(Minghui.org) La Sra. Tang Changjun, residente de Wuhan, provincia de Hubei, conversó con un pasajero del metro sobre la continua persecución del Partido Comunista Chino (PCCh) contra su fe, Falun Gong, el 12 de abril de 2019. Fue arrestada y sentenciada a tres años y seis meses de prisión. Al ser liberada de la Prisión de Hankou en Wuhan el 12 de octubre de 2022, no podía caminar, tenía dificultad para hablar y estaba extremadamente delgada. Aun así, el comité vecinal local continuó acosándola e intentó obligarla a renunciar a su fe. La Sra. Tang falleció dos meses después, el 17 de diciembre. Tenía 74 años.
La Sra. Wang Qiong, otra practicante de Falun Gong en Wuhan, fue sentenciada a dos años de prisión tras ser arrestada alrededor de las 6:00 a. m. del 12 de agosto de 2018 mientras hacía la compra. Durante su sentencia en la Prisión de Hankou, la empujaron a un rincón del baño, un punto ciego para las cámaras de vigilancia, donde varias reclusas le metieron trapos de limpieza en la boca. A lo largo de su sentencia, la Sra. Wang fue vigilada de cerca por las demás reclusas y a menudo obligada a permanecer de pie durante largas horas sin moverse.
Las reclusas volvieron a golpear a la Sra. Wang el 18 de marzo de 2020 porque se negó a firmar una declaración de renuncia a Falun Gong. Una reclusa le tiró del pelo y la estrelló contra la esquina de la barandilla metálica de una cama, fracturándole dos costillas. Las reclusas le metieron un trapo en la boca a la fuerza y la abofetearon. La Sra. Wang perdió un diente, vomitó sangre, tuvo dificultad para respirar y luego se desmayó.
La Prisión de Hankou, junto con la Prisión Femenina de Wuhan y la Prisión de Jiangcheng, son las tres cárceles femeninas de la ciudad de Wuhan. La Prisión de Hankou está ubicada en el número 28 de la calle Jiangda, en la Zona de Desarrollo Económico de Jianghan, frente al Parque de la Exposición Jardín de Wuhan. Hasta 2005 fue una prisión para hombres, posteriormente la remodelaron para mujeres. La mayoría de las internas fueron trasladadas desde la prisión femenina de Wuhan, ubicada en la calle Baofeng, distrito de Qiaokou.
La dirección de la Prisión de Hankou participa activamente en la persecución a los practicantes de Falun Gong. Cuenta con nueve divisiones y cuatro niveles de gestión: flexible, regular, estricto y riguroso. Todas los practicantes de Falun Gong son asignadas a la División de Gestión Rigurosa.
“Transformación”
En cuanto una practicante de Falun Gong ingresa en la Prisión de Hankou, se le asignan entre dos y cuatro internas para vigilarla las 24 horas. Cada una de sus palabras y acciones se registra y se entrega a los guardias para su revisión.
Al ingresar en prisión, todo lo que la practicante trae consigo debe ser desechado y se ve obligada a comprarlo todo de nuevo, a precios considerablemente inflados. Bolígrafos, detergentes y bolsas de basura se confiscan regularmente cada mes. Si su familia le envía fotos por correo, solo puede conservar dos y debe entregar el resto. Al finalizar su sentencia, no se le permite llevarse nada, excepto un conjunto de ropa que se ve obligada a comprar por 140 yuanes. También se ve obligada a firmar una declaración en la que promete "no revelar secretos de la prisión".
Durante su sentencia, la practicante no tiene permitido llamar, escribir ni reunirse con su familia. Tiene prohibido hacer cualquier cosa por sí misma o hablar con otras practicantes encarceladas. Incluso al lavar la ropa, no puede empezar hasta que la practicante anterior haya terminado y regrese a su celda.
Si la practicante se niega a renunciar a Falun Gong, los guardias la obligan, junto con las reclusas que la vigilan, a permanecer de pie durante largas horas mientras estudian material de adoctrinamiento. Cuando las reclusas experimentan fatiga, hinchazón en las piernas u otros problemas físicos tras permanecer de pie durante largos periodos, comienzan a insultar a la practicante, acusándola de egoísta. En ocasiones, la rocían con agua con pimienta. Si la practicante se mantiene firme en su fe, los guardias empiezan a difundir vídeos que difaman a Falun Gong y a su fundador. Algunas reclusas también leen artículos difamatorios delante de ella. Algunas incluso la arrojan contra la pared o la cama metálica para presionarla a ceder.
