El 3 de enero de 2025, una corresponsal especial de Minghui visitó algunas organizaciones en el norte del estado de Nueva York creadas por practicantes de Falun Dafa, incluyendo Dragon Springs y Shen Yun. Durante la visita, también se reunió con el Sr. Hongzhi Li, fundador de Falun Dafa y Director Artístico de Shen Yun Performing Arts. Con sus 73 años, el Maestro Li parecía significativamente más delgado que en años anteriores, y aparentaba tener unos 50, emanando calidez, fuerza y tranquilidad en su mirada.

I. Un voluntario

Recientemente, cierto medio de comunicación hizo algunas acusaciones contra el Sr. Li y, de una manera aparentemente adaptada a la sensibilidad de los chinos, hizo hincapié en la afirmación de que Shen Yun y él «aprovecharon» el «fervor religioso» de sus seguidores y la mano de obra barata «para ganar 266 millones de dólares». Cuando se le preguntó al respecto, Shifu respondió que desconocía los detalles financieros de Shen Yun antes de que los medios de comunicación informaran sobre ello y que, en realidad, se había preocupado por si la compañía de artes escénicas sería capaz de cubrir sus gastos.

Los practicantes de Falun Dafa que tuvieron que abandonar su tierra natal y su entorno familiar, huir de China y establecerse en EE. UU., se han encontrado sin una red de apoyo existente en Estados Unidos. Mientras que otras organizaciones sin fines de lucro y grupos religiosos pueden recibir fondos del gobierno o donaciones de empresas, Falun Dafa no ha recibido ningún apoyo permanente de esta naturaleza, sobre todo porque, durante las últimas dos o tres décadas, muchas personas en Occidente han tenido intereses comerciales en China. El Partido Comunista Chino ha utilizado diversos métodos entre bastidores para evitar que los países occidentales planteen cuestiones de derechos humanos relacionadas con Falun Dafa. Como resultado, incluso en Estados Unidos, mientras otros grupos reciben a menudo financiación gubernamental, Falun Dafa ha tenido que depender únicamente de sus propios recursos para mantenerse.

El éxito de Shen Yun Performing Arts es mundialmente reconocido, sin embargo, las luchas y la realidad detrás de este éxito siguen siendo en gran parte desconocidas, incluso para muchos practicantes de Falun Dafa en América del Norte. Por razones de confianza, la mayoría no ha sentido ninguna necesidad de conocer los detalles. Los practicantes veteranos son conscientes de que Shifu vino a impartir las enseñanzas, pero también asumió la responsabilidad de ser el Director Artístico de Shen Yun. Los retos que suponen estas dos cosas por sí solas son tremendos. Como resultado, algunos practicantes veteranos se han hecho cargo de los asuntos administrativos y financieros de la compañía, afrontando los retos de forma independiente y considerando estos deberes como parte integral de su desarrollo espiritual.

Durante la reunión del 3 de enero, Shifu señaló sonriendo que él no se involucra en asuntos administrativos y que los responsables de la administración y las finanzas no le hablan de esas cosas. Un contable de Shen Yun Performing Arts confirmó: «Tenemos reglamentos y procedimientos financieros que seguimos», y añadió que todos trabajan duro para cumplir con sus responsabilidades. Creen que, después de todo, Shifu está aquí para enseñar y guiar a los practicantes en su práctica espiritual, no para actuar como su jefe.

Cuando se trata de los problemas de cultivación de los practicantes implicados en diversos proyectos, por lo que han observado los practicantes, Shifu sólo los señala cuando considera que será beneficioso para la mejora espiritual de los practicantes y, cuando se le hacen preguntas, responde con amabilidad y magnanimidad. Shifu se preocupa profundamente por los practicantes en todos los proyectos, tanto en el país como en el extranjero, y vela por su camino espiritual.

