(Minghui.org) Después de releer recientemente “La historia de la cultivación de Fo Milarepa”, publicada en Minghui.org, ahora tengo una mejor comprensión de la seriedad de la cultivación y la eliminación del yeli. En este artículo, el texto en cursiva está tomado de la parte 10 y  la parte 11 de la historia publicada en series; al final de cada párrafo, comparto mi comprensión de la historia. 

Después de los logros de beneficiar a incontables seres, el Venerable conoció a monje Tsakpuwa en Drin. Tsakpuwa era muy codicioso con el dinero, pero los residentes de Drin lo respetaban porque era un erudito. Siempre era invitado a las fiestas como invitado de honor. Tras encontrarse con el Venerable, Tsakpuwa demostró ser cortés y fiel en la superficie, pero envidioso en su corazón. Hizo preguntas difíciles en público en numerosas ocasiones, tratando de avergonzar al Venerable, pero nunca lo logró.

La compasión de Milarepa hacia la mujer que lo envenenó

El monje Tsakpuwa tenía una amante. Él le pidió a esta mujer que ponga veneno en el queso y que lo llevara al venerable para matarlo. Él le prometió darle una pieza grande de jade a cambio. La mujer le creyó y llevó queso envenenado al venerable como ofrenda.

 [Por su deseo de fama e interés material, Tsakpuwa le ordenó a su amante que envenenara a Milarepa.]

El venerable ya sabía esto. Viendo la relación predestinada, él sabía que aquellos con afinidad predestinada ya habían sido salvados. Aunque el veneno no podía dañarlo, su niepan estaba cerca, así que decidió aceptar el veneno como ofrenda. El venerable también sabía que, si la mujer no conseguía el jade después de darle a él el queso envenenado, tampoco lo conseguiría después porque Tsakpuwa no se lo daría nunca. Así que el venerable le dijo a la mujer: “No lo aceptaré ahora. Si vienes más tarde, probablemente lo tome”. [A pesar de la codicia y la miopía de la mujer, Milarepa quería salvarla utilizando esta maniobra.]

Escuchando las palabras del Venerable, la mujer quedó estupefacta y con miedo. Ella sospechaba que el Venerable ya sabía que el queso estaba envenenado. Nerviosa e intranquila, se fue.  [La conciencia de la mujer había despertado, por lo que sabía que sus acciones estaban mal.]

Después de ver a Tsakpuwa, la mujer le contó lo que sucedió y dijo que el Venerable debía tener poderes sobrenaturales, y por eso no aceptó el queso.

Tsakpuwa contestó: “¡Eh! Si tuviera poderes sobrenaturales, no te hubiera pedido que lo lleves después. O te hubiera dicho que lo comas. En vez, te pidió que lo lleves después. Claramente muestra que no tiene poderes sobrenaturales. Ahora toma este jade y llévale el queso. Esta vez, ¡asegúrate de que lo coma!”. Entonces le dio el jade a ella.

[Por ignorancia y un fuerte deseo de tener éxito, Tsakpuwa continuó con su plan.]

La mujer dijo: “Todos creen que él debe tener poderes sobrenaturales. Como los tiene, no comió el queso ayer. Si lo llevo hoy, no lo comerá en absoluto. Estoy tan asustada y no me atrevo a ir. No quiero el jade ahora. Por favor perdóname. No puedo hacer esto por ti”.

 [La conciencia de la mujer no le permitió hacer esa mala acción.]

Tsakpuwa dijo: “Solo los tontos creerían que él tiene poderes sobrenaturales. Ellos no leen las escrituras, les falta lucidez, y están engañados por sus mentiras. En las escrituras que leo, las personas que tienen poderes sobrenaturales no son como él. Te garantizo que no tiene poderes sobrenaturales. Ahora ve y lleva el queso envenenado para que lo coma. Si tenemos éxito, no te decepcionaré. Estamos enamorados hace tanto tiempo, y pienso que no tenemos que preocuparnos más por los rumores. Si consigues hacer esto, me casaré contigo. No solo este jade será tuyo, pero también estarás a cargo de mis propiedades dentro y fuera de la casa. Ya sea que seamos ricos o pobres, estaremos juntos hasta el final. ¿Aceptas?”. [Tsakpuwa continuó seduciendo a la mujer usando el razonamiento, la lujuria y su deseo de ganancia material].

