafa

(Minghui.org) Solía sufrir migrañas, artritis reumatoide, enfermedades cardíacas y graves enfermedades ginecológicas. Me trataron en muchos hospitales durante años, pero no pudieron ayudarme. Mi columna estaba desalineada y tenía hiperplasia ósea. La protuberancia de mi columna era más evidente en verano. Me dolía mucho la espalda y fui a muchos hospitales especializados en ortopedia de la provincia, pero no pudieron hacer nada. Después de practicar Falun Dafa durante unas semanas, todas mis enfermedades desaparecieron.

Reponiéndome de lesiones graves

Después de empezar a practicar Falun Dafa tuve un grave accidente automovilístico. Esto me dejó heridas por todo el cuerpo, pero milagrosamente me recuperé rápidamente.

El 3 de septiembre de 2007 pasé frente de un mercado municipal y vi a Luo, una niña de 12 años, que fue atropellada por un camión cargado de grava. El camión le pasó por encima de las piernas y mucha gente vio lo ocurrido. Alguien llamó a un médico de un hospital cercano, que dijo que tenía los huesos rotos. El camionero se asustó y se marchó cuando nadie le prestaba atención.

Yo conocía a la niña, así que le dije: «Por favor, pídele a Shifu que te salve. Di sinceramente: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'». Ella gritó con fuerza: «¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno». Su familia y los espectadores también gritaron las dos frases.

La niña fue trasladada a un hospital de traumatología y le dieron el alta tras un tratamiento básico. Al día siguiente fue sola al colegio. Su familia estaba muy conmovida y decía: «¡Gracias, Shifu! Gracias, Falun Dafa». Todos renunciaron al Partido Comunista Chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles. La gente que vio lo sucedido fue testigo del milagroso y extraordinario poder de Falun Dafa, y algunos dijeron: «¡Falun Dafa es verdaderamente grande!».

Mi familia y yo estábamos arrancando malas hierbas en nuestro campo, cerca de una carretera, en agosto de 2012, cuando vimos que un camión bajaba a toda velocidad por la carretera y chocaba contra una bicicleta eléctrica en la que iban dos personas. Dejé de inmediato lo que estaba haciendo y fui a ayudarlos. Ambos yacían inmóviles a un lado de la carretera.

Les susurré al oído: «¡Dense prisa y pidan a Shifu que los salve! Digan sinceramente: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'». Yo también exclamé: «Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno». Al cabo de un rato, abrieron los ojos y pudieron moverse un poco. Entonces llegó la ambulancia. Me senté en la ambulancia y les dije en voz baja: «Deben seguir recitando y creer firmemente que Falun Dafa es bueno y que Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno».

Más tarde me dijeron que se habían recuperado completamente, y me pidieron que le diera las gracias a Shifu en su nombre.