No sólo no acepta dinero de ninguna de las entidades o proyectos, sino que se contenta perfectamente con desconocer cómo funcionan. Esto incluye a Minghui.org, The Epoch Times, NTD Television y Ganjing World. "No intervengo en sus asuntos de funcionamiento, personal ni finanzas, así que no sé realmente cómo funcionan. Debo permitirles que sigan su propio camino; eso forma parte de su viaje espiritual. Si sigo interviniendo, es como derribar los puentes y las carreteras que hay en su camino. Así que no me ocupo de nada de eso; me centro únicamente en la cultivación espiritual de los practicantes".

En cuanto a donar su tiempo a iniciativas como Shen Yun, Shifu explicó que, además de guiar a los practicantes en su cultivación espiritual, también diseña trajes y les ayuda a mejorar sus habilidades, como voluntario. «Pero nadie me da un céntimo; no me pagan», dijo.

La periodista también habló con un par de personas que trabajan en distintas empresas. El director financiero de Shen Yun Creations, una plataforma de vídeos artísticos, y el director general de Shen Yun Dancer, una empresa de ropa, confirmaron que ellos mismos se encargan de las operaciones y las finanzas. «El Maestro Li no supervisa nada de esto y no le informamos sobre estos asuntos», dijeron.

Las chaquetas reversibles azules y amarillas con las palabras «Falun Dafa», de reciente producción, fueron diseñadas por Shifu como contribución voluntaria. Se diseñaron pensando tanto en la meditación como en los eventos al aire libre, ya que son cálidas, impermeables y con cremalleras de arriba abajo. La calidad de estas prendas es sorprendente, teniendo en cuenta su precio. Cuando se le preguntó por qué los precios son tan bajos, el director general de Shen Yun Dancer explicó: «Estas dos chaquetas se venden exclusivamente a practicantes, y el Maestro Li espera que mantengamos los precios lo más bajos posible». En respuesta, el Maestro Li sonrió y añadió: «Eso he dicho. Si es posible, preferiría regalar estos artículos a los practicantes».

La idea de «dar gratis a los practicantes» es conocida. En cuanto al precio y la distribución de los libros de Dafa, Shifu ha expresado repetidamente el mismo sentimiento. Y para los estudiantes de las escuelas Fei Tian, la matrícula, el alojamiento, las comidas, los libros, algunas prendas de vestir y los gastos de viaje han sido efectivamente proporcionados gratuitamente. La beca proporcionada a cada estudiante por las escuelas equivale a unos 50.000 dólares anuales, y los padres sólo tienen que pagar las clases adicionales fuera de la escuela.

II. Un estilo de vida sencillo y una voluntad firme

¿Qué clase de persona es para usted Shifu?

En Dragon Springs, nos reunimos con un practicante que ha trabajado junto a Shifu durante veinte años. Cuando le preguntamos qué tipo de persona es Shifu en el día a día, tras unos momentos de profunda reflexión, el practicante respondió lentamente: «Tiene una fuerza de voluntad extraordinaria, lleva una vida sencilla y tiene objetivos claros».

Este practicante compartió que ya sea en Dragon Springs o mientras viaja, por la mañana, Shifu lava su propia ropa, se salta el desayuno, o simplemente bebe un poco de agua y café. Para almorzar, come algo ligero en la cafetería de Dragon Springs, y para cenar, suele tomar un tazón de sopa de dumplings, o arroz frío con agua caliente y verduras encurtidas.

Otra practicante contó una anécdota de un desayuno en el que había hervido un montón de huevos y se los había llevado a Shifu, con la esperanza de que eligiera el más grande y mejor. En lugar de eso, Shifu eligió el que tenía la cáscara más agrietada, diciendo: «Me quedo con este».

Otro practicante recordó una ocasión en que Shifu los llevó a un buffet. Este practicante estaba ansioso por tomar su comida y sentarse rápidamente, como los demás, pero cuando buscó a Shifu, vio que estaba de pie, en silencio, a un lado, esperando a que todos los demás se sirvieran antes de acercarse a la comida. «Hice una pausa, sintiendo que yo, como su estudiante, no debía tomar la comida antes que Shifu. Pero Shifu asintió suavemente, indicándome que avanzara».