La mujer le creyó. De nuevo puso veneno en el queso y se lo llevó al venerable como ofrenda. El venerable sonrió y lo aceptó. La mujer pensó: “El monje tenía razón. Él no tiene poderes sobrenaturales”. 

[Para satisfacer sus deseos, la mujer creyó lo que le dijo y llevó a cabo la mala acción.]

El venerable sonrió y le dijo: “El precio por hacer esto –el jade, ¿lo conseguiste?”. 

Escuchando estas palabras, la mujer estaba tan asustada que quedó boquiabierta y sin palabras. Culpable y asustada, su cuerpo entero temblaba, y se puso pálida. Ella se postró y dijo temblando: “Tengo el jade, pero por favor no coma ese queso. Démelo a mí”.

[La mujer se arrepintió de sus acciones después de que Milarepa le revelara que sabía lo que estaba haciendo.]

El venerable dijo: “¿Para qué lo quieres?”. Ella lloró: “Deje que yo, la que cometió el pecado, lo coma”.  [La mujer sabía lo que era bueno y lo que era malo, pero aun así eligió hacer lo malo.]

El Venerable contestó: “Primero, no puedo aguantar verte comerlo, ya que solo me puedo compadecer de ti. Segundo, si me niego a comer tu ofrenda, estaría violando las reglas de la Pusa con esta infracción fundamental. Además, he completado las tareas para mí, para otros, y he ofrecido salvación, y es tiempo de que vaya a otro mundo. De hecho, tu ofrenda no puede dañarme, y no hace diferencia si lo como o no. Si hubiera comido este queso la vez pasada, probablemente no hubieras recibido el jade. Así que no lo hice. Ahora que tienes el jade en mano, puedo comerlo sin preocupación, y estará satisfecho. Otra cosa que él te ofreció es esto y aquello después que hicieras esto. Pero sus palabras no son de confiar. En cuanto a lo que dijo de mí, nada de eso es verdad. Ustedes dos más adelante se arrepentirán. Para ese entonces, la mejor opción para ti es arrepentirte verdaderamente y aprender el Fa seriamente. O, al menos, recuerda en los asuntos relacionados a la vida y la muerte, ¡no cometas este tipo de pecado en el futuro! Ahora puedes rezarme sinceramente a mí y a mi linaje”.

[Milarepa le explicó la situación a la mujer y le expreso que recordara su humanidad fundamental, demostrando su inmensa bondad.]

“Ustedes dos a menudo abandonan la felicidad y buscan el sufrimiento. Esta vez, prometo limpiar los pecados que cometiste en tu nombre. Tarde o temprano, la gente sabrá qué es lo que hiciste en este tiempo. Por tu seguridad, por favor no le digas a nadie antes de mi muerte. Ahora soy un anciano, y ustedes no se fijaron si lo que dije en el pasado era verdad o no. Así que quizás no creas en mis palabras. Esta vez lo ves con tus propios ojos. Sabrás que lo que dije es verdad”. Con eso, el Venerable comió el queso. 

[Milarepa fue muy considerado y le ofreció a la mujer la salvación por compasión y sabiduría y no se preocupó por las consecuencias para él mismo: un enorme sufrimiento.]

Salvando a Tsakpuwa con compasión

Después de algún tiempo, el Venerable parecía estar gravemente enfermo. El monje Tsakpuwa vino con buen vino y carne, pretendiendo dar una ofrenda. Se acercó al Venerable y lo ridiculizó: “¡Ah! Con la capacidad de lograr cosas tan grandes como las que ha logrado el Maestro, no debería tener una enfermedad tan grave. ¿Cómo se enfermó? Si la enfermedad pudiera ser compartida con otros, usted podría dividirla entre sus principales discípulos. O si la enfermedad pudiera ser transferida, por favor démela. Ahora no hay nada que usted pueda hacer. ¿Cómo podemos terminar esto?”.

