(Minghui.org) ¡Saludos venerable Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Hace casi 24 años, comenzando el 15 de noviembre de 2000, los practicantes de Falun Dafa en el Área de la Bahía comenzaron a protestar contra la persecución frente al consulado chino.

Shifu dijo:

«Yo, en todo el proceso de transmitir el Fa y el gong, me baso en ser responsable para con la sociedad y para con los estudiantes, el resultado obtenido es bueno y la influencia en toda la sociedad también es bastante buena». (Primera Lección, Zhuan Falun)

Como practicante, sentí que era mi responsabilidad hablar a la gente sobre Falun Dafa y la persecución, y por eso me uní a este sitio. De lunes a viernes, los practicantes se turnaban para ir al consulado. Algunos practicantes que trabajaban en San Francisco iban allí durante sus descansos para comer, y me sentí muy conmovido. Comprendí un significado más profundo de «Unir cuerpo y mente. Moverse o quedarse quieto de acuerdo con el mecanismo de qi» enseñado por Shifu en los versos de los ejercicios.

Un practicante me dio una fotografía de la escena de los practicantes haciendo los ejercicios frente al consulado chino. La luz divina de Dafa brillaba sobre cada uno de ellos. Esta atmósfera solemne y pacífica me animó a persistir en esta misión. También recibí un consejo de Shifu que me ayudó a continuar hasta hoy.

Me dolían las muelas y se me hinchó la cara. Supuse que estaba eliminando el yeli y empecé a buscar en mi interior mis propios apegos. No encontraba la causa, y sentía la mandíbula trabada. Cuando creía haber identificado un apego, la mandíbula se me tensaba aún más, hasta que se me cerraba. No sabía qué hacer. Si esta situación no se resolvía, ¿cómo iba a ir al consulado al día siguiente? Pensándolo bien, ¿qué relación había entre el dolor de muelas y mi mandíbula? ¿Me estaba insinuando algo Shifu? ¿Podría ser que mi tiempo aclarando la verdad ante el consulado chino fuera largo, requiriéndome «apretar los dientes» y persistir hasta el final? En cuanto tuve este pensamiento, el dolor se desvaneció, la hinchazón desapareció rápidamente y mi mandíbula «se abrió». Me di cuenta de que mi misión era aclarar la verdad para salvar a los seres conscientes frente al consulado.

A partir de entonces, lo consideré un compromiso en mi cultivación. Como el consulado chino funciona de lunes a viernes, encontré un trabajo cuidando ancianos los fines de semana. Un familiar me preguntó: «¿Cuántas horas trabajas a la semana?».

Le respondí: «¿Son suficientes dos días?». Dijo que era suficiente. No ganaba mucho dinero, pero Shifu me concedió recompensas que no obtienen fácilmente ni siquiera quienes son ricos. Mis hijas no tienen un expediente académico sobresaliente, pero ambas fueron admitidas en prestigiosas universidades americanas y recibieron becas completas de cuatro años. Sé que Shifu lo organizó. Siento que Shifu proporcionó todo para los practicantes; sólo necesito cultivarme y continuar siguiendo a Shifu.

A medida que se iniciaban más proyectos para esclarecer la verdad y salvar a los seres conscientes, menos practicantes tenían tiempo para venir al consulado. Los que quedamos compartimos un consenso: Debemos creer firmemente en Dafa, validar Dafa esclareciendo la verdad para salvar a los seres conscientes y recorrer este camino con firmeza hasta que termine la persecución. A lo largo de estos últimos veinte años, algunos practicantes ancianos han fallecido. Cuando terminó el bloqueo de COVID, sólo quedamos un practicante y yo. Sentí que se trataba de las viejas fuerzas aprovechándose de los discípulos de Dafa, desmantelando lentamente nuestra fuerza al dañarnos uno a uno.

No teníamos miedo porque Shifu afirmaba repetidamente este proyecto a lo largo de sus enseñanzas; sabíamos que debíamos persistir. El otro practicante me animaba a menudo diciendo: «Shifu dispuso esto para nosotros, así que debemos ser firmes y persistir». También creía firmemente que la conexión que habíamos formado a lo largo de nuestras distintas vidas nos permitía cooperar a la perfección. A menudo intercambiábamos entendimientos mientras estudiábamos el Fa.