Al hablar de los «objetivos claros y la extraordinaria fuerza de voluntad» de Shifu, el practicante que ha trabajado a su lado durante veinte años afirmó: «Una vez que Shifu se fija un objetivo, sigue avanzando. No importan los obstáculos, no se detiene. No piensa en el dinero; sólo hace lo que hay que hacer». Y continuó: «Viéndolo trabajar así cada día, podríamos llegar a pensar que no es nada fuera de lo común. Pero cuando miramos atrás, nos damos cuenta de lo extraordinario que es. No importa qué retos hayan surgido, Shifu ha logrado lo que había que hacer. A diferencia de nosotros, que a menudo nos rendimos cuando se nos presentan desafíos».

El practicante continuó: «Hay tantas cosas que pensamos que no se podían hacer, pero Shifu no dejó que eso lo detuviera. Siguió adelante y, al final, todo salió bien. Para mí, se trata de su fuerza de voluntad y su concentración».

«En mi opinión, la 'dificultad' no existe para él. Podemos ver algo como difícil o muy desafiante y pensar que eso es algo malo. Pero a Shifu, los obstáculos no lo detienen».

Los que han trabajado en las obras de Dragon Springs saben que Shifu trabaja constantemente. Tanto si se trata de las áreas más difíciles como del trabajo más pesado, Shifu está ahí. Cuando levanta madera, siempre elige el extremo más pesado. Limpia regularmente los escombros, a menudo antes de que otros lleguen a ellos. Cuando nadie quiere limpiar un pozo de agua embarrada, Shifu interviene silenciosamente y se encarga de ello. Cuando hay pequeñas piedras en la carretera, las recoge y las tira a un lado para evitar que las ruedas dañen el pavimento. ¿Clavos en la obra o en la carretera?  los recoge, Shifu los clasifica y los lleva al almacén. Dirige las artes visuales de Shen Yun, diseña el vestuario y la utilería, enseña técnica vocal, supervisa la creación de nuevas piezas y garantiza el más alto nivel artístico. En medio de su apretada agenda y durante los viajes, cuando encuentra un momento libre, saca una sencilla carpeta de papel en la que escribe letras y compone música.

Tiene claro que, como guía de todos en su práctica espiritual, él mismo debe dar ejemplo. Como ha habido muchas lecciones históricas sobre los peligros del dinero, nunca toma dinero para sí mismo. Por el contrario, da ejemplo y enseña a todos la importancia de la frugalidad. Por ejemplo, a la hora de comprar el equipo necesario para ensayos y actuaciones, como iluminación y material escénico, Shifu siempre recuerda a los practicantes: «Busquen rebajas y descuentos».

En la entrevista, explicó además: «Como hay tanto que hacer, a menudo me quedo en los dormitorios de Dragon Springs. Quiero proporcionar a los niños de aquí la mejor escuela y el mejor entorno del mundo», refiriéndose a los jóvenes artistas de Shen Yun y a los alumnos de las escuelas Fei Tian. «Les he dicho a sus padres: 'Quiero devolverles a sus hijos como los mejores niños posibles. Este es mi objetivo'».

III. Cuidar de todos

Cuando se fundó Dragon Springs en 2000, no tenía más que una extensión de bosque, un lago que no era ni atractivo ni claro y una modesta casa. La casa era una sencilla estructura de tres dormitorios, y no había aparcamiento. En días de lluvia o nieve, los caminos se volvían fangosos y difíciles de recorrer. Los practicantes que trabajaban como voluntarios en Dragon Springs lo hacían tanto con su tiempo como con sus recursos, impulsados por una profunda comprensión de la preciosidad de Verdad, Benevolencia, Tolerancia. Se comprometieron a apoyar a Shifu, quien, a pesar de ofrecer enseñanzas beneficiosas para toda la humanidad, estaba siendo perseguido por el Partido Comunista Chino.

