(Minghui.org) A medida que los estándares morales siguen decayendo en la sociedad actual, el divorcio se ha vuelto cada vez más común en los últimos años, y la gente generalmente no se sorprende cuando sucede. Algunos piensan que, si una pareja no se lleva bien, es mejor que se separe, y muchos ven el divorcio y el nuevo matrimonio como algo que una persona debe tener la libertad de hacer, que es su "vida privada". Estoy profundamente preocupada por el hecho de que los corazones de las personas no están en el lugar correcto. Ven el matrimonio como una mercancía: si no les gusta, simplemente lo devuelven o lo intercambian. Las relaciones extramatrimoniales incluso se han convertido en "una moda".
Creo que las personas que participan en tal comportamiento pueden no ser conscientes de la importancia de permanecer fieles en el matrimonio, por eso escribí este artículo para recordar a mis compañeros practicantes y a otros lectores la seriedad del matrimonio.
¿Qué son las verdaderas bendiciones?
Según la cultura tradicional, la felicidad se basa en las virtudes de cada uno y se es bendecido si se hace el bien y se tiene una conducta adecuada. Es contraproducente hacer lo que sea necesario para satisfacer los propios deseos egoístas.
En la antigua China, se creía que había cinco tipos de bendiciones: larga vida, riqueza, salud y paz, buenas virtudes y buena muerte. Para mí, la más importante es la cuarta bendición, las buenas virtudes, porque las virtudes son la causa y la base de las bendiciones, y las bendiciones son el resultado y la manifestación de las virtudes.
Las cinco bendiciones reflejan los valores de los antiguos: uno debe contentarse con una buena salud física y mental, abundante comida y ropa, buen carácter, una larga vida y una buena muerte y no codiciar más, como el amor o una apariencia atractiva, dos cosas por las que la gente hoy en día se preocupa tanto.
En comparación con los antiguos, la gente de hoy tiene más posesiones materiales, pero es menos feliz; tiene apetitos insaciables, pero no puede disfrutar de paz y tranquilidad. Algunas celebridades siguen buscando el “amor” a una edad muy avanzada; pueden enamorarse profundamente de repente y, con la misma rapidez, desenamorarse y caer en una depresión. Esas personas están lejos de experimentar la verdadera felicidad. Se ha observado que un gran porcentaje de la población que comenzó a salir con alguien en su juventud tiene una mayor probabilidad de involucrarse en aventuras extramatrimoniales, abusar de drogas y sufrir depresión, lo que puede ser una forma de castigo divino.
En la antigüedad, la gente consideraba el matrimonio como una relación predestinada, y hacía hincapié en los acuerdos de los padres y en lo que decían los casamenteros en lugar de buscar el “amor”. Hoy en día, la gente que no ve el matrimonio como algo dispuesto por lo divino, define un matrimonio feliz como “sentirse bien” en la relación y haber encontrado a la “persona adecuada”. Es común que las personas tengan múltiples relaciones, vivan juntas antes del matrimonio, tengan aventuras extramatrimoniales y se divorcien y vuelvan a casarse, buscando a una pareja como si fuera una mercancía. Algunas teorías incluso dicen que tener múltiples relaciones puede ayudar a mejorar la capacidad de una persona para elegir al cónyuge “adecuado”.
Algunos estudios han descubierto que los cambios que se producen en el cerebro después de enamorarse son similares a los que se producen después de consumir drogas. Quienes disfrutan de la sensación de “estar enamorados”, si ya no sienten esa emoción, abandonan a esa persona y buscan a otra.
Muchas personas que tienen relaciones extramatrimoniales sienten que han encontrado la cura para su “desafortunado matrimonio”, cuando en realidad fue solo una inyección de anestesia. En la mayoría de los casos, el “amor verdadero” que creen haber encontrado no dura mucho. Una vez que la “felicidad” inicial desaparece, el dolor es aún peor que antes.
Cómo veían las personas en la antigua China la relación entre hombres y mujeres
Las terribles consecuencias de incluso un pensamiento equivocado
En el libro Ancient Guide to Moral Education, se cuenta la historia de un erudito que se creía un escritor talentoso y todos lo alababan. Una noche, llegó a casa borracho y se engañó a sí mismo con el pensamiento: “Si apruebo el examen imperial, tomaré a la hija de mi vecino como mi concubina”. Esa misma noche, había un escriba cuyo espíritu fue tomado por el Dios de la Tierra, quien le mostró un librito con el nombre del erudito escrito en él. En el librito había una nota escrita con tinta roja que decía: “Aunque sus pensamientos son meros delirios, se derivan de errores morales. Debido a sus malos pensamientos, en algún momento, será castigado con congelamiento y hambre durante días”. Más tarde, el erudito realmente casi muere de frío y hambre.
