(Minghui.org) A dos residentes del condado de Likan, provincia de Shaanxi, se les han negado las visitas familiares desde que ingresaron a prisión el pasado mes de julio, porque se niegan a renunciar a su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Las Sras. Li Xianghong y Li Jing (sin parentesco) fueron arrestadas en septiembre de 2022 por distribuir materiales informativos sobre Falun Dafa. Fueron condenadas a 4 y 4,5 años, respectivamente, el 19 de febrero de 2024. Apelaron ante el Tribunal Intermedio de la ciudad de Xianyang, que dictaminó mantener sus veredictos originales el 18 de junio de 2024.

Ambas mujeres fueron ingresadas a la Prisión de Mujeres de la provincia de Shaanxi, en la capital, Xi'an, en julio de 2024. La cárcel las puso bajo un estricto control sin visitas familiares, porque se mantienen firmes en su fe.

La Sra. Li Jing fue arrestada previamente en julio de 2018 y sentenciada a 16 meses. Fue liberada en mayo de 2019, solo para ser arrestada nuevamente tres años después.

Persecución a Falun Dafa en la Prisión de Mujeres de la provincia de Shaanxi

Durante las últimas dos décadas, la Prisión de Mujeres de la provincia de Shaanxi ha estado siguiendo activamente la política de persecución del Partido Comunista Chino contra las practicantes de Falun Dafa.

La cárcel tiene diez divisiones. Las practicantes de Falun Dafa recién admitidas generalmente son asignadas a la Novena División, también conocida como el Equipo de Entrada. Por lo general, se les mantiene allí durante al menos seis meses, a veces hasta un año, antes de ser asignadas a otras divisiones. La Décima División es la División de Gestión Estricta, donde las practicantes son sometidas a un intenso tormento físico y mental por defender su fe. Las otras ocho divisiones son talleres para la producción de productos hechos a través del trabajo forzado.

Entre 2002 y 2020, al menos 250 practicantes de Falun Dafa han sido detenidas y torturadas en la prisión en distintos momentos. Los guardias de la prisión utilizan todo tipo de medios para aplastar la voluntad de las practicantes y obligarlas a abandonar su práctica. La prisión también ha publicado una serie de manuales sobre cómo torturar y lavar el cerebro a las practicantes de Falun Dafa. Las tácticas de tortura incluyen la inyección de drogas venenosas o dañinas para los nervios, el aislamiento, la exposición al sol abrasador durante largos períodos, golpizas, el uso de una camisa de fuerza, estar de pie o sentada durante períodos prolongados, descargas eléctricas, alimentación forzada, lavado de cerebro las 24 horas del día, privación del sueño, inanición y negación del uso de la ducha y el baño.

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