El PCCh difundió rumores afirmando que Shifu poseía múltiples propiedades de lujo, coches lujosos y yates. Sin embargo, más tarde se supo que no tenía tales posesiones. No cobraba ningún sueldo de ninguna de las empresas dirigidas por practicantes y entregaba a Dragon Springs todas las donaciones que recibía de los practicantes. Decía: «No quiero dinero. ¿Para qué necesito dinero? Creo que dondequiera que vaya, alguien me dará de comer. ¿Para qué necesito dinero? Sé que nunca pasaré hambre».

Durante nuestra reciente entrevista con él, Shifu no dejó de sonreír amablemente, sereno y tranquilo, lo que me hizo recordar a mí, la entrevistadora, sus enseñanzas: «Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría».

En los últimos 19 años, las escuelas Fei Tian y Shen Yun se han convertido en instituciones vibrantes, completas con aulas académicas, estudios de danza, una cafetería, teatros, oficinas, una biblioteca, una sala de conciertos y varios espacios recreativos, todo construido, ladrillo a ladrillo, por practicantes guiados por Shifu. Para muchos practicantes de Falun Dafa, este viaje ha sido algo más que un camino para superar dificultades y eliminar el ye; se ha tratado de cumplir los votos que hicieron con sus vidas antes de venir a este mundo.

¿Cómo se creó la primera compañía de Shen Yun Performing Arts? «Al principio, reunimos a un grupo de practicantes y trajimos a algunos jóvenes de diferentes estaturas que no sabían mucho de danza. Poco a poco, paso a paso, las cosas empezaron a desarrollarse. Pero en aquella época no teníamos prácticamente dinero. Todo lo que había que hacer, tenían que pagarlo los participantes. Todos los profesores compraban lo necesario con su propio dinero. Yo no fui diferente: pagué de mi bolsillo todo lo que se me ocurrió. Todo el mundo aportaba lo que podía», recuerda Shifu. «Hasta que no tuvimos actuaciones no empezamos a obtener algunos ingresos. Así salimos adelante, poco a poco», continuó.

Yo, la entrevistadora, recuerdo cuando sólo había un estudio de danza, y que Shifu estaba allí para ayudar a vigilar a los estudiantes de danza cuando practicaban volteretas». Las practicantes que llevan mucho tiempo en Dragon Springs recuerdan cuando estas estudiantes aprendieron por primera vez la danza manchú. Como nunca antes habían visto zapatos de plataforma manchú, Shifu se los puso y ajustó personalmente a cada una de ellas.

Después de ver los regalos de corazón que los estudiantes han hecho y dado a Shifu a lo largo del tiempo, que están expuestos en Dragon Springs, no pude evitar pensar en aquellos que, después de marcharse, se han ido con el Partido Comunista Chino difamando a Falun Dafa y a Shen Yun. En respuesta a mi reflexión sobre esto, Shifu me explicó que esos jóvenes no vinieron a Shen Yun por su cuenta —fueron traídos por sus padres— y que, en tales casos, no suelen funcionar demasiado bien. En cambio, los jóvenes que han dicho: «Quiero practicar Dafa» y «Quiero ayudar a Shifu en la Rectificación del Fa» han prosperado.

Los lectores familiarizados con el último siglo de la historia china probablemente sepan que es común entre los padres en China imponer a sus hijos su propia voluntad y sus sueños incumplidos. Este desafortunado rasgo se debe a la larga influencia del Partido, que ha infravalorado la vida familiar y despreciado la elección individual. La canción «El padre y la madre no son tan queridos como el presidente Mao» fue escrita en 1966 y se hizo muy conocida en China. Aunque posteriormente fue prohibida debido a los supuestos vínculos del compositor con la facción antipartido de Lin Biao, las frases «El padre y la madre son queridos, pero más querido aún es el presidente Mao» y «El padre y la madre no pueden compararse con el Partido Comunista» inculcaron profundamente en la gente la idea de sustituir el afecto familiar por la lealtad al Partido, y generaciones de chinos se acostumbraron a imponerse a sí mismos y a sus hijos los ideales del Partido.

