(Minghui.org) Durante muchos años, las guardias de la Prisión de Mujeres de la provincia de Shandong, en la capital, Jinan, han utilizado diversos métodos de tortura en un intento de obligar a las practicantes de Falun Gong encarceladas injustamente a renunciar a su fe.
En cuanto las practicantes ingresan en la prisión, son obligadas a someterse a diversos exámenes físicos. A más del 90 por ciento de ellas se les detectan «muchas enfermedades» que nunca antes habían padecido y se les obliga a tomar medicamentos y a someterse a restricciones dietéticas. A algunas no se les permitió comer bollos al vapor ni arroz congee durante años y sólo podían comer pan de maíz. Si las practicantes se negaban a tomar los medicamentos, las guardias daban instrucciones a las reclusas para que añadieran los fármacos a la comida de las practicantes sin que éstas lo supieran.
Aquellas que se negaban a renunciar a Falun Gong eran retenidas en una habitación oscura de menos de 10 metros cuadrados (unos 100 pies cuadrados) y no se les permitía tener contacto con otras personas ni presentar quejas a la dirección de la prisión. Las internas asignadas a vigilarlas no les permitían hablar, asearse ni pasear a su antojo. Tenían que escribir una solicitud formal y admitir que eran delincuentes si necesitaban ir al baño. Durante un mes y medio, cada practicante sólo dispuso de un rollo de papel higiénico comprado con su propio dinero. A algunas se las obligaba a hacer sus necesidades en los pantalones y no se les permitía cambiarse ni ducharse.
Las guardias también les sacaban sangre a cada practicante cada diez días. Todos los días, de 5.30 a 22.30 horas, las obligaban a sentarse sin moverse en un pequeño taburete, con las manos sobre las rodillas. Como consecuencia, la mayoría de ellas vieron cómo sus nalgas supuraban. A muchas de ellas también las privaron de sueño.
La Sra. Song Aiyu, de 71 años y residente en la ciudad de Linyi, provincia de Shandong, fue detenida en octubre de 2022, tras ser perseguida por la policía por distribuir material informativo sobre Falun Gong cerca de la Estación de Policía del distrito de Lanshan. Fue condenada a siete años y ocho meses a finales de 2022 y poco después ingresó en prisión. Cuando su familia la visitó en fecha desconocida, se encontraba en muy mal estado debido a las graves torturas. Tenía la espalda encorvada casi 90 grados y pesaba menos de 40 kg.
La Sra. Zhang Xiulan fue trasladada del Centro de Detención de Jimo a la prisión en 2022 para cumplir una condena de ocho años. Cuando su familia la visitó en junio de 2024, se encontraba en mal estado de salud y demacrada. Dos reclusas la sacaron en silla de ruedas. Estaba tan débil que no podía permanecer sentada por sí sola. Una reclusa tenía que sostenerle la espalda y la otra le sujetaba el micrófono. Tenía la voz muy baja y dijo a su familia que se sentía incómoda después de comer un poco. A pesar de su estado, la prisión se negó a concederle la libertad condicional por motivos de salud.
La Sra. Li Fengying ingresó en prisión el 8 de agosto de 2023, también para cumplir una condena de ocho años. Poco después se le diagnosticó linfoma y cáncer de útero. Se denegó su solicitud de libertad condicional por motivos de salud. Cuando su familia la visitó recientemente, tardó más de una hora en recorrer una corta distancia hasta la sala de visitas.
Informes relacionados:
Li Fengying hospitalizada días después de ser encarcelada con una condena de 8 años
Copyright © 1999-2024 Minghui.org. El contenido de esta página puede reproducirse con atribución.
Categoría: Torturas a mujeres