En otra historia de la Guía antigua de educación moral, el erudito Li fue a quedarse en una posada para tomar el examen imperial. El dueño de la posada estaba excepcionalmente entusiasmado cuando llegó, diciendo que la noche anterior había soñado que el Dios de la Tierra dijo: “Mañana habrá un Sr. Li. Obtendrá el primer lugar en el examen imperial. Trátenlo bien”. Li se alegró mucho al escuchar esto. Comenzó a contemplar la posibilidad de divorciarse de su pobre esposa y casarse con alguien mejor después de convertirse en funcionario. Al día siguiente, el dueño de la posada volvió a soñar con el Dios de la Tierra, quien le dijo: “Este joven erudito no tiene un buen corazón. Ya está pensando en abandonar a su esposa antes de haber obtenido un título oficial. ¡Por lo tanto, suspenderá el examen imperial!”. Li de hecho regresó desesperado después de suspender el examen.
Como ser humano, nuestra conciencia debe ser digna del cielo y de la tierra. Como dice el viejo refrán: “No debe haber nada que no pueda ser contado a los demás ni ningún pensamiento que no pueda ser contado al cielo”.
Cambiar el propio destino
En un antiguo libro chino, Tratado sobre acción y respuesta de Tai Shang, hay una historia sobre “convertir la desgracia en bendición aconsejando a los demás que hagan el bien”.
Un hombre frívolo y derrochador que frecuentaba burdeles recibió en la calle un libro sobre moralidad. Lo leyó y quedó atónito: “Las conductas descritas en este libro son las mismas que las mías; es como si estuviera escrito sobre mí. ¡Qué estúpido soy! Los santos desaconsejaron el adulterio, pero yo estoy tan apegado a él que hice cosas para destruirme”.
Ese mismo día, quemó incienso y se arrodilló para orar, jurando no volver a cometer adulterio. También prometió imprimir y distribuir mil copias del libro para reparar los pecados que había cometido. Cumplió sus votos y, de hecho, ayudó a cambiar a muchas personas de todas las edades. Debido a que se arrepintió a tiempo e instó vigorosamente a los demás a hacer el bien, no solo disfrutó de una larga vida, sino que también tuvo muchos nietos virtuosos, que fueron bendecidos con riquezas.
En otra historia, Dios canceló el mérito de un erudito por escribir una carta de divorcio para otra persona. Tales historias explican recompensas y castigos celestiales para los seres humanos. Al principio, no sabía cuál era su error. Luego se dio cuenta de que se debía a que se había desviado demasiado de los valores tradicionales. Comprendió que el divorcio se aparta de la voluntad de Dios y no está en línea con la tradición, que incluso aquellos que ayudan a otros a divorciarse están condenados. El erudito luego logró persuadir a los dos para que se volvieran a casar e impidió que muchos otros se divorciaran. Después de eso, su carrera política floreció. No es de extrañar que exista un antiguo dicho chino: "Prefiero derribar diez templos que destruir un matrimonio". Los antiguos creían que el matrimonio es "una unión hecha en el cielo" y es un arreglo de Dios, que no puede destruirse a voluntad.
La lujuria es el peor de los males
Wenchang Wang, una deidad taoísta conocida como el Dios de la Cultura y la Literatura, dijo: “El cielo a menudo envía calamidades a aquellos que son lujuriosos y codiciosos, y la retribución es muy rápida. Sin embargo, algunos tontos son tan ignorantes como si estuvieran fantaseando y no tienen el sentido común para tener miedo; si se entregan a tal comportamiento sin tener freno, enfrentarán calamidades en cualquier momento”.
El mundo de hoy es un caos, el blanco y el negro están invertidos y la moral es cosa del pasado. No es raro que la “élite”, que puede ser hábil y elegante, tenga relaciones sexuales inapropiadas y, sin embargo, se considere virtuosa. Pero las personas con un verdadero carácter moral no se entregarán a intenciones lujuriosas. En los dramas románticos, los protagonistas pueden parecer valientes y justos en sus papeles, pero luego se involucran en relaciones poco éticas. Para mí, esos protagonistas no son héroes admirables, ya que la lujuria es siempre la piedra de toque de la moral.