A medida que la ideología comunista se extendía por todo el mundo, más personas han adoptado este enfoque de imponer la voluntad externa y de no construir relaciones normales entre padres e hijos. Algunos practicantes no han sido inmunes a esto, influenciados por rasgos profundamente arraigados en el Partido, así como por problemas con su estado espiritual.

Durante más de una década, Shifu se ha esforzado por dar a los estudiantes de Dragon Springs una buena experiencia, desde asegurarse de que se les proporciona ropa y comida (más de lo que podía dar a su propia hija a la edad de estos estudiantes), hasta hacer paquetes de merienda para ellos y repartirlos por la noche. Al hablar de esto, Shifu sonrió y explicó: «Como los niños son pequeños, debo tratarlos como lo harían sus padres».

Los practicantes de Dragon Springs dicen que hay muchas historias sobre cosas que Shifu ha hecho en el día a día, historias que todo el mundo tiene, historias que nunca podrían contarse del todo.

A diferencia de una familia pequeña, una comunidad grande tiene gastos y responsabilidades que se multiplican en consecuencia. Los gastos en Dragon Springs son considerables: facturas mensuales de calefacción y electricidad, aire acondicionado y comida diaria para tanta gente. Y las escuelas conceden becas completas a los estudiantes. Son cargas financieras enormes.

Es evidente que Shifu no sólo se preocupa por los estudiantes, sino también por los que ya se han graduado. Al fin y al cabo, encontrar trabajo es mucho más difícil para los graduados en arte que para los titulados en campos técnicos, por ejemplo. Ganarse la vida y labrarse una carrera no es tarea fácil. Los estudiantes que permanecen en Fei Tian para formar parte del profesorado o seguir una carrera como artistas profesionales de Shen Yun cobran sueldos que les permiten mantenerse. Todo ello requiere importantes recursos financieros.

Está claro que, como Director Artístico de Shen Yun, Shifu valora el talento y, lo que es más importante, como Shifu de Falun Dafa, espera que a sus alumnos les vaya bien en su camino espiritual y alcancen su meta.

IV. Enseñanza del Fa

Hoy en día, todos los practicantes de Falun Dafa entienden que las enseñanzas que Shifu nos ha impartido son los principios profundos del universo: Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Entonces, en la China comunista, una sociedad que se opone activamente a la espiritualidad y la religión, y que ejerce un estricto control sobre cada aspecto de los pensamientos, acciones y vida económica de un individuo —sin importar la edad o el género— ¿cómo pudo Falun Dafa llegar al público? ¿Y especialmente dada la naturaleza totalitaria de la sociedad allí?

Desde los años 80 hasta finales de los 90, China experimentó un «boom del qigong», con decenas de millones de personas que adoptaron esta práctica. Los notables beneficios del qigong para la salud, sobre todo en términos de curación de enfermedades y bienestar físico, despertaron un interés generalizado. Esto llevó a centrarse cada vez más en el estudio del cuerpo humano y a explorar de nuevo la relación entre el mundo material y la mente. Con el tiempo, esto creó un espacio para la investigación y la experimentación en estas áreas. Sin embargo, a pesar de este floreciente interés, muchas personas que buscaban comprender los misterios más profundos del cuerpo humano, la vida y el universo se sentían frustradas, incapaces de encontrar mejores respuestas que les satisficieran tanto intelectual como espiritualmente.

