(Minghui.org) Una residente de la ciudad de Pingliang, provincia de Gansu, de 75 años, fue sometida a una brutal tortura mientras cumplía una sentencia de 6,5 años de prisión por su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Li Xiuzhen fue arrestada el 18 de noviembre de 2019, junto con otra practicante, la Sra. Tan Xiuhua, por instar a los funcionarios del gobierno local a no participar en la persecución. Las autoridades allanaron las casas de ambas practicantes y confiscaron sus computadoras, impresoras y otros artículos personales, llenando dos camionetas.

La policía acusó a la Sra. Li de ser una espía porque "encontraron" un transmisor de radio en su casa. En China, por lo general no hay un canal para que las personas compren transmisores. La Sra. Li sospecha que la policía colocó el transmisor en su casa para incriminarla. Nunca le dieron una lista de los artículos confiscados para que los revisara y firmara como lo exige la ley. Las pruebas inventadas fueron utilizadas posteriormente por el Tribunal local para sentenciarla a seis años y medio. La Sra. Tan recibió tres años.

Mientras cumplía sentencia en la Prisión de Mujeres de la provincia de Gansu (ubicada en la ciudad capital de Lanzhou), la Sra. Li fue sometida a torturas físicas prolongadas, incluidas palizas, ser obligada a permanecer en cuclillas durante largas horas y se le negó el uso del baño. Además de la tortura física, también ha estado bajo una enorme presión para defender su fe.

En 2022, había 500 personas detenidas en la Prisión de Mujeres de la provincia de Gansu y la séptima división se utiliza específicamente para detener y torturar a las practicantes de Falun Gong.

Esta no es la primera vez que la Sra. Li, una vendedora de masa frita muy conocida entre los lugareños, ha sido objeto de persecución por su fe, a la que atribuye haberla ayudado a recuperarse de muchas enfermedades.

En diciembre de 2000, la Sra. Li viajó a Beijing para apelar por su derecho a practicar Falun Gong y fue arrestada en la plaza de Tiananmen. La golpearon, la retuvieron en la Estación de Policía de la plaza de Tiananmen durante unos días y luego la escoltaron de vuelta.

El 15 de enero de 2001, ella y su esposo estaban atendiendo su puesto de venta de masa frita cuando, de repente, apareció la policía y la arrestaron. Le esposaron las manos, que estaban cubiertas de harina, por detrás. Primero la llevaron a la Estación de Policía de Wangcun y luego la trasladaron al Centro de Detención del condado de Jingchuan, donde estuvo detenida durante tres meses.

La Sra. Li fue arrestada nuevamente en 2015 por presentar una denuncia penal contra Jiang Zemin, el exjefe del régimen comunista chino que ordenó la persecución. La policía continuó acosándola y también comenzó a vigilar su vida diaria después de que fue liberada.

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