El matrimonio en la cultura y la sociedad occidentales
La historia de una actriz
La actriz Vivien Leigh se enamoró de Laurence Olivier desde el momento en que se conocieron durante las actuaciones de Leigh en La máscara de la virtud en Londres en 1936, aunque ambos estaban casados y tenían un hijo. Comenzaron una relación secreta hasta que se divorciaron y pudieron casarse en 1940. Pero en pocos años, Leigh enfermó de tuberculosis crónica mientras luchaba contra el trastorno bipolar y la depresión. La relación de la pareja llegó a su punto más bajo en 1958, después de casi 20 años de matrimonio. Pero antes de su divorcio oficial en 1960, Olivier ya había comenzado a salir con una actriz 22 años menor que él. Leigh murió de tuberculosis en 1967.
Hay un dicho chino que dice: “Las mujeres hermosas llevan vidas desafortunadas”. He comprobado que, en efecto, muchas veces es así. Las mujeres hermosas atraen a muchos pretendientes, incluidos hombres de carácter pobre que pueden hacer lo imposible por poseerlas. Los hombres de buen carácter parecen estar más dispuestos a confiar en el destino, son generosos y amables y, por lo general, no acechan.
Es igualmente importante que las mujeres hermosas tengan la mente clara, no se dejen llevar, defiendan los valores tradicionales y se mantengan alejadas de aquellas personas de mal carácter.
En el budismo hay una historia sobre un rey y su bella reina, que estaban muy enamorados. Después de que ella murió, la pusa le dijo al entristecido rey: “Como ella se mostró demasiado complaciente con su belleza y vivió una vida de comodidad e inactividad, ahora ha renacido en este entorno como un escarabajo pelotero”. La historia me cuenta la importancia de ser agradecido, humilde y comportarse bien.
Reinas en el infierno
En su poema La Divina Comedia, Dante relata su viaje visionario a través del Infierno, el Purgatorio y el Cielo. En el segundo círculo del Infierno, describe las almas de aquellos dominados por la lujuria. Estos pecadores carnales son castigados por permitir que sus deseos dominen su razón. Las almas son arrastradas eternamente por vientos feroces e implacables de violentas tormentas, sin descanso.
Muchas de las almas del segundo círculo del Infierno eran reinas de diferentes nacionalidades, como Semíramis, reina de Asiria; Dido, reina de Cartago; Cleopatra, reina de Egipto; Helena, reina de Esparta; Paris, que se enamoró de Helena y la tomó prisionera, dando inicio así a la Guerra de los Diez Años en Troya; y Tristán, que se enamoró de su propia tía, Ethel. Debido a la presencia de tantos gobernantes entre los lujuriosos, se le ha llamado el “canto de las reinas”.
Se hace especial mención de una pareja, Franziska y Paul, que murieron por “amor”. El padre de Franziska hizo arreglos para que ella se casara con un noble lisiado, feo y brutal. Después de casarse, ella se enamoró de su cuñado, Paul, que era joven y guapo. Cuando su esposo se enteró de su relación, los mató y, debido a su delito de adulterio, fueron castigados en el segundo nivel del infierno.
Mucha gente probablemente pensaría que Franziska era inocente, que sólo buscaba su propia felicidad. Pero el criterio de Dios es diferente: por muy insatisfactorio que sea el matrimonio de una persona, no se le permite buscar el “amor” extramatrimonial. En un matrimonio infeliz, es posible que uno esté pagando su yeli pasado. Si uno no acepta ese destino y trata de luchar contra él, puede crear más yeli y terminar en una situación aún más terrible después de la muerte.
Dante le pregunta a Franziska cómo comenzó su relación con Paul. Ella le dice que estaban leyendo juntos el libro Lancelot del Lago en el jardín. En el libro, Lancelot, que fue el primer caballero de la Mesa Redonda del Rey Arturo, se enamoró de la reina Ginebra y, durante una cita en el jardín, “cayó cautivo del amor” y la besó. Al leer esto, Franziska y Paul también comenzaron a besarse y cometieron un gran pecado a partir de entonces.
¿Es inmoral el matrimonio sin amor?
Es posible que hayas oído el dicho “El matrimonio sin amor es inmoral”, y la gente podría pensar que esta es una razón justificable para buscar el amor. De hecho, este dicho proviene de Friedrich Engels, quien creía que solo un matrimonio basado en el amor es moral. Esta afirmación no es una verdad.