En 1992, Shifu comenzó a compartir las enseñanzas de Falun Dafa con el público, propiciado por una oportunidad fortuita. Recuerda: «Al principio, en Changchun, la gente hablaba de qigong y yo escuchaba. Luego, ofrecía algunas palabras. Cuando hablaba, se quedaban asombrados y decían: '¡Vaya! Me interesa lo que dices; por favor, cuéntanos más'. Como yo sabía algo de esas cosas, no me costó mucho compartir más. Después me dijeron: '¡Vaya! ¿Podrías darnos una clase?».

Y continuó: «Todos ellos eran experimentados practicantes de qigong. Sin dudarlo, se ofrecieron: «¡Le organizaré el lugar! Se ocuparon de los detalles e insistieron: 'Maestro Li, por favor, ¡denos pronto una clase! Algunos estaban muy ansiosos e insistieron en que les enseñara. Así que acabé dando una conferencia en la Escuela de Enseñanza Media N.º 5 de Changchun».

A diferencia de las prácticas budistas tradicionales, los entusiastas del qigong estaban acostumbrados a conferencias en las que el maestro de qigong demostraba los efectos curativos del qigong durante su charla. Supusieron que Shifu enseñaría del mismo modo, cuando en realidad había venido a impartir las enseñanzas de Dafa. Shifu recuerda: «Se suponía que iba a ser una conferencia, pero trajeron a pacientes, ya que eso era lo que ocurría con otras conferencias sobre qigong. Cuando empecé, había muchos pacientes gimiendo de dolor. ¿Qué podía hacer? ¿Cómo iba a dar una conferencia mientras gemían? Algunos incluso llevaban suero. Así que me acerqué y les ayudé. En unos segundos, todos se pusieron de pie. Entonces, les dije desde el escenario —era un aula escalonada—: «¡Escuchen! Ahora caminen». Y todos empezaron a caminar. Algunos habían estado postrados en cama o paralizados y antes ni siquiera podían mantenerse en pie. Entonces les dije: «¡Ahora, corran! Y empezaron a correr. Después les dije: «Muy bien, comencemos la clase». A partir de ese momento, comprendieron de inmediato, y algunos comentaron: «¡Vaya, ni siquiera los grandes maestros de qigong serían tan poderosos!». Y entonces empecé a enseñar. Después, me hacían preguntas y yo las respondía. A partir de entonces, no fue posible parar».

¿No es algo impagable que alguien paralítico o gravemente enfermo se cure? Quienes conozcan la historia de Milarepa comprenderán esto. Shifu, en un instante, devolvió la salud y la movilidad a los que sufrían y, sin embargo, al reflexionar sobre ello, habló con serena compostura.

En el mundo de las tradiciones espirituales y religiosas está muy extendida la creencia de que los seres humanos son innatamente divinos. Por eso, cuando Shifu ha hablado de verdades superiores, ha despertado algo profundo en el corazón de muchas personas, algo que llevaba mucho tiempo dormido. Después de dar sus enseñanzas, decía: «He compartido lo que necesitan saber; ahora empiecen su práctica». Y así, algunos entusiastas del qigong comenzaron a practicar Falun Dafa. A partir de ese momento, Shifu fue reconocido por el público como «maestro de qigong» o «Maestro Li», que era como se denominaba a los maestros de qigong.

Aunque a este Shifu —un Shifu de la gran Ley de Verdad-Benevolencia-Tolerancia se le llamaba maestro de qigong, su única preocupación era beneficiar a los seres conscientes; no le importaban nada el estatus ni los títulos. Como dijo hace tiempo: «Puedes llamarme por mi nombre, o puedes llamarme “profesor” o “señor”. Cualquier cosa está bien».

Muchos de los acontecimientos que siguieron probablemente ya sean conocidos por la mayoría, con numerosos artículos de reflexión disponibles en el sitio web de Minghui, clasificados en secciones como «Recordando la Gracia de Shifu». Los lectores interesados pueden consultar estos artículos antiguos para obtener más detalles.