En la mayoría de los casos, los guardias no participan directamente en la persecución, sino que instigan a las reclusas a actuar en su nombre. Las reclusas que las vigilan están dirigidas por una "reclusa jefe". Sus recompensas, reducciones de sentencia y asignación para comprar en la tienda de la prisión dependen directamente de si la practicante a su cargo renuncia o no a Falun Gong.
La reclusa jefe suele utilizar diversos métodos para presionar a la practicante a “transformarse”, llegando incluso a amenazarla con poner la foto del fundador de Falun Gong en el suelo para que otros la pisen (un acto sumamente irrespetuoso), o para que otras reclusas se turnen para insultar al fundador de Falun Gong.
Cada día, la practicante recibe ciertas "tareas" que debe completar. También tiene que escribir un ensayo semanal y "renuncias a su fe" mensuales. Durante los días festivos, se la obliga a jurar lealtad al PCCh y a cantar canciones en alabanza al Partido.
Además de realizar las "tareas" diarias, la practicante se ve obligada a sentarse en un pequeño taburete o permanecer de pie, inmóvil, durante largas horas cada día. Al sentarse, debe colocar las manos sobre el regazo, mantener la espalda recta y permanecer quieta. La tortura de permanecer de pie requiere que mantenga la cabeza baja, mirando hacia los pies y también que permanezca inmóvil. La posición de pie y sentada se alterna cada hora. La reclusa a cargo la vigila constantemente. Si sus posturas se consideran no conformes, será sometida a un castigo adicional.
La practicante y las reclusas que la vigilan forman un equipo y deben hacer todo juntas, incluyendo usar el baño y beber agua en horarios predeterminados. Si una infringe la regla, todas las demás del mismo equipo son castigadas. Si alguien necesita usar el baño fuera del horario permitido, debe pedir permiso a los guardias.
Antes de las comidas, la practicante y las reclusas de monitoreo también se ven obligadas a cantar canciones en alabanza al PCCh y a pasar lista. Si durante la cena la televisión transmite Xinwen Lianbo, el noticiero vespertino principal de la CCTV (el órgano oficial del PCCh), deben interrumpir la comida y ver las noticias.
La comida que se proporciona en la prisión es muy mala. A veces, los guardias les dan a las reclusas arroz rancio con rábano encurtido picante. Algunas comidas consisten únicamente en un panecillo al vapor o fideos transparentes, casi sin proteínas ni verduras. No se proporciona agua caliente para los fideos instantáneos ni los cereales.
Sin importar la época del año, a la practicante y a las reclusas de monitoreo solo se les entregan dos termos de agua caliente para bañarse todos los martes. Aunque el agua caliente proporcionada no es suficiente, tampoco se les permite ducharse con agua fría. Sin embargo, la interna encargada de vigilar a las demás recibe un termo de agua caliente para beber y ducharse cada día.
Trabajo forzado
Tras un periodo de «transformación», la practicante es asignada a una sección regular, donde trabaja junto a otras practicantes y reclusas cinco días a la semana, principalmente confeccionando ropa, con un día para «estudio» y otro de descanso. Cuando la carga de trabajo es alta, todas deben trabajar el día de «estudio». La jornada laboral es extremadamente larga, pero pueden «disfrutar» de un horario normal cuando la prisión está bajo inspección.
Existe una gran presión para hacerlo todo rápido. Al levantarse, las reclusas deben apresurarse a formar fila en 5 minutos para el pase de lista. No se les permite usar el baño hasta 30 minutos después. Si alguien no se pone en cuclillas durante el pase de lista o no grita «Buenos días, señor», toda la celda será castigada, con la posibilidad de perder puntos, ser obligadas a permanecer de pie o a limpiar la prisión o copiar a mano el reglamento penitenciario de semanas o meses.
A las detenidas se les ordena terminar el almuerzo rápidamente y regresar al taller, sin poder lavarse las manos, enjuagarse la boca ni lavar los platos.
Al terminar el trabajo por la tarde, deben cantar canciones en alabanza al PCCh y marchar en formación. No se permite sacar nada del taller. Los guardias seleccionan un equipo cada día para someterlo a un registro corporal.
El taller de la prisión se encuentra en los pisos superiores. Sin ascensores, las internas deben subir rollos de tela de cientos de kilos por escaleras estrechas y oscuras. Algunas internas ancianas o con problemas de salud se han desmayado al cargar estos pesos. Si una interna se pincha accidentalmente con una aguja durante el trabajo, no puede informar de la lesión ni buscar atención médica, o será castigada.
