(Minghui.org) Tengo 76 años y antes de comenzar a practicar Falun Dafa en 1998, tenía traqueítis, reumatismo y enfermedad pulmonar. Menos de un mes después de comenzar a practicar, mi cuerpo experimentó un gran cambio y todas mis enfermedades desaparecieron. Me convertí en una persona saludable, mi temperamento mejoró y mi familia llegó a estar en armonía.

Permitiendo que la gente sepa que Falun Dafa es bueno

Dafa es tan bueno que quería que todos en nuestro pueblo pudieran beneficiarse de Dafa. Fui a todas las casas. Si alguien tenía un televisor, le mostraba un video de las enseñanzas de Shifu. Si no tenían televisión, ponía una grabación de audio de las enseñanzas de Shifu. La gente de mi pueblo que quería aprender Falun Dafa venía a mi casa. A veces había más de 30 personas, y había un flujo constante de personas todos los días. Mi casa se convirtió en el lugar de práctica del pueblo.

Después de que el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzara a perseguir a Falun Dafa el 20 de julio de 1999, fui a cada hogar para aclarar la verdad sobre la persecución y expuse las mentiras fabricadas por el Partido, para difamar a Falun Dafa.

El jefe de la estación de policía y los miembros del comité de la aldea interrogaron a los aldeanos y preguntaron: "¿Quién les enseñó a practicar Falun Dafa?". Algunos decían que yo les enseñaba. Cuando los funcionarios del gobierno me llamaron, les conté la verdad sobre Dafa. Les dije: "Dafa es tan bueno, ¿por qué no dejan que la gente practique? Yo fumaba y bebía a los trece años. Tras comenzar a practicar Falun Dafa, lo dejé y todas mis enfermedades desaparecieron. Soy una persona diferente. Mi nieta sufría de hidrocefalia y el médico dijo que tenían que drenar líquido de su cabeza, de lo contrario tendría parálisis cerebral. Le mostré a mi nieta cómo practicar los ejercicios de Falun Dafa y ella leyó el Fa (enseñanzas). No se sometió a tratamiento médico, pero ella está muy bien. Ustedes ven lo bueno que es Falun Dafa. ¿Por qué no dejan que la gente practique?".

Todos entendieron la verdad sobre la persecución y estuvieron de acuerdo en que Dafa era bueno. Dijeron: "Puedes irte".

En los siguientes días, no me trataron mal, a veces venían a mi casa pero decían que la visita era solo una formalidad. No me fotografiaron. En vez de ello, tomaron fotos de mi esposo, solo para mostrarles a sus supervisores que habían venido a mi casa.

Historias milagrosas

He encontrado muchos desafíos en mis más de 20 años de cultivación. Cada vez que estaba en peligro, era protegida por el compasivo Shifu. He tenido innumerables experiencias increíbles, y me gustaría compartir algunas con ustedes.

Cuando estaba cruzando la calle, un triciclo pasó frente a mí y me derribó. Mientras yacía al costado de la carretera, sentí que el vehículo me golpeó. Me incorporé lentamente. El triciclo se detuvo frente a mí y el conductor dijo enojado: "¡No miras por dónde vas!". Se dio la vuelta y se alejó. Me toqué la cabeza, pero no sangraba. Pensé: "¡Gracias Shifu, por salvarme la vida! Estoy bien".

Cuando volvía a casa del trabajo, vi un camión con una carga de arena. Conocía a la gente del camión, así que grité: "¿Me pueden llevar a casa?". Antes de que el camión pudiera detenerse, di un paso adelante y las llantas pasaron por encima de mis pies. Llevaba chancletas, pero no me lastimé los pies. El camión estaba cargado con varias toneladas de arena. Si no me hubieran protegido Shifu, habría sido dañada. ¡Muchas gracias, Shifu!

Un día, iba en bicicleta en un crucero y el coche que iba delante de mí se detuvo de repente. Para evitar golpearlo, giré rápidamente el manubrio y aterricé en la zanja junto a la carretera. La zanja tenía más de un metro de profundidad, mi bicicleta cayó dentro, pero ni la bicicleta ni yo sufrimos daños. Fue increíble.

Otro día había un carro delante de mí mientras andaba en bicicleta, y decidí rebasarlo. Antes de que llegáramos al crucero, el carro giró repentinamente a la derecha y me empujó hacia la zanja. La bicicleta aterrizó en la zanja y yo estaba bien. Gracias Shifu por su protección.

En el noreste de China, después de que nieva, con frecuencia largos carámbanos cuelgan de los aleros de los edificios. Estaba repartiendo materiales para esclarecer la verdad a la gente en la calle. Se suponía que debía caminar hacia el este, pero de repente giré y comencé a caminar hacia el norte. Tan pronto como di un paso, un carámbano golpeó mi pie. Si hubiera caminado hacia el este, como había planeado, el carámbano habría caído en mi cabeza. No corría ningún peligro, sabía que Shifu me protegía.

Herví agua en una tetera y la coloqué sobre la barra. De repente se volcó y el agua caliente se derramó por todo mi pie. Mi pie se puso rojo. En menos de una hora, aparecieron varias ampollas grandes y pequeñas. Me las pinché y tres días después mi pie estaba bien. Lo sorprendente fue que no sentí ningún dolor. Sabía que el compasivo Shifu soportó el dolor por mí y eliminó mi yeli.

Por haber tenido tantas experiencias increíbles, creo firmemente en Dafa. Sé que Shifu está a mi lado y siempre me está protegiendo. ¡Gracias, Shifu!