(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1999, en el momento en que el Partido Comunista Chino (PCCh) lanzó la persecución. Una vez me alejé, pero con la ayuda de otros practicantes, volví a la cultivación. Desde entonces he sido diligente en hacer las tres cosas.

A excepción de los días festivos, normalmente salgo todos los días después del trabajo a aclarar la verdad con otros practicantes  y contarle a la gente sobre la naturaleza injusta de la persecución.

A veces también salgo sola a pegar carteles con información sobre Falun Dafa, o a pintar con aerosol mensajes de aclaración de la verdad en las paredes. Cada pocas noches, me reúno con otras dos practicantes. Montamos en nuestras bicicletas eléctricas y cada una de nosotras lleva 100 copias de folletos informativos. Los distribuimos por aldeas en un radio de 10 a 15 km. Después de regresar a casa, leo el Fa y hago los ejercicios.

Elimino mi resentimiento

Cuando salí por primera vez con otros practicantes para aclarar la verdad, no sabía qué decir. Después de que Ding me explicara lo que tenía que hacer, lo intenté. Yo montaba en bicicleta y ella iba a mi lado en su bicicleta eléctrica. Cada vez que nos encontrábamos con personas, me entregaba un libro de esclarecimiento de la verdad y me decía: "¡Dales un libro!". Pude persuadir a la gente para que renunciara al PCCh.

A menudo veíamos a los agricultores desyerbar, cosechar plantaciones o regar sus campos. Al verlos trabajar duro bajo el sol abrasador, de verdad no me sentía como para ir a esos lugares. Ver a Ding sentada en su bicicleta eléctrica a la sombra de un árbol me hizo aún más reacia. Pensé: "¿Por qué siempre me mandas y me dices lo que tengo que hacer?". Entonces pensé que tal vez esta era una buena oportunidad arreglada  por Shifu, para salvar a la gente y ayudarme a mejorar. Así que caminé en los campos.

Pero después de un tiempo, mi resentimiento resurgió. Un día, después de terminar de aclararle la verdad a alguien, le dije a Ding: "Eres como mi jefa". Para mi sorpresa, ella respondió: "¡Soy tu jefa!".

Me sorprendió su respuesta. ¿Por qué siempre me sentía tan indignada? Shifu dijo: "Mientras más amarguras soporte el monje menor, más fácilmente se le abrirá su gong” (Séptima LecciónZhuan Falun). 

Me dije que debía cultivarme genuinamente como una monja menor y estar dispuesta a soportar las dificultades. Con esta mentalidad, le sonreí desde el fondo de mi corazón. A partir de entonces, cuando salíamos a esclarecer la verdad juntas, yo siempre tomaba la iniciativa de acercarme a la gente.

Eliminar mi apego al dinero

En 2003, vi un pequeño rollo de dinero tirado en el suelo de camino a un supermercado. Pensé: "Sin pérdida, no hay ganancia. Si no es mío, no lo aceptaré".

Unos días más tarde, una mujer en bicicleta pasó a toda velocidad junto a mí a mi izquierda. De repente, el dinero salió volando de su bolsillo y se esparció por el suelo. Había billetes de 100 y 50 yuanes. Levanté la vista, pero ella ya estaba demasiado adelantada. Devolverle el dinero era imposible, pensé: "Si no es mío, no lo aceptaré. ¡Quien esté destinado a tenerlo lo obtendrá!". Volví a casa en bicicleta.

Un mes después, mi esposo y yo íbamos en bicicleta a hacer algunos mandados. Era de noche cuando regresamos. Él empujaba su bicicleta al frente, y yo lo seguí. Vi algo de dinero en el suelo bajo el farol. Le dije: "Hay algo de dinero". Le dije que no lo recogiera porque no era nuestro. Me dijo: "¿Por qué no recoges dinero? Si tú no lo recoges, yo lo haré". Contó más de 300 yuanes y se los guardó en el bolsillo.

Dos días después, nuestro hijo fue a la escuela y perdió su nueva bicicleta, por la que pagamos más de 300 yuanes. Llamé a mi esposo y me dijo: "Esa bicicleta costó más de 300 yuanes. ¡Parece que realmente no deberíamos haber recogido ese dinero!".

Eliminar los pensamientos negativos

Con frecuencia tenía pensamientos negativos, que interferían seriamente con mi cultivación. Esto se prolongó durante mucho tiempo. Al principio, no me daba cuenta. Por ejemplo, si mi esposo o mi hijo salían y no regresaban hasta altas horas de la noche, me preocupaba y pensaba: "¿Podría haber pasado algo malo?". Esto se convirtió en algo habitual y se intensificó. Cada vez que alguien de mi familia hacía algo que me preocupaba, decía ansiosamente: "Oh, no, ¿podría haber pasado algo malo?". Estaba constantemente preocupada por mi familia.

Con el tiempo, esto produjo una sensación de congestión y presión en mi pecho, lo que me hacía sentir ansiosa e incómoda. También había un sentimiento indescriptible y muy incómodo en mi corazón. Me afectaba para hacer las tres cosas y, durante mucho tiempo, no pude entender por qué sucedía esto.

