(Minghui.org) Un hombre en el condado de Pucheng, provincia de Fujian, fue arrestado nuevamente por su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999.
El Sr. Zhang Zhaoli estaba estudiando las enseñanzas de Falun Gong con otros practicantes en una casa particular el 30 de agosto de 2024, cuando agentes de la División de Seguridad Nacional del condado de Pucheng escalaron la valla y entraron. Todos los agentes llevaban gafas de sol y máscaras para ocultar sus identidades. Detuvieron al Sr. Zhang y a los otros practicantes.
El Sr. Zhang fue detenido primero en el Centro de Detención del condado de Pucheng y transferido al Centro de Detención del distrito de Yanping en la ciudad de Nanping en noviembre de 2024. Nanping supervisa el condado de Pucheng.
Un oficial de apellido Xiao afirmó que el arresto fue provocado por su viaje a la ciudad de Dalian, provincia de Liaoning, alrededor de junio de 2024. Los ciudadanos chinos tienen derecho a visitar donde quieran, pero la policía lo acusó de “correr por ahí [sin permiso]”. Según una fuente, el régimen comunista emitió una orden a fines del año pasado para intensificar la persecución a Falun Gong. A cada región también se le asignó una cuota de practicantes arrestados. El arresto del Sr. Zhang fue para cumplir con esa cuota.
En 1996 comenzó a practicar Falun Gong y pronto se recuperó de su dolor de espalda crónico. Después de que comenzara la persecución en julio de 1999, fue arrestado repetidamente y cumplió cuatro sentencias de trabajos forzados que totalizaron 5,5 años antes de este último episodio de persecución.
Por primera vez fue arrestado en septiembre de 1999 e internado en varios centros de detención durante más de tres meses. La policía le esposó las manos al alféizar de una ventana durante varios días seguidos en un momento dado, lo golpeó regularmente y no le permitió dormir.
El 20 de febrero de 2000 fue a Beijing para apelar por Falun Gong y fue arrestado. Después de ser escoltado de vuelta a Fujian, fue sentenciado a un año de trabajos forzados y tuvo que realizar trabajos forzados sin paga todos los días.
A finales de 2001 fue arrestado de nuevo y sentenciado a un año y medio de trabajos forzados. Mientras cumplía sentencia en el Centro de Rehabilitación de Drogadictos de la ciudad de Fuzhou, estuvo confinado en régimen de aislamiento durante un mes. Más tarde fue trasladado al equipo tres. Un guardia de allí ordenó a un recluso que le echara agua hirviendo sobre la cabeza. Hizo una huelga de hambre en protesta y el guardia ordenó a los reclusos de todo el equipo que lo golpearan. Sufrió heridas graves y fue enviado a un hospital. Después de ser dado de alta, fue transferido al equipo nueve. No se le permitió comer en la cafetería y tuvo que esperar a que le trajeran la comida a su celda. Unos días después, se dio cuenta de que el arroz parecía verde y se negó a comerlo. Después de una huelga de hambre de varios días, finalmente le permitieron comer de nuevo en la cafetería.
La policía allanó su casa la primavera de 2005, confiscando sus libros de Falun Gong, su reproductor de música y 1.960 yuanes en efectivo (269 dólares). Lo llevaron a un lugar que normalmente se reserva para interrogar a sospechosos de asesinato. Fue torturado y no le dieron comida ni le permitieron dormir durante una semana entera. Luego fue trasladado a un centro de detención. Un mes después, lo trasladaron a una celda. Después de otro mes, lo sentenciaron a un año y medio de trabajos forzados. Fue torturado de nuevo tan severamente que no pudo caminar durante un tiempo.
Más tarde consiguió un trabajo en una fábrica de té en la zona del Monte Wuyi. Mientras trabajaba allí en mayo de 2008, fue arrestado porque Jiang Zemin, el exdictador chino que ordenó la persecución a Falun Gong, tenía previsto visitar el Monte Wuyi. La policía retuvo al Sr. Zhang en un centro de lavado de cerebro hasta que Jiang se fue.
En junio de 2010, mientras visitaba a un amigo, el Sr. Zhang fue arrestado nuevamente. La policía le esposó las manos a las patas de un escritorio de tal manera que sólo podía ponerse en cuclillas. Mientras estuvo en cuclillas allí durante más de nueve horas, recibió una lluvia de puñetazos y patadas. Después del interrogatorio, fue entregado a la División de Seguridad Nacional local. Durante siete días seguidos, no le dieron nada de comer ni beber, ni lo dejaron dormir. Luego lo mantuvieron en un centro de detención durante un mes antes de sentenciarlo a un año y medio de trabajos forzados.
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