(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1998, inicialmente buscaba curar mis enfermedades. Durante los más de 20 años de cultivación, han ocurrido muchos milagros en mi familia, algunos de los cuales han sido publicados en Minghui.org. Recientemente, ocurrió otro milagro, uno que no puede explicarse con la ciencia moderna.

A mediados de septiembre de 2024, recibí una llamada telefónica de mi hijo, que estaba fuera de la ciudad. Estaba llorando y me imploró: «¡Mamá, por favor, ven pronto! Me diagnosticaron leucemia». Me impactó escuchar esto. Todos saben que la leucemia es considerada como una sentencia de muerte en el campo de la medicina, y mi hijo solo tenía 40 años. Le dije que se recuperaría y que yo iría para allá.

Cuando llegué al hospital, encontré a mi hijo y a mi nuera llorando. Permaneciendo en calma, les dije: «No tengan miedo. ¿No tenemos a Shifu y a Dafa?». Al escuchar mi tono tranquilo, recuperaron la compostura. Continué: «A partir de ahora, deben recitar: “Falun Dafa es bueno”, “Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno”. Shifu nos cuidará». Aceptaron y empezaron a recitar las frases.

Mi hijo inicialmente había ido al hospital debido a un dolor insoportable que le ocasionaban los cálculos renales. Después de hacerle exámenes y análisis de sangre, le diagnosticaron leucemia. Esta noticia fue realmente impactante para él y su familia. El médico recomendó tratar primero la leucemia, ya que era mucho más grave que los cálculos renales. Mi hijo luego buscó una segunda opinión en un hospital más grande, donde se confirmó el diagnóstico.

Al poder estudiar el Fa y hacer los ejercicios de Dafa juntos, le dieron de alta a mi hijo del hospital después de recibir una infusión ese mismo día. Esa noche, hicimos juntos las cinco series de ejercicios de Dafa. Dijo que se sentía relajado y, sorprendentemente, desapareció el dolor de los cálculos renales. La segunda noche, después de hacer las cinco series de ejercicios, mi hijo expulsó una gran cantidad de heces negras, tras haber estado estreñido durante cuatro días. Estaba feliz y dijo que se sentía mucho más ligero.

Lo más asombroso es que la mañana del tercer día mi hijo se levantó para orinar y escuchó un chasquido. Al mirar hacia abajo, vio un cálculo renal, seguido de otro. Los cálculos fueron expulsados sin esfuerzo, sin dolor ni molestias. Muy contento, enjuagó los cálculos, los metió en una botella y subió corriendo para mostrármelos.

Con lágrimas de alegría, dijo: «¡Mamá, Dafa es increíble! ¡Shifu es asombroso! Cuando salieron las piedras, no sentí nada». Luego tiró todos los analgésicos que le había recetado el médico.

A partir de ese momento, se dedicó aún más a estudiar el Fa, hacer los ejercicios y recitar sinceramente: «¡Falun Dafa es bueno!». «Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno». En diciembre, regresó al hospital para someterse a un examen de seguimiento. Una semana después, los resultados estaban normales. El médico se asombró de su recuperación: «Es asombroso que se haya recuperado tan rápido. Desde que fundamos nuestro hospital, nunca habíamos visto a un paciente con leucemia recuperarse tan rápido. Es un verdadero milagro».

Cuando salió del hospital, mi hijo me llamó inmediatamente: «Mamá, ocurrió otro milagro. Mi leucemia está completamente curada. ¡Dafa es asombroso!».

¡Una vez más había ocurrido en mi familia un milagro que desafía toda explicación! Esto prueba aún más que lo que parece imposible para la gente común puede lograrlo un practicante de Dafa. ¡Dafa es extraordinario! Mientras uno crea en Dafa y en Shifu, todo es posible. Shifu es compasivo con todos. Si realmente uno cree, los milagros ocurrirán.

¡Gracias, Shifu! ¡Gracias, Dafa!