 [Tsakpuwa se burló del Venerable porque todavía se sentía celoso y cruel.]

El Venerable sonrió tranquilamente y le dijo: "Podría haber evitado esta enfermedad. En cuanto a por qué vino de todos modos, deberías tenerlo claro. La enfermedad de una persona común es diferente de la de un yogui, tanto en su naturaleza como en sus relaciones kármicas. La enfermedad que tengo ahora es esencialmente una solemne manifestación del Fo Fa".

 [El ser iluminado reveló la verdad al transgresor mientras soportaba pacíficamente un gran dolor.]

Tsakpuwa pensó que el Venerable podría estar sospechando de él, pero no estaba seguro. El Venerable dijo que la enfermedad podía ser transferida, lo cual es totalmente infundado. ¿Cómo podría la enfermedad ser transferida a otros en este mundo? Y él dijo: "No tengo claro el motivo de la enfermedad del maestro. Si la enfermedad es causada por fantasmas, se necesita un ritual que expulse a los demonios; si es porque los cuatro Grandes Elementos están descoordinados, se debe tonificar el cuerpo y tomar medicamentos. Si la enfermedad puede ser transferida a otros, maestro, por favor, transfiéramela a mí".  [Tsakpuwa continuó demostrando su ego y arrogancia.]

El Venerable dijo: "Hay una persona con grandes pecados. El demonio en su mente salió a lastimarme, poniendo mis cuatro Grandes Elementos fuera de coordinación y causando mi enfermedad. No tienes el poder para erradicar esta enfermedad. Aunque podría transferírtelo, me temo que no podrías soportarlo ni por un momento. Así que es mejor no hacerlo".

 [Por bondad, Milarepa continuó diciendo la verdad.]

Tsakpuwa pensó: "Esta persona no puede transferir la enfermedad a otros en absoluto, por eso dijo estas palabras sarcásticas. Tengo que avergonzarlo". Luego rogó una y otra vez al Venerable que le transfiriera la enfermedad. [Las palabras de Tsakpuwa demostraron que era tonto, arrogante y terco.]

El Venerable le contestó: "Ya que insistes, trasladaré temporalmente la enfermedad a la puerta que está aquí en frente de mi. Si te la transfiero, no podrías soportarla. Ahora, mira atentamente”. Con su poder divino, el Venerable trasladó el dolor a la puerta que tenía enfrente. Al principio, la puerta emitió un crujido, como si fuera a ser destrozada. Después de un tiempo, se rompió en pedazos pequeños. El Venerable, en cambio, parecía no tener ninguna enfermedad.

 [Un ser iluminado usó sus poderes divinos para salvar a la gente mientras usaba una puerta para demostrar el enorme dolor que Tsakpuwa y la mujer habían causado.]

Tsakpuwa pensó: "Esto es magia para encubrirlo. No puedes engañarme”. Y él le dijo: "¡Ah, esto es realmente asombroso! Pero, Maestro, por favor, transfiérame la enfermedad a mí”. [Tsakpuwa permaneció imprudentemente tonto porque no pudo aceptar la verdad.]

El Venerable le dijo: "Ya que estás suplicando tanto, te daré la mitad de la enfermedad. Si te lo transfiero todo a ti, no podrías soportarlo". Luego transfirió la mitad del dolor. Tsakpuwa sintió inmediatamente un gran dolor. Apenas podía temblar o respirar. Cuando estuvo a punto de morir, el Venerable recuperó la mayor parte de la enfermedad que había transferido y le dijo: "Solo te he dado una pequeña parte de la enfermedad. ¿Qué tal estuvo? ¿Podrías resistirlo?”.

 [Un ser iluminado ofreció la salvación con compasión y consideración. También explicó que las personas a menudo no podían soportar el karma que habían cometido; de lo contrario, se arruinarían e incluso podrían morir como consecuencia.]