La frugalidad ha sido una segunda naturaleza para Shifu, pero cuando se trata de cosas que hay que hacer, no deja que el dinero sea un factor.

Entre 1992 y finales de 1994, cuando Shifu impartía clases presenciales en China, cada seminario duraba un promedio de nueve días y costaba a los asistentes 50 RMB (con un descuento del 50% para los practicantes veteranos), o el equivalente a unos 8 dólares estadounidenses. Estas tarifas cubrían el viaje en tren, las comidas y la impresión de materiales, tanto de él como de su equipo. En comparación con las tarifas habituales de las clases de qigong de la época, este precio era extremadamente bajo, e incluso provocó el descontento de otros maestros de qigong, que consideraban que devaluaba el mercado. Sin embargo, Shifu mantenía el precio bajo por consideración a sus alumnos, haciendo todo lo posible por ahorrarles dinero.

Por eso, para no gastar tanto, Shifu compraba boletos en tren donde iban sentados en los viajes largos, en lugar de pagar por los coches cama, salvo en contadas ocasiones. Sin embargo, Shifu observó que, sorprendentemente, incluso cuando los trenes iban llenos y él compraba un boleto donde iba sentado, el asiento de al lado quedaba vacío, lo que le permitía acostarse y descansar. Comía principalmente fideos instantáneos, y de vez en cuando un plato de sopa de fideos de un vendedor ambulante. Siempre se alojaba en las posadas más básicas y baratas. A menudo llevaban fideos instantáneos, junto con material impreso sobre la práctica, en sencillas bolsas. A lo largo de dos años, Shifu celebró 54 de sus series de seminarios. Los empleados estaban tan hartos de comer fideos instantáneos que ya casi no podían digerirlos. Sin embargo, los asistentes a los seminarios expresaron una gratitud indescriptible por lo que se les había dado.

Aunque los gastos de estos dos años de enseñanza fueron considerables, en conjunto, Shifu se centró en lo más importante: hacer el trabajo.

Pero cuando llegó el momento de empezar a publicar libros de Dafa, se planteó de nuevo la cuestión de cómo financiar el proceso. Un practicante de Beijing, que había ganado algo de dinero con su negocio, prestó a Shifu varios miles de yuanes. Cuando las librerías comenzaron a distribuir Falun Gong de China, el practicante se preguntó si Shifu sería capaz de pagar el préstamo. Pero Shifu se apresuró a utilizar los ingresos de las ventas de libros para pagarlo. Más tarde, después de superar muchos desafíos, se publicó Zhuan Falun.

Shifu contó durante nuestra entrevista que uno de los practicantes que le ayudó con los seminarios presenciales era un hombre de negocios y funcionario del gobierno. A veces, cuando Shifu no tenía fondos para los gastos de viaje, este practicante cubría los gastos. Una vez le dijo: «Shifu, mírese. Vea a otros maestros de qigong ganar decenas o incluso cientos de miles de yuanes, y aquí está usted, sin dinero ni para una habitación de hotel». En aquella época, decenas de miles de yuanes era una cantidad importante. Sólo gracias al apoyo de este practicante Shifu pudo continuar su trabajo durante aquellos años. Cuando recordaba esto, Shifu se reía a carcajadas y decía: «Hay que hacer lo que hay que hacer, por difícil que sea, y puede ser».

Volviendo a la historia de la enseñanza de la práctica en China: a pesar de los muchos desafíos, la influencia de Falun Dafa siguió creciendo, y algunos empezaron a conspirar contra Shifu. Sin embargo, al investigar en secreto, descubrieron que Shifu no tenía riquezas y no se relacionaba con mujeres, así que ¿cómo podían atacarlo? Para entonces, Shifu ya había adquirido una gran influencia en toda China y el caos de la Revolución Cultural había remitido. Incluso el Partido Comunista, famoso por sus campañas contra individuos, necesitaba un pretexto para actuar.