Ambos nos dimos cuenta de que Shifu quería que aumentáramos el tiempo de estudio del Fa, y yo decidí leer tres conferencias cada día. El otro practicante dijo: «Tienes buena comprensión, pero no aplicas lo que lees, Shifu nos enseñó: «…si puedes hacerlo así, cultivación será». (Cultivación sólida, Hong Yin). No es aceptable no tomar en serio a Shifu». Yo era consciente de esto, pero pensaba que mi nivel no era lo suficientemente alto. Me lo tomaba con calma y rara vez leía las tres conferencias cada día. A menudo me sentía decepcionado de mí mismo y me preguntaba por qué no era diligente.

Cuando empezamos a prepararnos para Shen Yun el año pasado, experimenté el yeli de enfermedad y perdí la mayor parte de mi audición. El sonido de una ambulancia parecía el piar de un pájaro. Después de comer, no tenía energía. Después de sólo dos horas en el consulado, empecé a temblar. Tuve que recitar constantemente: «Por favor, Shifu, dame fuerza», hasta que volví a casa. Dos o tres días después, no tenía energía para salir.

El otro practicante dijo: «Los discípulos de Dafa no tememos a la muerte. ¿Por qué habríamos de temer al yeli de enfermedad?». Me di cuenta de que él también sufría de yeli; sus pies estaban gravemente infectados, supuraban pus y tenía dificultades para caminar. Sin embargo, seguía empujando todos los días un carro lleno de materiales de esclarecimiento de la verdad hasta el consulado. Tenía fuertes pensamientos rectos, ignoraba el dolor y no temía a la muerte. Yo sufría, pero no había abandonado mi miedo; la diferencia en nuestros entendimientos era inmensa. Utilizaba sus acciones y pensamientos rectos para ayudarme a fortalecerme. Me di cuenta de que Shifu utilizaba las acciones rectas de este practicante para señalar mis deficiencias.

Llegué a comprender que darse cuenta de un principio del Fa, pero no actuar en consecuencia, no es una cultivación sólida. Entonces conecté este entendimiento con mi actual yeli de enfermedad. ¡Ni siquiera había cumplido mi compromiso inicial de persistir en aclarar la verdad frente al consulado hasta que terminara la persecución! Lo lamenté profundamente.

Dos días después, empecé a recuperarme. Estudié seis conferencias de un tirón. Entré en un estado de tranquilidad que nunca antes había experimentado. Me sentí como un niño pequeño aprendiendo a caminar, con Shifu protegiéndome y guiándome hacia delante a cada paso. Vi que cada frase del Fa estaba llena de la gracia de FOFA. Mis diversos apegos fueron señalados mientras leía el Fa, y los sentí como cargas que llevaba a mi espalda. Me pregunté: «¿Qué significa recorrer bien el camino?». En ese momento, surgió en mi mente el pensamiento «Cultívate como si acabaras de empezar». Bien, reiniciaré mi cultivación, empezando por los movimientos de los ejercicios.

Cuando comenzó la música de los ejercicios y oí la voz de Shifu, sentí que Shifu estaba impartiendo el Fa a los discípulos de Dafa, guiándonos suavemente. Qué precioso es esto, y no debe haber retrasos ni desviaciones durante este proceso. Los versos para los ejercicios me sirvieron de espejo, reflejando los apegos ocultos tras mis movimientos incorrectos en los ejercicios.

Invité a una asistente a mi casa y le pedí sinceramente que me diera su opinión. Fue muy amable, y no sólo me ayudó a mejorar mi comprensión compartiendo sus conocimientos sobre los principios del Fa y aumentando mi confianza, sino que también me ofreció sugerencias para mi vida diaria. Trajo a una practicante que quería ayudar, pero que no me conocía. Pronto sentí que algo se disolvía en mi cuerpo. Después, cuando hice los ejercicios, empecé a sentir de verdad el aspecto de cultivación de la práctica. Tengo una nueva comprensión del xiulian como si acabáramos de empezar, lo que significa cultivarse para retornar a la forma pura de nuestra existencia original.

Espero que todos nos sumerjamos en el Fa y completemos nuestro camino de cultivación.

Gracias, Shifu. Gracias, compañeros practicantes.

(Presentado en el Fahui de San Francisco 2024)