En el capítulo 7 de Cómo el espectro del comunismo gobierna nuestro mundo, se dice: “El caos sexual es una característica innata de la ideología comunista. Se cree que Marx violó a su criada; hizo que Engels criara al niño resultante. Engels cohabitó con un par de hermanas. Lenin mantuvo relaciones extramatrimoniales durante años…” “Lo que Marx y Engels promovieron, a pesar de apuntalarlo con frases como ‘libertad’, ‘liberación’ y ‘amor’, en realidad no era nada más que el abandono de la responsabilidad moral personal y la entrega de uno mismo al deseo”.
Un matrimonio feliz no es tan sencillo como que dos personas se amen. Pero para conseguir altos índices de audiencia, los editores y las cadenas de televisión promueven historias de aventuras extramatrimoniales. Retratan la idea de que uno encontrará la “felicidad” si encuentra a la “persona adecuada”. Pero según las creencias tradicionales, la vida de uno ya está preestablecida y es contraproducente buscar bendiciones que no se supone que tenga.
Influencias modernas
Cuando yo era niña, las películas románticas eran muy populares y la educación promovía los valores de la fama y la fortuna. La gente ya no valora la moralidad. Yo también pensaba que el amor era el valor más alto, más allá del matrimonio y la moralidad.
En las películas románticas, los protagonistas son todos “hermosos” y “magníficos”, por lo que a la gente se le puede lavar el cerebro fácilmente con esta mentira y pensar que preservar el matrimonio es inmoral y estúpido.
Aunque en la antigua China se utilizaba la frase “respétense mutuamente como invitados” para describir un matrimonio feliz, yo solía pensar que los antiguos eran aburridos y estereotipados y que no tenían derechos humanos ni libertad alguna. Desde entonces me di cuenta de que, aunque la gente de hoy es muy libre, está más lejos de la felicidad. De hecho, parece que el comportamiento moral no es una restricción sino una protección, como una barrera en una carretera de montaña para proteger a un vehículo de caerse por el borde. De hecho, dichos antiguos como “No se permite el contacto casual entre hombres y mujeres” nunca pasan de moda, y es bueno seguirlos lo más estrictamente posible y colocar barreras para protegerse de las caídas.
Hace unas décadas, las personas que se comportaban de manera imprudente, sin importar lo atractivas o talentosas que fueran, eran consideradas “impúdicas”. Quienes participaban en estas relaciones románticas inmorales eran juzgadas a sus espaldas debido a su “mal comportamiento”.
Hoy en día, las personas honestas son objeto de burla. A la hora de buscar pareja, la gente valora ahora el “encanto” y la “pasión”, y elige a las personas codiciosas y egoístas en lugar de las honestas y sensatas. Incluso después de casarse, algunas personas siguen teniendo el corazón inquieto y siguen buscando un amante interesante.
Al igual que las películas, la literatura moderna y las obras de arte también han desempeñado un papel importante en la decadencia moral actual. Las historias emocionantes hacen que las personas sientan que su sed ha sido saciada y se vuelven adictas a este opio mental. Algunas personas incluso ven la vida como un juego y buscan esos momentos "hermosos" y "románticos", aunque puedan ser irreales o poco éticos.
Reflexionando sobre mí misma
Solía soñar con un gran amor. Quería experimentar el “amor” y la sensación de ser amada y apreciada profundamente. No me importaba quién era la otra persona. De hecho, no pensaba en amar a la otra persona; me amaba a mí misma. Realmente creía que había alguien que me amaría y que nunca podría olvidarme. De hecho, ahora que lo pienso, esas eran ensoñaciones ridículas, narcisistas y desinformadas.
Solía pensar que mi matrimonio no se basaba en un “amor profundo” y pensaba que sólo las parejas que estaban “profundamente enamoradas” tendrían un buen matrimonio. Pero en realidad, vi demasiadas parejas cuyo “amor apasionado” pasó de “amar” a “pelearse”, mientras que muchas parejas que parecían tener una relación tranquila estaban felizmente casadas. Casi me divorcié de mi marido para buscar “emociones”, pero luego me di cuenta de que eso no era lo que quería. Empecé a valorar mi matrimonio y a respetar a mi marido. Nuestra tensa relación mejoró y nos llevamos bien. Por lo tanto, resolver los rencores y tratarnos con amabilidad es la mejor manera de tener un matrimonio feliz. Uno no puede simplemente huir del problema, pensando “La otra persona no es la 'adecuada' para mí”.