Una vez, por un problema menor, mi hijo me gritó de repente: "¡Te alegrarás cuando me veas morir!". Al escuchar esto, mi cabeza zumbó y me quedé atónita. Lo miré conmocionada, preguntándome cómo podía él decir algo así. Cuando hablé de esto con otros practicantes, me dijeron que era causado por mis pensamientos negativos. Fue el compasivo Shifu quien, al ver que yo no me iluminaba, usó las palabras de mi hijo para darme una pista

Estaba decidida a eliminar estos pensamientos negativos. Conocí a una practicante de otra área. Cuando compartí este tema con ella, me dijo que ella también solía tener pensamientos negativos. Cuando surgieron estos malos pensamientos, imaginó varias licuadoras frente a ella, que trituraban esas cosas.

Aprendí a distinguir los pensamientos negativos y, con una fuerte conciencia principal, seguí la forma en que la practicante los eliminaba (trituraba). Realmente funcionó. Me gustaría darle las gracias. Ahora, cada vez que aparecen estos pensamientos negativos, puedo eliminarlos rápidamente de raíz y triturarlos. Estoy feliz y una sonrisa ha vuelto a mi rostro.

Eliminar el acoso policial

Después de presentar una demanda contra el exjefe del PCCh, Jiang Zemin, en 2015, mi supervisor le pidió a alguien que me llevara a su oficina. Al abrir la puerta de su oficina, vi a dos agentes de la estación de policía. Dijeron que necesitaban verificar mi participación en la demanda contra Jiang Zemin. Después de hacer algunas preguntas, me dejaron volver al trabajo.

En la primavera del año siguiente, llegué a casa media hora antes que mi marido. Después de que él llegara a casa del trabajo, no me dijo nada, pero contestó su teléfono. Escuché a alguien hablar al otro lado: "¿Estás en casa? ¡Ya casi llegamos!". Le pregunté quién venía y me respondió: "Oficiales de la estación de policía". Me puse ansiosa y molesta: "Sabías que vendrían y no me avisaste con anticipación. ¿Estás confabulado con la policía contra mí?".

Estaba ansiosa, enojada y asustada. De repente recordé que había una impresora y una computadora en nuestra habitación norte. ¿Qué debo hacer? Era demasiado tarde para ocultarlos. No sabía de dónde había sacado el coraje y la fuerza, pero rápidamente cerré la puerta de la habitación y saqué la llave. Luego me apresuré a entrar en la habitación de mi hijo (mi hijo trabaja fuera de la ciudad y no estaba en casa), cerré la puerta desde adentro y cubrí los más de 300 folletos de esclarecimiento de la verdad en la cama con una sábana. Me senté en la cama pensando que estaba lista para enfrentar lo que viniera.

Escuché a mi esposo dejar entrar a los oficiales e invitarlos a sentarse. Le preguntaron dónde estaba yo, diciendo que querían verme (en ese tiempo, no había entendido que la policía también era víctima, y que debía aclararles la verdad con compasión).

Desde la habitación, grité: "¿Para qué quieren verme? Me has causado tanto sufrimiento. Solo porque practico Falun Dafa para mejorar mi salud y ser una buena persona, me arrestaron, extorsionaron a mi familia con decenas de miles de yuanes y casi nos destruyen. ¿Qué quieres ahora? Practicar Falun Dafa es legal. Lo que estás haciendo es ayudar al mal, y tendrás que pagar por ello en el futuro".

Un joven oficial dijo: "Señora, por favor, salga, nuestro líder quiere verla". Le respondí: "No voy a salir". El enfrentamiento duró más de treinta minutos. Me negué a abrir la puerta y se fueron.

Reflexioné sobre el incidente y me di cuenta de que no podría haber tenido tanto coraje sin el apoyo de Shifu, ya que generalmente era una persona tímida.

Aproximadamente un mes después, mi esposo y yo estábamos en casa por la noche cuando escuchamos que alguien llamaba a la puerta. Mi marido la abrió y entraron dos jóvenes que decían que eran de la estación de policía y que querían fotografiarme. Le dije: "No te molestes con eso, podemos hablar". Los invité a sentarse y me senté a su lado.

Uno de los oficiales dijo: "No queríamos venir aquí, pero nuestro líder insistió. ¿Puedes decirnos de qué se trata Falun Dafa?".

Le expliqué: "Falun Dafa es una práctica de cultivación de alto nivel de la escuela de Buda que enseña a las personas a seguir los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Desde que el Sr. Li Hongzhi comenzó a enseñar Falun Dafa en 1992, se extendió a más de cien países y regiones, ganando una admiración generalizada. En 1999 había alrededor de cien millones de personas practicando Falun Dafa en China. Pero Jiang Zemin fabricó el engaño de la autoinmolación de la Plaza de Tiananmen para incriminar a Falun Dafa".

"Mirando hacia atrás en la historia del PCCh, cada movimiento político ha resultado en la muerte de muchas personas inocentes, con más de 80 millones de vidas perdidas. El PCCh ahora está persiguiendo a Falun Dafa y sustrayendo órganos a sus practicantes con fines de lucro, lo que traerá retribución divina. Cientos de millones de personas en todo el mundo han renunciado al PCCh para garantizar su seguridad. Ustedes también deberían considerar renunciar a las organizaciones del PCCh a las que se unieron".

Felizmente proporcionaron sus nombres y acordaron renunciar a las organizaciones del PCCh. Antes de irse, les aconsejé que dejaran de participar en la persecución, y ellos estuvieron de acuerdo.