(Minghui.org) Minghui.org informó previamente que el Sr. Cheng Huaigen, de la ciudad de Chengdu, provincia de Sichuan, fue asesinado por persecución en la prisión de Jiazhou el 29 de mayo de 2017, mientras cumplía una sentencia de cuatro años por su fe en Falun Gong. A continuación, presentamos información adicional sobre la muerte del Sr. Cheng.
Sr. Cheng Huaigen
El Sr. Cheng comenzó a practicar Falun Gong en 2006. Fue arrestado el 13 de mayo de 2015 por colgar una pancarta que decía: “El mundo necesita Verdad, Benevolencia y Tolerancia (los valores fundamentales de Falun Gong)”. Posteriormente, fue sentenciado a cuatro años e ingresó en la 9ª División de la prisión de Jiazhou en junio de 2016.
Apenas un mes después de su ingreso, el Sr. Cheng resultó gravemente herido a causa de torturas y fue trasladado al hospital de la policía en Chengdu. Antes de recuperarse por completo, fue dado de alta en noviembre de 2016 y devuelto a la 9ª División.
Los guardias de la 9ª División asignaron al recluso Xu Jun la tarea de dirigir a otros detenidos en la persecución de practicantes de Falun Gong. Xu habló con el Sr. Cheng en varias ocasiones e intentó persuadirlo para que renunciara a Falun Gong. El Sr. Cheng se negó y fue obligado a permanecer de pie día y noche, vigilado constantemente por dos reclusos. Shao Ling, subdirectora del departamento de educación (instructora de la 9ª División), también intentó en varias ocasiones que el Sr. Cheng renunciara a Falun Gong, pero fracasó.
En abril de 2017, el guardia Liu Guoqiang creó un equipo de "Control Estricto" dirigido a los practicantes de Falun Gong que se negaban a renunciar a su fe. Los practicantes eran obligados a caminar o correr en círculos en el patio de recreo durante todo el día, incluso bajo el sol abrasador. Solo disponían de 20 segundos para cada una de las tres comidas diarias, lo que les permitía apenas uno o dos bocados por comida. Tampoco se les permitía comer nada después de regresar a la celda por la noche. Como resultado del intenso ejercicio físico y la escasa ingesta de alimentos, los practicantes perdieron peso rápidamente.
Tras un mes de "control estricto", el Sr. Cheng quedó demacrado y muy débil. El recluso Song Wengao, expresidente de un hospital, le administraba medicamentos sin etiquetar tres veces al día. El Sr. Cheng era obligado a tragar las pastillas delante de Song cada vez.
Mientras el Sr. Cheng y otros practicantes se mantenían firmes en su fe a pesar de la tortura, el instructor Shao culpó al recluso Xu de no esforzarse lo suficiente en su transformación y le asignó la vigilancia nocturna de los practicantes. Paralelamente, Shao designó a Zhang Heng, un preso de cuello blanco, como responsable de la transformación de los practicantes. Shao se reunía frecuentemente con Zhang y le enseñaba tácticas de tortura.
Zhang no escatimó esfuerzos en la persecución de los practicantes, incluyendo palizas, abusos verbales, obligarlos a permanecer de pie durante largas horas y negarles el uso del baño. Zhang también trasladó al Sr. Cheng a su propia celda y cambiaba a los otros cuatro reclusos que lo vigilaban cada 20 días, para mantener en secreto los métodos de tortura. Nadie tenía permitido hablar con el Sr. Cheng.
El recluso Xu solía permitir que los practicantes del equipo de "Manejo Estricto" tuvieran dos comidas completas cada diez días, pero Zhang lo prohibió.
Tras dos meses de "manejo estricto", el Sr. Cheng estaba en los huesos. Un mes después, el instructor Shao y otro guardia de la prisión, de apellido Lin, ordenaron a Zhang que seleccionara a cuatro reclusos jóvenes y fuertes para llevar al Sr. Cheng a la escalera de la planta baja, donde no había cámaras de vigilancia. Lo obligaron a firmar una declaración preparada en la que renunciaba a Falun Gong y afirmaron que la había firmado voluntariamente. Como el Sr. Cheng se negó a reconocer la declaración, Shao prorrogó su estricto régimen de aislamiento dos semanas más, antes de asignarlo a la sección de producción.
El Sr. Cheng falleció el 29 de mayo de 2017, cuatro días después de ser trasladado a la sección de producción. Tenía 54 años.
Según el reglamento penitenciario, los practicantes de Falun Gong no debían ser asignados a la sección de producción hasta que asistieran a la sesión de formación de un mes para “reforzar el resultado de la transformación”. La familia del Sr. Cheng sospechaba que Shao lo había enviado a la sección de producción para eludir su responsabilidad, ya que el Sr. Cheng estaba extremadamente débil y agonizante, tras tres meses de intensos ejercicios físicos, consumiendo menos de 50 gramos de comida al día.
También era de conocimiento público en la prisión que Shao había estado persiguiendo activamente a los practicantes de Falun Gong. Acudía a la prisión cada vez que ingresaba un nuevo practicante, incluso cuando no le tocaba trabajar ese día. Colaboraba estrechamente con la Oficina 610 para obtener la información personal de los practicantes y elaborar planes de transformación personalizados. Cuando las familias de los practicantes los visitaban, si algún familiar también practicaba Falun Gong, Shao los intimidaba y amenazaba con impedirles la visita.
Al menos 25 practicantes de Falun Gong y un familiar de un practicante fueron asesinados. Varios activistas han muerto a consecuencia de las torturas en la prisión de Jiazhou. Algunos fallecieron mientras cumplían sentencia, y otros murieron tras ser liberados, al borde de la muerte.
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