Shifu recuerda: «En 1996, no sé quién dio la orden, pero una directora del Ministerio de Comercio me invitó a cenar. En aquella época, a menudo me invitaban a comer personas que esperaban curarse. Después de sentarnos, la funcionaria fue directa conmigo y me dijo: 'Maestro Li, su influencia en China se ha hecho demasiado grande. Debe abandonar el país». Lo dijo sin rodeos. Cuando oí eso, lo entendí: estaba claro que ese tal Jiang estaba furioso, sobre todo porque había gente incluso practicando Falun Dafa a ambos lados de la avenida Chang'an. Así que le contesté: 'De acuerdo, me iré al extranjero'».

En China, cualquier grupo religioso se enfrenta al mismo desafío: si no establece una rama del Partido o reconoce que «los intereses del Partido están por encima de todo», el Partido lo vigilará de cerca, esperando una oportunidad para suprimirlo, a veces hasta el punto de hacer imposible su existencia. A pesar de que Falun Dafa, con sus principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, ayudó a restablecer la salud y a mejorar el nivel moral de millones de chinos, ahorrando al gobierno importantes gastos médicos, Shifu fue obligado a salir de China.

En 1997, Shifu recibió un visado estadounidense para una persona de capacidad extraordinaria, y se trasladó a Estados Unidos. En 1998, tras ausentarse durante un tiempo para ocuparse de algunos asuntos en China, cuando regresó a Estados Unidos, él y su familia tenían poco dinero y ningún lugar donde alojarse. Al principio querían ir a San Francisco, pero un practicante de Falun Dafa de allí les dijo que no podían encontrar alojamiento, así que los invitaron a ir a Atlanta, donde se alojaron en un estrecho apartamento compartido con otro practicante. Cuando la vida se hizo insostenible allí, se dirigieron a Nueva York. Finalmente, Shifu se instaló en un pequeño estudio que un practicante había alquilado en el Alto Manhattan. Más tarde, tras el inicio de la persecución en 1999, el Partido Comunista Chino etiquetaría falsamente ese edificio como «el edificio de Li Hongzhi».

Pensando en las tradiciones espirituales y religiosas de Oriente y Occidente, es una expectativa común que uno haga donaciones a su iglesia, templo o comunidad. Sin embargo, Shifu nunca nos ha pedido nada material, sólo que tengamos el corazón para practicar. Mientras tanto, cuántos de nosotros hemos mejorado nuestra salud gracias a Dafa, un regalo que no tiene precio.

Shifu podría haber vivido una vida mucho más cómoda, y le habría sido fácil disfrutar de una mayor calidad de vida. Pero sus aspiraciones siempre han ido mucho más allá. ¿Por qué ha enseñado Dafa? ¿Por qué ha guiado incansablemente a los practicantes en su práctica espiritual? ¿Por qué se convirtió en director artístico de Shen Yun? ¿Por qué ha ofrecido voluntariamente su tiempo y sus esfuerzos a proyectos dirigidos por practicantes? Todos los verdaderos practicantes comprenden las respuestas a estas preguntas.

Hoy en día, incluso muchos que no tienen una práctica espiritual o religiosa reconocen que Falun Dafa es fundamentalmente diferente de otras prácticas de qigong. No se practica para curarse, ni para enriquecerse, ni para presentar una fachada espiritual. Por el contrario, Falun Dafa es un verdadero camino de auto cultivación de la escuela Buda, que enseña los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y guía a los practicantes de vuelta a su hogar verdadero.

Falun Dafa ha soportado la persecución durante más de un cuarto de siglo, pero los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia permanecen firmes, brillando en los corazones de los practicantes y fortaleciendo los pensamientos rectos de los creyentes. La resistencia de los practicantes de Falun Dafa se basa en su fe inquebrantable en estas enseñanzas, en su profunda base espiritual y en la guía y el ejemplo del Shifu.