(Minghui.org) Cuando empecé a practicar Falun Dafa, dejé de seguir lo que a la mayoría de la gente le interesa leer, escuchar y ver. Sin embargo, mientras navegaba por mi teléfono inteligente hace unos dos o tres años, me sentí atraído por algunos sitios web y eché un vistazo a los vídeos. Eran interesantes y empecé a verlos de vez en cuando.
No quería pasar tiempo en estos sitios web y sólo navegaba por ellos mientras estaba en el baño. Sobre todo veía vídeos de anécdotas de famosos. Aunque sabía que no estaba bien, me consolaba pensando que sólo estaba aprendiendo un poco de historia. Más tarde, la situación empeoró y empecé a visitar esos sitios web con más frecuencia. Veía más programas, pasaba más tiempo al teléfono y ya no me sentía culpable por hacerlo.
Un día del año pasado, de repente tuve un fuerte dolor en el pecho cuando salía del baño. Sabía que se debía a que estaba apegado a mi teléfono. Soportando el dolor me dirigí a mi dormitorio y me senté en la alfombra. Mi corazón latía tan violentamente que lo oía latir. Apreté la mano contra el pecho, intentando ralentizar los latidos, pero no funcionó. Sentía como si el corazón me saltara a la garganta y pudiera salirse de mi cuerpo en cualquier momento. Tuve miedo.
Envié pensamientos rectos, pero no me ayudó mucho. Me arrodillé ante el retrato de Shifu, confesé mis errores y le supliqué ayuda. Sostuve un pensamiento: «Debo negar completamente la persecución de las viejas fuerzas y corregir mis errores en la cultivación». Después de unos 20 minutos, el dolor disminuyó gradualmente y los latidos de mi corazón se ralentizaron. Respiré aliviado.
Debería haber aprendido la lección y haber dejado de jugar con mi teléfono después de pasar por semejante tribulación. Sin embargo, no lo hice.
En los últimos años, me había centrado en hacer las tres cosas que Shifu nos pide que hagamos. Siempre que tenía tiempo, salía con otros practicantes para hablar con la gente sobre Falun Dafa y la persecución. No tenía tiempo ni interés en jugar con mi teléfono. Sin embargo, en estos dos últimos años, mi cultivación parecía haber llegado a un cuello de botella. No podía hacer ningún progreso, especialmente en el aspecto de aclarar la verdad a la gente. Además, los funcionarios locales del Partido Comunista Chino (PCCh) intensificaron su vigilancia e instalaron cada vez más cámaras de vigilancia en nuestra zona. Varios practicantes fueron monitorizados por las cámaras y perseguidos. Tenía miedo cuando salía a hablar con la gente y me deprimía.
Frente a estas duras condiciones, debería haber estudiado el Fa y fortalecido mis pensamientos rectos. Sin embargo, con una mente egoísta, no lo hice. Un pensamiento se apoderó de mi mente: «He hablado con la gente sobre Falun Dafa y la persecución durante más de 20 años, y lo que he hecho ha sido mucho más que algunos practicantes. La situación actual es dura. Debería ser más cauto». Pasaba más tiempo en casa y salía menos. Cuando me aburría, jugaba con mi teléfono. Incluso empecé a leer contenidos de internet que antes ignoraba porque no se ajustaban al Fa.
Un día del mes pasado, después de comer vi un breve contenido en mi teléfono. Luego quise tumbarme a descansar. Sin embargo, antes de que mi cabeza tocara la almohada, mi corazón empezó a latir violentamente y me dolió mucho. Me incorporé inmediatamente, temía que tumbarme fuera peligroso. Sabía que la causa era haber vuelto a jugar con el teléfono. Envié pensamientos rectos y negué la persecución de la vieja fuerza, pero no funcionó.
Puse las manos delante del pecho, miré el retrato de Shifu y me avergoncé de mí mismo. Sabía que Shifu me ayudaría y le supliqué ayuda.
Pensamientos comunes seguían apareciendo en mi mente y yo seguía negándolos basándome en la Fa. Sentía que había hecho todo lo posible, pero seguía sin sentir alivio. Entonces intenté leer Zhuan Falun. Sin embargo, no pude continuar después de leer sólo un párrafo, porque los latidos de mi corazón eran tan violentos y me dolía tanto el pecho que no podía calmarme.
Mi pelo y mi ropa estaban empapados de sudor. Luego tuve dolor de estómago. Tenía ganas de ir al baño, sin embargo, me preocupaba no poder levantarme. También tenía ganas de vomitar. No sabía si debía sentarme en el retrete o vomitar primero. Me arrodillé en la alfombrilla frente a mi cama, no sabía qué hacer.
Desesperado, decidí dejar de preocuparme. Me levanté y me dije en voz alta: «No es real. Debo ignorarlo». Después de vomitar unas cuantas veces en el cubo de basura de la cocina, comprobé que mi corazón se calmaba, el dolor desaparecía, dejaba de sudar y la urgencia por ir al baño desaparecía. Todo volvió a la normalidad, como si no hubiera pasado nada. La experiencia duró entre 30 y 40 minutos. Había pasado otra tribulación.
Estas son las lecciones que aprendí por no tomarme en serio la cultivación. Conocí a algunos practicantes cuyas vidas fueron arrebatadas por las viejas fuerzas debido a su apego a internet, y algunos otros sufrieron serias tribulaciones por la misma razón. A menudo también se comparten artículos de en Minghui.org que hablan de las lecciones que han aprendido los practicantes en este aspecto.
Soy un practicante veterano y he cultivado Dafa durante más de 20 años. He sufrido tribulaciones a causa de mi apego. Lo sabía, pero continué sin tratar de eliminarlo. Invité a estas tribulaciones. Estoy muy avergonzado.
Las viejas fuerzas hicieron arreglos detallados para todos. Si uno no cultiva diligentemente siguiendo los arreglos de Shifu, definitivamente estará siguiendo los arreglos de las viejas fuerzas. De ahora en adelante, mantendré una mente clara y cultivaré diligentemente siguiendo los principios del Fa, y viviré a la altura de la salvación compasiva de Shifu.
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Categoría: Mejorándose uno mismo