Después de experimentar el severo dolor, un fuerte arrepentimiento surgió en la mente de Tsakpuwa. Se arrodilló, postrado ante el Venerable, y dijo con lágrimas en el rostro: “¡Maestro! ¡Maestro! Ahora me arrepiento sinceramente. Por favor, perdóneme. Daré todos mis bienes al Maestro como ofrenda. Por favor, ayúdeme con las consecuencias de mis pecados”. Lloró con mucha tristeza.

 [Tsakpuwa finalmente despertó y se arrepintió después de admitir sus pecados.]

Viéndolo arrepentirse de verdad, el Venerable se sintió muy feliz y recuperó la pequeña cantidad de enfermedad que le quedaba. Él dijo: "No quería tierras ni bienes durante mi vida. Ahora me estoy muriendo, y son aún más inútiles para mí. Puedes quedártelas. Por favor, no cometas malas acciones más tarde, incluso si mueres. Estoy de acuerdo en ayudarte a resolver las consecuencias de tus pecados esta vez”.

 [Milerepa demostró que la compasión de un ser iluminado es ilimitada cuando salva a la gente.]

Tsakpuwa dijo al Venerable: "Hice malas acciones en el pasado, principalmente por dinero. No lo necesito ahora. Aunque el Maestro no quiere aceptarlo, los discípulos siempre necesitan ayuda para la práctica. Por favor, acéptelo en nombre de ellos”. Aunque rogaba así, el Venerable no lo aceptó. Los discípulos lo aceptaron más tarde y usaron los bienes para celebrar asambleas. Incluso en la actualidad, estas asambleas todavía se celebran en Chubar. 

Desde entonces, Tsakpuwa abandonó sorprendentemente la codicia que había cultivado a lo largo de su vida y se convirtió en un muy buen practicante. [Trabajó para mejorar su carácter.]

El Venerable dijo a sus discípulos: "La razón por la que me quedé aquí fue para ayudar a esta persona con grandes pecados a arrepentirse de verdad y a liberarse del sufrimiento. Esto ha terminado y es hora de que me vaya. De hecho, si un gran practicante de Fa entra en el niepan en la aldea, es como si un rey muriera en el hogar de una persona común. Así que iré a Chubar y moriré allí”.

Mi entendimiento

La historia de Milarepa se publicó en el sitio web chino Minghui en diciembre de 2000 (la versión en inglés se publicó en octubre de 2018). Han pasado muchos años y, al volver a leerla, comprendo más profundamente la seriedad de nuestra práctica de cultivación. Además, no puedo imaginar cuánto ha sufrido por nosotros Shifu Li, fundador de Falun Dafa. 

Milarepa era consciente de que el queso envenenado le causaría un dolor intenso, pero ignoró el peligro porque tenía la intención de iluminar a Tsakpuwa y a la mujer y ofrecerles la salvación, demostrando así una gran compasión. 

Aunque presenció cómo la puerta se rompía en pedazos, Tsakpuwa se mantuvo obstinado por ignorancia y egoísmo. Sin embargo, Milarepa no se conmovió y continuó ofreciendo la salvación con compasión y sabiduría. 

Incluso cuando le transfirió la enfermedad a Tsakpuwa, Milarepa sólo movió una parte de ella para que Tsakpuwa pudiera sentir lo que estaba pasando sin hacerle daño. Me conmovió mucho su amable acción.

Como practicantes de Falun Dafa, sabemos que la práctica de cultivación implica la eliminación del yeli. Por eso experimentamos esas cosas desfavorables en nuestras vidas. Shifu usa esas oportunidades para que mejoremos nuestro xinxing. Pero debemos tener claro que Shifu también ha eliminado yeli para nosotros y para los seres conscientes todo el tiempo; de lo contrario, no seríamos capaces de soportar toda la fuerza del sufrimiento. 

Con este pensamiento, sé que ya no me quejaré de mis dificultades porque el resentimiento proviene de nociones humanas. En cambio, estaré agradecido por todo lo que tengo y me esforzaré por ser más diligente en la práctica de cultivación para cumplir mi misión.