(Minghui.org) Mi esposo y yo tenemos 80 años. Hemos practicado Falun Dafa durante casi 30 años. Podríamos escribir un libro sobre nuestras numerosas experiencias, pero a continuación compartiremos solo algunas.

A los 80, seguimos caminando con agilidad

Mi esposo y yo comenzamos a practicar Falun Dafa en 1996. Desde el primer momento, nos pareció maravilloso. Nadie nos había explicado principios como: ¿De dónde venimos los seres humanos? ¿Cuál es el verdadero propósito de nuestra existencia? ¿Adónde vamos? ¿Por qué debemos ser buenas personas? ¿Cómo podemos ser buenas personas? ¿Por qué enfermamos? Y, cuando nos sentíamos confundidos ante nuestros problemas, aprender Dafa nos abrió una puerta de inmediato. Nos llenamos de alegría y gratitud por haber recibido el camino hacia la verdad suprema.

Desde entonces, estudiamos diligentemente el Fa y hacemos los ejercicios a diario. Sin darnos cuenta, nuestros cuerpos se volvieron sanos, ligeros y ágiles, y caminamos tan rápido que parece que volamos. Ahora, nuestros familiares y conocidos comentan lo jóvenes que nos vemos y dicen que aprender Falun Dafa es beneficioso. Un taxista nos preguntó la edad. Dijimos que teníamos 80 años y se asombró. Le contamos que practicábamos Falun Dafa.

Una vez, mientras me bañaba en los baños públicos, alguien me preguntó la edad. Dije que tenía 80 años. Otra persona preguntó: "¿Cómo es que no necesita que nadie la acompañe a su edad? Es increíble".

Siempre uso tacones altos cuando salgo. Muchas veces, la gente me alcanza por detrás y me pregunta cuántos años tengo. Cuando digo 80, no me creen. Una vez, al salir de la casa de una compañera practicante, me miró y suspiró: "¿Cómo puede tener 80 años? La mayoría de las señoras de 80 años están encorvadas, y ni hablar de usar tacones altos. Falun Dafa le ha dado buena salud".

En efecto, Falun Dafa puede obrar milagros. Con solo seguir las enseñanzas del Fa en Zhuan Falun, uno se beneficia.

A través de Dafa, nos volvemos pacíficos y generosos.

Tenemos un hijo y una hija. Nuestra hija también practica Dafa y se porta muy bien. Nuestro hijo es todo lo contrario. Le alquilamos un puesto en el mercado tres o cuatro veces, pero fracasó en todas. Compramos un apartamento de dos habitaciones en la ciudad, que vendió en secreto sin nuestro permiso. Me enteré cuando le dije que iba a llevarle comida a su casa. Nos pidió que no fuéramos porque había vendido la casa. Me quedé atónita y furiosa.

Después de vender el apartamento, nuestro hijo compró uno más pequeño. Cuando le llevé la comida, me dijo que también había vendido su apartamento. Su comportamiento me sacó de quicio.

Al regresar a casa, me guié por los principios del Fa. Sentir ira estaba mal, sin duda, pero no sabía qué apego la provocaba. Mientras ofrecíamos incienso a Shifu, de repente oímos un ruido fuerte. Sonaba como una gran roca rodando montaña abajo (nuestra casa está a media ladera en la zona rural). Mi esposo y yo nos sobresaltamos. Salimos a ver qué era, pero no vimos nada. Comprendimos que Shifu nos estaba enseñando a desprendernos de nuestros apegos al interés personal y al qing. Quizás esos dos incidentes saldaban una deuda que teníamos con nuestro hijo de una vida anterior. Poco a poco, empezamos a superar los incidentes y dejamos de guardarle rencor.

El matrimonio de nuestro hijo también fue una prueba difícil para nosotros. Se casó con una viuda de la zona rural con un hijo de seis años. En aquel momento no nos alegró, y nuestros familiares y amigos también expresaron su desaprobación. Recurrimos al Fa de Shifu. Desconocíamos la naturaleza de la relación de yeli entre la pareja. Si estaban destinados a estar juntos para saldar cuentas, intentar separarlos podría ser una mala idea. Así que dejamos de lado nuestro orgullo y nos preparamos para tratarlos bien después de su matrimonio.

Tras fracasar en los negocios, mi hijo se dedicó a la venta ilegal de lotería. Acabó perdiendo mucho dinero. Después, él y su esposa huyeron a otra ciudad. Ella había solicitado un préstamo a nuestro nombre sin avisarnos. El prestamista nos exigió el pago de la deuda. Como practicantes de Falun Dafa, pagamos los 30.000 yuanes que debía. Posteriormente, nuestro hijo se divorció.

Si no fuéramos practicantes de Falun Dafa, le habríamos exigido el dinero a nuestra exnuera. Sin embargo, como practicantes, pensamos que debía existir algún vínculo de yeli que la llevara a casarse con nuestro hijo. Quizás le debíamos dinero en una vida anterior y saldamos nuestra deuda de esta manera. Por lo tanto, no deberíamos odiarla ni pelear como la gente común. Ella nos visitó durante el Año Nuevo Lunar con su hijo. Sabe que nosotros, sus exsuegros, somos buenas personas que practicamos Falun Dafa.

Si no hubiéramos aprendido Falun Dafa, el comportamiento de nuestro hijo nos habría vuelto locos. Sin embargo, gracias a que cultivamos Dafa, Shifu nos ha guiado constantemente para seguir los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y nuestro bienestar ha seguido mejorando. Aunque tuvimos que vivir en una casa pequeña en la ciudad durante el invierno, no nos importó. Porque siempre al anteponer a los demás y tener el Fa en nuestros corazones, mantenemos la alegría incluso ante las situaciones más difíciles. Quienes nos conocen nos dicen que nos admiran.

Falun Dafa nos ha transformado, fomentando la buena salud y la armonía en nuestra familia. Además, seguimos elevando nuestros planos espirituales. Al practicar Dafa, hemos obtenido un tesoro invaluable. En nuestra futura práctica, seremos más diligentes para cumplir con las exigencias de Shifu.

Gracias, Shifu.