Durante la jornada laboral, tienen dos descansos para ir al baño. Si necesitan ir con más frecuencia, deben obtener la autorización de los guardias y todo el equipo debe ir junto. Si un equipo no puede completar la cuota de trabajo durante el día, será castigado por la noche.
Dondequiera que estén o hagan lo que hagan, deben estar preparadas para un recuento o un registro corporal en cualquier momento. Si cometen algún error, serán castigadas.
Cada semana, los guardias registran las camas y pertenencias personales de las internas y practicantes en busca de contrabando, como agua con aceites esenciales, sellos o bolsas de comida. Incluso reutilizar una bolsa de galletas para dulces o para triturar cacahuetes duros está prohibido. Compartir comida u objetos de uso diario también está estrictamente prohibido. Cualquier persona que infrinja las normas provocará que todo el equipo a su cargo sea castigado.
Practicantes que han cumplido o cumplen sentencia en la prisión de Hankou
Además de las dos practicantes mencionadas al inicio del informe, las siguientes nativas de Hubei también han cumplido o cumplen sentencia en la Prisión de Hankou.
La Sra. Jiang Liyu, nativa de Hubei y residente en Beijng, fue arrestada en Beijing el 12 de mayo de 2017 por distribuir folletos de Falun Gong. Fue sentenciada a cuatro años de prisión por el Tribunal de Shijingshan en Beijng el 12 de julio de 2018. Fue trasladada a la Prisión de Hankou en marzo de 2019 y puesta en libertad en mayo de 2021.
La Sra. Hu Xuefang, de la ciudad de Huanggang, fue arrestada el 27 de febrero de 2018. Posteriormente fue sentenciada a tres años y medio de prisión y puesta en libertad de la Prisión de Hankou el 27 de agosto de 2021.
La Sra. Wu Bilin, de Wuhan, fue arrestada el 19 de mayo de 2018 y sentenciada a cinco años de prisión en abril de 2019. Cumplió su sentencia en la Prisión de Hankou y se le negaron las visitas familiares durante todo el tiempo que estuvo encarcelada.
La Sra. Shao Lian, de unos 70 años y residente de la ciudad de Jingzhou, fue arrestada el 27 de agosto de 2019 y sentenciada a tres años de prisión el 17 de diciembre de 2020. Aunque inicialmente se le permitió cumplir la sentencia en arresto domiciliario, la Oficina 610 del Distrito de Shashi la trasladó a la Prisión de Hankou para cumplirla.
La Sra. Liu Mulan, de 56 años y residente de la ciudad de Wuhan, fue arrestada el 16 de octubre de 2019. A finales de enero de 2021, el Tribunal del distrito de Hanyang la sentenció a cuatro años de prisión y a una multa de 4000 yuanes. La Sra. Liu fue trasladada a la Prisión de Hankou en abril de 2021, después de que el Tribunal intermedio desestimara su apelación.
La Sra. Chen Shunying, de unos 70 años y residente de la ciudad de Jingzhou, fue arrestada a finales de 2019 por distribuir material de Falun Gong. Fue sentenciada a tres años y medio de prisión e ingresó en la Prisión de Hankou en septiembre de 2020. Su familia no tenía permitido visitarla.
Hou Aila y Rao Xiaoping, ambas de la ciudad de Wuhan, fueron sentenciadas a mediados de septiembre de 2019 por practicar Falun Gong. Hou fue sentenciada a ocho años de prisión y a una multa de 40.000 yuanes, mientras que Rao recibió una sentencia de siete años y una multa de 30.000 yuanes. Ambas cumplen actualmente su sentencia en la Prisión de Hankou.
Qian Youyun, también de la ciudad de Wuhan, ingresó en la Prisión de Hankou en diciembre de 2020 para cumplir una sentencia de dos años. Como consecuencia de las constantes palizas y la administración involuntaria de medicamentos, sufría dolor crónico, así como deterioro de la visión y la memoria.
Luo Yuanying y Huang Hongwei fueron arrestadas el 22 de febrero de 2021 tras ser denunciadas por hablar sobre Falun Gong. El Tribunal del distrito de Hanyang celebró dos audiencias conjuntas en 2022, el 31 de mayo y el 17 de junio, antes de sentenciar a Luo a siete años y a Huang a tres años y medio el 8 de agosto de 2022. Fueron trasladadas a la Prisión de Hankou poco después de que el Tribunal Intermedio de la ciudad de Wuhan denegara sus apelaciones el 28 de noviembre de 2022.
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Categoría: Resumen de la persecución