Algunas parejas que conozco tenían una relación dulce al principio, pero con el tiempo comenzaron a desagradarse y a pelearse entre sí. Creo que eso suele suceder porque están demasiado ansiosos por recibir elogios y escuchar palabras amables y no soportan que la otra persona señale sus defectos.
Algunas personas también buscan “puntos en común” en su otra mitad, pero esto puede revelar su apego a los cumplidos, la aceptación y la lujuria. Bajo la superficie del “amor verdadero” se esconde la debilidad humana. Incluso cuando las personas sienten que han encontrado “puntos en común” en temas nobles, eso es solo una ilusión antes de que se revelen todas las deficiencias, y puede que aún haya un fuerte deseo oculto debajo.
Quienes tienen relaciones extramatrimoniales pueden creer que son atractivos, pero están cegados por su ego y han abandonado los códigos morales. Esto también tiene que ver con el lavado de cerebro que les producen los dramas románticos, que se aprovechan de la arrogancia y las emociones de las personas.
La gente paga por su egoísmo
La infidelidad al cónyuge suele acarrear desgracias y perjudicar a varias familias. Quienes engañan a sus cónyuges y se vuelven a casar suelen tener matrimonios peores y pueden volver a engañar a sus parejas. Quienes tienen aventuras extramatrimoniales suelen tener un nivel moral más bajo o no están dispuestos a renunciar a sus intereses personales cuando surgen conflictos. Por el contrario, las personas desinteresadas se centran menos en sí mismas y, sin embargo, encuentran una mayor felicidad.
Un corazón egoísta nos hace sentirnos infelices, insatisfechos, enojados, envidiosos, etc. Priorizarnos a nosotros mismos no siempre se traduce en hacer algo verdaderamente bueno para nuestro propio bienestar. Somos responsables de todo lo que hacemos y debemos pensar si nuestras acciones están de acuerdo con los principios celestiales.
En algunos dramas, cuando las personas son interrogadas por funcionarios del hampa, no pueden negar su participación en el plan ni defenderse, porque todo lo que hicieron mal queda claramente demostrado.
Aunque no puedo ver otras dimensiones, cuanto más pienso en ello, más miedo siento. Si realmente pudiera verlo todo y saber en qué se transformarían todos estos malos pensamientos, ¿no me arrepentiría aún más de ser tan ignorante de los principios celestiales?
En un drama, un erudito se encuentra con un grupo de fantasmas y les pregunta porqué no se arrepienten para buscar la liberación. Los fantasmas le responden: “Uno debe arrepentirse antes de morir; después de la muerte, no hay forma de hacerlo”. Uno de los fantasmas insta al erudito: “Nosotros, los fantasmas hambrientos, no tenemos forma de pagarte por el vino que nos has dado, así que me gustaría darte un consejo: “Debes arrepentirte mientras aún estás vivo”.
Aquí quiero dar un consejo sincero a mis amigos: no ignoren el problema de la lujuria, ni siquiera los pensamientos inapropiados. La Divinidad lo sabe todo. No sólo debemos prestar atención a nuestra propia conducta, sino que también debemos hacer todo lo posible por persuadir a los demás para que no creen yeli en este sentido.
Conclusión
Las necesidades de las personas son limitadas, pero nuestros deseos pueden ser ilimitados. Debemos aprender a contentarnos con un estómago lleno, ropa abrigada y buena salud, tal como las “cinco bendiciones”. Los conceptos modernos empujan a las personas a perseguir la “excitación” del amor y la fantasía. La moralidad está decayendo. En el pasado, la búsqueda de la excitación se manifestaba en forma de adicciones al tabaco y al alcohol. Hoy en día, se manifiesta en forma de adicciones a las drogas y la promiscuidad sexual. Cualquiera de las dos puede provocar una depresión grave. Llenas de conceptos modernos, las personas están avanzando a toda velocidad por el camino de la codicia sin fin y hace tiempo que se han alejado de la mentalidad tranquila y serena necesaria para la felicidad.
Los antiguos nos dejaron muchas historias sobre causa y efecto en este sentido, y siempre son buenos recordatorios para evitar que el mundo se hunda en un deseo sin fondo.
Trata bien a tu cónyuge y valora lo que tienes. Estar contento y agradecido y cuidar la bondad de tu corazón es tu bendición.
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Categoría: Cultura tradicional