(Minghui.org) Una mujer de la ciudad de Changchun, provincia de Jilin, está experimentando un deterioro de su salud mientras permanece detenida por su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999.
La Sra. Qi Enxiang, viuda de unos 50 años, fue arrestada en 2023, después de que el dueño de un perro la denunciara por hablar con él sobre Falun Gong. Agentes de la Estación de Policía de Jilin Street, la llevaron a un centro de detención local, donde se le negó el ingreso después de que un examen físico indicara que no era apta para la detención.
La policía la puso en libertad bajo fianza y le ordenó presentarse ante ellos todos los días. Amenazaron con volver a detenerla si no cumplía. De hecho, la arrestaron de nuevo el 23 de abril de 2024 y la internaron en el centro de detención local. Según una fuente, su salud se encuentra muy deteriorada tras un año y siete meses de detención.
Condenada a 3 años en 2014
El último episodio de persecución de la Sra. Qi estuvo precedido por una condena previa de tres años de prisión. Fue arrestada poco después de las 8:00 a. m. del 12 de enero de 2014, nada más salir de su complejo de apartamentos. Agentes de la División de Seguridad Nacional de la ciudad de Changchun allanaron su domicilio y la llevaron a la Comisaría de Gongjiao.
Ese día, desde las 10:00 a. m. hasta las 6:00 p. m., aproximadamente, la Sra. Qi fue sujetada en un banco de tigre e interrogada. Posteriormente, fue llevada al Tercer Centro de Detención de la ciudad de Changchun, donde le realizaron exámenes físicos semanales. Se le diagnosticó hipertensión arterial y problemas cardíacos.
El Tribunal del distrito de Erdao condenó a la Sra. Qi a tres años de prisión el 5 de noviembre de 2014 y fue ingresada en la Prisión de Mujeres de la provincia de Jilin el 8 de enero de 2015.
Durante sus dos años y cuatro días en prisión, no se le permitió salir de su celda por dos años completos. Cuatro reclusas trabajaban en dos turnos para vigilarla las 24 horas. Durante más de tres meses consecutivos, también la obligaron a sentarse en un pequeño taburete durante largas horas todos los días. Como resultado, sus nalgas supuraban.
El día antes de su liberación, se le permitió llamar a su familia. Les informó que había desarrollado hipertensión y una enfermedad cardíaca como consecuencia de los abusos. Los guardias cortaron la llamada inmediatamente.
La Sra. Qi fue liberada el 12 de enero de 2017 y su pensión fue suspendida en agosto de 2020.
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