(Minghui.org) Me convertí en practicante de Falun Dafa a finales de 2019. Me gustaría compartir algunas de mis reflexiones y experiencias al promover Shen Yun en 2025.
Mi primera sesión informativa sobre Shen Yun
A principios de este año, tenía programada una sesión informativa para hablar sobre Shen Yun y promoverlo. Mientras me preparaba, sufrí fuertes dolores de cabeza durante tres semanas. Eran tan intensos que me despertaban en mitad de la noche. Sin embargo, el dolor disminuía cuando me recomponía y me concentraba en memorizar el discurso. Para entonces, sabía que no se trataba de una enfermedad, sino de una prueba para eliminar el yeli y mejorar mi nivel.
Sabía que para organizar una sesión informativa, una practicante necesita dedicar mucho tiempo a establecer contactos, y esto no es fácil. Cuando subí al podio por primera vez, me sentí nerviosa, pero me dije: “Soy una mensajera divina y debo cumplir mi misión: ayudar a Shifu en la rectificación del Fa y salvar a la gente”.
Tras hablar en algunas sesiones, tuve la extraña sensación de que no estaba haciendo mucho. Un día, me vinieron a la mente las palabras de Shifu:
“Hay otro tipo de estado en el cual, después de estar sentado por un rato, se descubre que no hay más piernas y no está claro a dónde se fueron, tampoco hay cuerpo, no hay más brazos y no hay más manos; solo queda la cabeza. Continuando el refinamiento, se descubre que la cabeza tampoco está más, solo quedan el pensamiento propio y una pizca de conciencia de saber que uno mismo está aquí refinando gong. Es suficiente si alcanzamos este grado. ¿Por qué? Cuando el hombre refina gong en un estado como este, el cuerpo alcanza el estado de transformación más pleno, es el estado óptimo, por eso requerimos que entres en la quietud en un estado como este. Pero no te lo pases dormido o en un estado nebuloso, pues en tales casos puede ser que las cosas buenas sean refinadas por otros.”(Octava Lección, Zhuan Falun)
Esta frase describía a la perfección la extraña sensación que tenía. La examiné con más detenimiento y vi que provenía del subtítulo “Corazón de exultación”. Enseguida comprendí que Shifu me recordaba que no perdiera la concentración, que no me dejara llevar por la exultación y que debía trabajar con un corazón puro. Todo estaba dispuesto para que la gente pudiera salvarse y yo pudiera cumplir mi misión. También sabía que necesitaba esforzarme más y dejar de lado mi apego a la comodidad.
Corrigiendo una idea negativa durante una sesión informativa
Aprendí mucho durante una sesión informativa en marzo. Un día antes del evento, me dolía la garganta. Me avisaron a última hora de que el contenido de mi presentación debía ajustarse. Al llegar a la sala de reuniones, Feng, el practicante que había organizado el evento, llegó tarde y me sentí fuera de lugar entre un grupo de desconocidos. Más tarde me dijeron que nadie había traído los folletos de Shen Yun. Empecé a resentirme por la situación, pero rápidamente me di cuenta de la idea negativa. Corregí mis pensamientos y me dije que debía hacer todo lo posible para superar estos obstáculos.
Las cosas mejoraron después de cambiar mi perspectiva. Los folletos no tardaron en llegar. Feng se dio cuenta de que varios de los invitados eran sus amigas de toda la vida, y el ambiente se animó rápidamente. Una de ellas compró una entrada en primera fila, y otra compró dos. Shifu había dispuesto que todo sucediera así. Lo importante era que yo ordenara mis ideas durante todo esto.
Organizando una fiesta del té para promocionar Shen Yun
Hace unos días organicé mi primera fiesta del té para promocionar Shen Yun. Estaba tan nerviosa que sentía palpitar el corazón. Me tranquilicé pensando: “Debo hacerlo bien para que Shifu pueda salvar a más personas”.
Después de volver a casa ese día, todo lo sucedido en la fiesta del té parecía lejano, como un viejo recuerdo. Las lágrimas corrían por mis mejillas al pensar en cumplir mis votos en el camino de la rectificación del Fa; en mi familia celestial esperando mi regreso; y en que estaba un paso más cerca de casa. La nostalgia se hizo tan fuerte que me prometí no olvidar jamás mi deseo original ni decepcionar a los seres conscientes que me esperaban. Debía seguir adelante sin caer en la complacencia. Para recorrer bien el angosto camino de regreso a casa, necesitaba mantener mis pensamientos rectos para no distraerme con la exultación.
Promoviendo Shen Yun en la escuela
Cada pequeña acción que realizamos puede tener un gran impacto en alguien. El año pasado, en una reunión de padres y maestros, puse el video de Shen Yun. Una madre se marchó a mitad de la presentación, y pensé que no aprobaba lo que había hecho. Después de hablar con ella, me di cuenta de que siempre había querido llevar a toda su familia a un espectáculo de Shen Yun. El video que puse la ayudó a decidirse. Este año compró cuatro entradas.
No siempre experimenté una transición sin contratiempos en este proceso. El año pasado, les pedí a mis alumnos que compartieran sus opiniones con la clase después de mostrarles un video de Shen Yun. Uno de los alumnos dijo que no tenía ni idea de qué trataba la historia; otra dijo que quería ver otros videos además de Shen Yun. Me sentí frustrada.
Este año ajusté mi estrategia. Le pedí a un alumno bastante problemático que se encargara de poner un vídeo de Shen Yun durante los primeros cinco minutos de cada clase. Lo hacía para calmarlos después del recreo, antes de empezar la clase. Hasta el día de hoy, este alumno no ha faltado ni una sola vez, ni siquiera después de pelearse con otros alumnos en el recreo. Los vídeos funcionaron muy bien para tranquilizar a los alumnos. Verlos se convirtió en una rutina que disfrutaban.
A mediados de septiembre, no estaba preparada para llevar a toda la clase a ver Shen Yun porque los alumnos eran un grupo especialmente difícil. Solo este semestre, dos de sus otros profesores se jubilaron anticipadamente debido a los problemas de conducta, como mentir, robar, contestar mal, no entregar las tareas, etc. Me agotaron también, y no me atrevía a imaginar qué pasaría si los llevaba al teatro. Pensé en llevar solo a cinco alumnos que se portaran bien. Pero entonces no podía dejar de pensar que todos tenían una relación predestinada conmigo para estar en mi clase, y tenía que darles una oportunidad. Decidí repartir una encuesta sobre la excursión, esperando en secreto que los más inquietos no se apuntaran. Para mi sorpresa, quienes a menudo decían que no querían ver los vídeos durante la clase se apuntaron a la excursión y estaban muy emocionados.
Este evento me enseñó una lección: no debo dejarme llevar por las apariencias. Me recordó que debo aferrarme a mi fe y responder con amabilidad a los niños que me presentaban dificultades. No haríamos lo que hacemos si fuera fácil. Todas las dificultades existen para ayudarnos a mejorar y a elevar nuestro carácter.
Conclusión
Busquemos en nuestro interior en cada conflicto y mejoraremos juntos trabajando en equipo. Agradezco a Shifu y a mis compañeros practicantes.
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Categoría: Caminos de cultivación